La cita empezó.
Era una tarde soleada y con poco aire, eran como las 4 o 5 de la tarde, y estaba en la cafetería sola comiendo, ya que mi mejor amigo ni siquiera me hablaba y Sara estaba durmiendo, pero mi soledad no duró mucho porque a los pocos minutos Jonas se me acerco…
¿Por qué tan sola, niña?
Pues mi mejor amigo con el que siempre desayuno, como y ceno, está enojado conmigo…- dije con la cabeza agachada.
Jonas me levantó la cabeza con delicadeza mientras decía…
Lo siento, An…, pero puede que algo te anime un poco- dijo mientras jugueteaba con mi cabello.
¿Y que es ese algo?- pregunté.
Me debes una cita…
Mierda…- fue lo único que se me ocurrió decir.
¿Mierda?, ¿Tan terrible te parezco Anemix?- dijo Jonas entre risas.
No, no es eso, solo que...no me acordaba de nuestra… cita- dije un poco nerviosa.
¿Pero ya te lo recordé así que que opinas?
Si, está bien tengamos una cita…
Genial, ¿Qué te parece si vamos a mi lugar favorito aquí en Magnus papilionem?
¿Y cuál es tu lugar favorito?
La laguna de la luciérnagas…
¿Apoco ese lugar existe, aquí ?
Por supuesto que sí. ¿Te parece si nos vemos ahí a las 8?
No sé ni donde queda…
Buen punto, entonces paso por ti a tu cuarto a las 7:30… ¿Cuál es tu número de dormitorio?
406- dije.
Nos vemos- me dijo mientras se marchaba, pero no sin antes guiñarme un ojo, claro. Típico de él.
...
Ni siquiera había acabado de comer, cuando salí corriendo de la cafetería para dirigirme a mi cuarto deseando que Sara si estuviera en el cuarto, tenía que contarle que a las 7:30 tenía una cita con Jonas.
¡Sara, necesito ayuda, urgentemente!- dije entrando al cuarto.
Por fortuna ya estaba despierta.
¿Qué pasa, Anemix? Te ves un poco agitada- dijo mirándome un poco extrañada.
Tengo una cita con Jonas a las 7:30 y no sé qué ponerme, estoy muy nerviosa y siento que moriré- en ese mismo instante solté un gran suspiro.
Cálmate Anemix, yo te voy a ayudar a escoger el atuendo más adecuado para tu cita con tu chico.
No es mi chico, Sara.
Bueno no pero te gusta, ¿no?
No, digo no se- de nuevo solté un suspiro.
…
Al cabo de unos treinta minutos decidimos el atuendo perfecto, me metí a dar una ducha y me vestí.
...
Los Bavieras son los que nos consiguen la ropa, cada 6 meses aproximadamente, los Bavieras traian cajas y cajas llenas de ropa nueva, tanto para hombre como para mujer, y nos dejaban escojer máximo 5 prendas por persona, tecnicamente nos dejaban vestir como quisieramos, exepto cuando teniamos pruebas deportivas, en esos casos teniamos cada quien un pants de color gris.
…
Mi atuendo:
Me puse una playera blanca de manga larga, una falda color vino, una chamarra de cuero color negro y unos zapatos de piso de color negro también y me deje el cabello al natural.
Quedaste muy linda- dijo Sara aplaudiendo.
Gracias, ¿Qué hora es?
Son las 7:20, acabamos justo a tiempo, Anemix…
Si, solo hay que esperar a Jonas- dije sentándome en la cama.
Apuesto a que no ha de tardar, mientras llega me voy a meter a bañar…
Efectivamente Jonas no tardó en llegar, llego como 5 minutos después de que Sara se metiera a bañar. Jonas tocó la puerta 3 veces y al tercero abrí la puerta y ahí estaba el con su estúpida sonrisa que inmediatamente me hacía sonreír también, nunca supe porque, creo que desde el principio si sentía algo por el.
Atuendo de Jonas:
Llevaba el cabello peinado igual que siempre, peinado pero despeinado a la vez, llevaba una camisa blanca desfajada, perfectamente planchada y con las mangas arremangadas, llevaba pantalones negros, tenis negros y también llevaba una mochila a la espalda.
¿Estas lista?- dijo Jonas sin dejar de sonreír.
Sí, claro...
Ya me voy, Sara- grite para que me escuchara desde el baño.
De acuerdo, diviértanse- Sara también grito.
Vámonos- dije esta vez dirigiéndome a Jonas. Vámonos- repitió.
Editado: 03.08.2020