Yo soy Anemix.

PARTE 9:

La laguna de las luciérnagas.

Caminamos juntos hasta la laguna de las luciérnagas, tuvimos que recorrer el bosque, no estaba tan oscuro pero no diría que se veían los rayos del sol, la única luz que teníamos esa noche de agosto fue la de la luna y la de algunas estrellas, no hacia frio pero por alguna razón tenía la piel de gallina hasta el cuello.

Después de caminar como 15 minutos por el bosque, le dije a Jonas que se supone que no debemos estar en el bosque pasadas las 6 de la tarde y me contesto que nadie nos iba a cachar, lo cual fue cierto

Por fin llegamos a la laguna de las luciérnagas, desconozco que tan grande es la laguna, pero lo que si se es que es una laguna albufera, así que supongo que sí está un poco grande. 

Ya llegamos - dijo Jonas. 

Había una casa del árbol muy linda, era muy grande tenía hasta un balcón, también tenía un puente que llevaba a otra casa del árbol igual de grande.

Me quede embobada viendo la belleza de la laguna mientras Jonas me gritaba desde el balcón de la casa del árbol.

¿Vienes?

Subí las escaleras de la casa del árbol hasta estar con Jonas en el balcón.

Apuesto a que estaría más linda si tuviera más muebles y no solo una cocina con una estufa y sin mesa - comenté sin apartar la vista de un roble.

Apuesto a que si… pero ve a echar un vistazo a toda la casa y verás que sigue siendo genial a pesar de que este vacía.

De acuerdo, eso hare- dije dirigiéndome al puente.

Anda, te espero en la cocina …

Al regresar vi a Jonas tomando una soda, sentado en un mantel rodeado de cosas.

¿Qué es esto, Jonas? ¿Esto es como un tipo de picnic?- pregunte totalmente sorprendida.

Algo así…- fue lo que el contesto…

Esto es genial- dije mientras me sentaba al lado de él.

Hubiera traído velas pero hay perfecta luz en esta casa.

Buen punto…

Noté que en su mochila traía todas las cosas, un mantel, frituras, dulces, gomitas y un par de sodas.

¿De dónde sacaste todo esto?- pregunté.

De la cocina de Magnus Papilionem.

¿¡Lo robaste!?   

¡No!, soy amigo de Carmen.

¿Y quién es Carmen?- no dejaba de preguntar cosas.

La cocinera, ella me dio todo esto.

Ya veo…

Hablamos un par de minutos más, paramos de hablar cuando nos dimos cuenta que nos habíamos acabado todos los dulces. 

Terminamos de recoger y se puso la mochila en los hombros, después me jaló levemente del brazo y me dirigió al balcón.

Mira ahí están las lampírides- dijo Jonas un poco emocionado.

La bioluminiscencia que emiten es impresionante- dije igual emocionada.

Me quede embobada de nuevo viendo a esas luciérnagas recargada en el barandal del balcón, voltee a ver a Jonas pero él ya me está mirando, sentí como una descarga que me recorrió toda la espalda.

¿Qué tanto miras pequeño Jo Jo?- dije volteando todo mi cuerpo hacia él.

Pues el pequeño Jo Jo piensa que te ves muy linda mirando a esas luciérnagas - dijo mientras se acercaba a mí y me sostuvo la cara con ambas manos.

Acto seguido se acercó aún más a mí, me miro a los ojos y me beso, después dije la cosa más estúpida que a alguien se le pudiera ocurrir.

Las luciérnagas sí que brillan ¡eh!

Jonas soltó una carcajada sin dejar de sostener mi cara.

No lo dije para que te rieras, Jonas.

Te acabo de besar y tú no dejas de pensar en el brillo de la las luciérnagas- dijo sin dejar de sonreír.

Perdón- dije y ahora yo lo bese a él.

Te perdono- me atrajo hacia él y me abrazo.

Hay que bajar, quiero nadar- dijo bajando las escaleras.

Ok, bajemos- conteste.

Ya abajo dije que no me quería meter al agua porque probablemente estaría helada, pero eso no detuvo a Jonas.

¿Segura que no quieres venir?- dijo mientras se quitaba su mochila, los pantalones, la camisa y los tenis de encima, para quedar solo en boxers.

Muy segura, ha de estar helada.

Mierda, si esta helada- se quejó Jonas mientras se iba más profundo, y eso que el agua apenas le llegaba a los muslos.

Te lo dije, pequeño Jo Jo.

¡Anemix!- Jonas y yo escuchamos que alguien grito mi nombre, pero no supimos de quien era la voz hasta que vimos una sombra a luz de la luna tratando de esquivar las ramas de los enormes árboles.

Era William.

¡William!- exclame.

¿¡William!?, ¿es todo lo que tienes que decir, Anemix?, estoy tratando de arreglar las cosas contigo y te encuentro a ti con Jonas semidesnudo, esto es increíble- dijo William con las dos manos en su nuca.



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En el texto hay: drama, amor, violencia

Editado: 03.08.2020

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