Yo soy Anemix.

PARTE 10:

La cita terminó.

Jonas y yo caminamos de la laguna de las luciérnagas hasta el edificio de Magnus papilonem sin decir ni una palabra, pero ese silencio no fue incómodo, ya que cada uno iba perdido en sus propios pensamientos, no creo que nos importara algo más.

Llegamos a mi dormitorio, nos quedamos afuera, en el pasillo solitario y seguíamos sin decir nada.

Gracias por acompañarme y lo siento por lo que pasó, William no debió actuar así- me atreví a romper el silencio que había entre los dos.

No lo sientas, no fue tu culpa. Me la pase bien dentro de lo que cabe.

Si yo también me la pase bien…

Deberías entrar ya, ya es un poco tarde- había dicho Jonas mientras se iba alejando de mí.

Me quede parada ahí unos segundos, hasta que deje de ver la silueta de Jonas, que en ningún momento volteo hacia atrás.

Esa noche antes de conciliar el sueño tuve un pensamiento fugaz, solo lo pensé por un par de segundos, el pensamiento o más bien la pregunta era... ¿Jonas estaría molesto porque apareció de repente William en nuestra cita o realmente no le importaba?

Después de ver desaparecer a Jonas, entre a mi dormitorio y para mi buena suerte Sara estaba en la cama de arriba de la litera leyendo. 

¿Qué tal estuvo tu cita?

En ese mismo instante me puse a llorar. Sara en un santiamén se bajó de la litera y me fue a abrazar.

Pudo a ver estado mejor si William no hubiera interrumpido, ni siquiera sé cómo sabía dónde estaba.

Eso es culpa mía, como 10 minutos después de que te fueras a la laguna de las luciérnagas, William tocó la puerta y me dijo que quería hablar contigo y yo le dije que no estabas y luego el me preguntó que donde estabas y pues le dije donde podías estar, lo lamento, Anemix yo solo…- dijo mordiéndose la uña del dedo corazón.

No fue tu culpa, Sara- la interrumpí.

Le conté todo lo que paso en la laguna de las luciérnagas a Sara, a detalle y solo me dijo que no creía que Jonas estuviera molesto y que no le diera mucha importancia a lo de William que ya iba a pasar, que lo iba a superar.

... 

A la mañana siguiente:

Sara y yo decidimos ir a desayunar más temprano de lo habitual ya que le dije que no quería ver ni Jonas ni a William por el momento. Pero fue imposible, porque los dos ya estaban ahí con sus respectivos amigos.

Ve a hablarle a uno de los dos- me dijo Sara, con la boca llena de cereal.

No se si debería …- dije.

Pues Jonas te voltea a ver de repente y William no te ha volteado a ver ni una vez, así que yo digo que vayas y le hables a Jonas, y así le preguntas si está molesto o algo.

Si tal vez debería…

Si tienes que Anemix.

Eso fue lo que hice, me acerque a el.

Jonas, ¿Puedo preguntarte algo?

Sí, claro- dijo Jonas acercándose más a mí.

¿Estas molesto por lo que paso anoche en la laguna?

Pues no diría que estoy molesto pero no negaré que me sacó de onda que tu amigo William llegara de repente. ¿Cómo sabía dónde estabas, no se suponía que estabas enojado con él?- se cruzó de brazos.

Yo no le dije nada, pero al parecer quería arreglar las cosas, y me fue a buscar al dormitorio y mi compañera le dijo dónde estaba. Solo quiero saber si todo está bien entre tú y yo.

Todo está bien, nada ha cambiado, Anemix- dijo mientras me atraía hacia él y me besaba la frente.

Eso era todo lo que quería oír, pensé.



#24248 en Otros
#3248 en Aventura

En el texto hay: drama, amor, violencia

Editado: 03.08.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.