Necesitaré más fuerza de las que tengo para poder hablar con William. Cuando te dicen que los problemas difíciles son fáciles de arreglarlos solo si tú lo haces posible, no es verdad. Todo problema te dará dolores de cabeza como mínimo, los insomnios son otros de los efectos y hará de tu vida lo peor posible. Por más cansancio que lleve encima, los nervios me ganan la pulseada por más que intente hacer hasta lo imposible por vencerlo. Es lo que me está pasando en este momento... No he podido dormir en toda la noche y lo único que me puede salvar es hablar con William.
Me encuentro desayunando a las 7.30 am, al que apenas he tocado... Lo único que he hecho es jugar con la cuchara mientras me alimento con una tostada. Miro a mi madre que se encuentra frente a mí, tiene el ceño fruncido mirándome seria. Siempre dice que los instintos maternales pueden estudiarte con tal sólo una mirada, por lo cual cuando estoy sin ánimos, ella me saca una sonrisa. Sus manos acarician mis mejillas, besa mi frente y busca un banco para sentarse.
-¿Qué es lo que pasa?- me pregunta.
- Es que ya ha pasado el tiempo suficiente para estar lejos de William.- suspiro y cierro los ojos- Quiero quitarme el dolor que llevo desde que nos distanciamos.
- Tus ojos me dicen que no has podido dormir, lo más seguro es que vayas a verlo.- se baja del asiento y hago lo mismo quedando frente a ella- Solo dile lo que has sentido desde que desapareciste de su vida y así sabrás si en verdad están hecho el uno para el otro.- me sonríe y la abrazo.
- No quiero terminar con una relación de diez años, mamá. Lo he esperado por mucho tiempo para que todo esto sea un capricho de adolescentes.- las lágrimas caen por mis mejillas abrazándola aún más fuerte.
- No creo que sea un capricho Melissa, si fuese solo eso se hubiese ido de la ciudad a seguir con su vida.- se separa de mí con sus manos en mis hombros- Él te ama, siempre se he notado en sus ojos al mirarte...
-¡Ya no sé en que creer!- grito sollozando-¡Si me amara, no lo hubiese encontrado con otra mujer en el bar! ¡No me estaría hospedando en Portland, nada de esto estaría pasando...!
- Melissa, la vida está hecha de un laberinto difícil de salir, en la cual solo tú debes saber.- mira un punto perdido- Puede que te pierdas en el camino, pero siempre hay una salida.- suspira y sus ojos vuelven a mí- Durante todo este tiempo que ha pasado, has tenido un soporte del que te ha contenido en tu peor momento y está aquí acompañándote.- pasa sus dedos en mis pómulos quitando mis lágrimas.
- Dylan... La verdad es que ha sido mi salvavidas.- trato de no dar una señal de desconfianza a mi madre- Ha servido de consuelo como para desahogo. Me contuvo cuando más lo necesitaba...- y también para otra cosa, mi mente hablándome cuando no le conviene- No he caído al abismo gracias a él y yo le he hecho compañía cuando no lo tenía.
- Dylan ha sido de esas personas que te ayuda a sostenerte de esa soga imaginaria que te desvía del oscuro abismo.- toma mis mejillas con sus manos- Y hoy verás que esa luz del que has estado ocultándote en todo este tiempo.
- Eso espero, mamá.- le sonrío y la abrazo de nuevo- Gracias por lo que haces, no sé que sería de mi vida.- suspiro con tranquilidad- Me has enseñado a cuidarme sola, lo he llevado a mis días en las que tuve que protegerme de mis compañeros y te agradezco por eso.- se aleja de mí con el ceño fruncido.
-¿Cómo es eso de que tus colegas te intimidaban?- su expresión cambia a enojo.
Ese problema ha pasado de largo ante lo que le he dicho anoche, abro los ojos al ver la mirada furiosa de mi madre por no decírselo. No es que se lo ocultara, es que no salió a la conversación y un grave error al no comentárselo. Abro la boca para explicarle, pero una persona me interrumpe.
- El señor Jacobsen se ha propasado verbalmente con Melissa.-Dylan se acerca a nosotras- Semanas antes, ella ha confesado su enfermedad.- mi madre lo mira, luego a mí sin entender.
- ¿Y qué tiene que ver...?- pregunta confundida.
- Empezaremos desde el principio...- se ubica en otro banco y se sienta apoyando sus codos en la mesada- Se ha acercado a mí para decirme su enfermedad por miedo a no perder su trabajo, lo cual no he puesto pretexto en su contra. Así que he pedido una reunión con uno de los dirigentes y el encargado de tesorería, explicándole su problema de visión. Ellos tampoco pusieron objeción a esto, por lo que ha trabajado con normalidad.- suspira y mira a mi madre- William ha dejado de presentarse a los entrenamientos al mismo tiempo que Melissa me ha pedido que si podía hospedarla en mi casa. Un día Jacobsen apareció por nuestro piso a recriminarle su desaparición y mi hermano la ha defendido.
- ¿Tu hermano trabaja contigo?- pregunta sorprendida- Se supone que no permiten parentescos.- frunce el ceño.
- La anterior dirigencia ha hecho una excepción por nuestra condición.- Dylan me mira y le sonrío haciéndole saber que ella esta al tanto.