PARTE 6:

La apuesta.

Casi dos semanas después de que William y yo peleáramos, ya estaban los resultados de la última prueba de matemáticas. Todos estábamos en el gran auditorio esperando a que proyectaran la tabla de posiciones, cuando por fin lo proyectaron, los resultados no me sorprendieron ya que yo estaba entre los primeros 100 como siempre, pero la sorpresa llegaría minutos después cuando me percate que Jonas estaba en el puesto 215 en la tabla de posiciones. Lo único que podía pensar era mierda ganó la apuesta, mierda gano la apuesta¸ mierda gano la apuesta, (tengo que admitir que no me molestaba tener una cita con Jonas, pero me ponía nerviosa tener una cita con él, porque jamás había tenido una, en pocas palabras no tengo experiencia con los chicos).   

Cuando ya habían proyectado todas las tablas de posiciones, Jonas estaba parado en la puerta principal del auditorio, me quede viéndolo por unos segundos y cuando se dio cuenta que lo estaba viendo solo me guiño el ojo e inmediatamente aparte la mirada, tengo que admitir que me sentía nerviosa cada vez que cruzaba miradas con Jonas. 

Eso es todo por hoy, pueden ir a sus dormitorios- dijo uno de los Bavieras.

Decidí voltear a ver de nuevo a la puerta principal pero Jonas ya no estaba ahí, así que solo me levanté de mi asiento y salí del auditorio por la puerta principal. Al salir vi a William con otros chicos supongo que eran sus amigos, pero no me importo y decidí acercarme a él y hablarle.

¿Podemos hablar, William?- dije casi entre dientes.

Nos vemos luego William- dijo uno de sus amigos.   

Y sus amigos se fueron a quien sabe dónde.

Mira Anemix, no quiero hablar contigo… aun, yo te buscare cuando esté listo para hablar, espero que lo entiendas- dijo con la cabeza baja.

Y yo no dije nada. 

Fue todo lo que me dijo, y él también se fue a quien sabe dónde.

…

Me quede parada un par de segundos y me fui a mi dormitorio pensando porque estaba tan enojado aún William conmigo… no encontré la respuesta, como dicen tenía más preguntas que respuestas, y ni siquiera sabía si había respuestas a mis preguntas.

¿Qué tienes?- me pregunto mi compañera de dormitorio, cuando entre. Supongo que me veía triste o desanimada.

Sara, es que William sigue enojado y no sé qué hacer al respecto.

Mira, ya se le pasara, ha sido tu mejor amigo desde siempre es obvio que te volverá a hablar, dale tiempo a que se le pase su berrinche, después podrás hablar con él- dijo Sara.

Tendrá sus razones…- dije acostándome en la cama.

Obvio que las tiene, Anemix – dijo Sara apagando la luz.

No pegue ojo en toda la noche esa vez, solo pensaba cuales podían ser esas razones, necesitaba remediar las cosas lo más pronto posible.