Yo Soy

Yo soy MANUEL

Soy Manuel, tengo 37 años, vivo en el sur de América en un país casi desarrollado, soy fotógrafo y lo hago hace tiempo, me gusta ver que las personas se animen a tomarse una foto pero con su consentimiento, tengo contratos y todo un papelerío por las dudas, cuando se trata de la vida de la otra persona soy bastante exigente.

Llegue a mi casa luego de una tarde demasiada ruidosa con un matrimonio en una sesión variada, se terminaron peleando entre ellos, temas triviales de parejas, lo cual no me identifica en absoluto. Mi casa estaba fresca, con ese aire aventurero y juvenil de siempre, no tiene cortinas, amo apreciar la belleza en todo momento. Me metí a bañar rápidamente y salí con un toallon en mi cintura, sonreía frente al espejo porque los rulos casi alcanzaban mis hombros. Me estaba acostando y siento unas luces muy potentes, como si fuera el flash de una cámara, miro en la dirección donde presiento que ocurrió y allí con una gorra negra y una bufanda que tapaba su cara había alguien que me tomaba una foto.

Me sentí por días perseguido, me sentía asqueado y sin poder expresar todo lo contenido en mi interior,  las fotos se publicaron, no era una, eran miles de ellas, estaba con un miedo constante porque eran tomadas por un profesional, un colega quizás. Mi novio desde el otro lado del continente intentaba calmarme, intentaba que yo no perdiera la cabeza, ya era demasiado tarde, la mayoría me conocía, había echado raíces aquí, todo se evaporó por un irrespetuoso y acosador. 

Pasaron los días y compré cortinas dobles, puse cámaras fuera de casa y otras alarmas, no saqué más fotos, denuncié a la policía y poco caso me hicieron "estas cosas pasan" me dijeron, como si fuera algo corriente. Decidí irme del país y vivir junto a mi novio, mi sueño era perfeccionarme aquí, florecer, pero nadie me toma como alguien sensato y como la víctima que soy, recibí muchos mensajes de odio, algunos comentarios sexistas, machistas, homofóbicos y otros queriendo que me fuera del país,  de SU país.

Mi novio a los meses terminó conmigo, pero nos convertimos en grandes amigos, me costó arreglarme luego de ese golpe tan duro, me enteré luego de cuatro años quien fue, solo deseo que pague por lo que hizo, tiene prohibido volver a tocar un cámara, no es por la policía, es por la condena social, no me lo hizo solo a mí, fue a miles de personas.

No debería de decir esto, las personas tienen derecho a tener una vida plena y una casa sin cortinas, lo que está mal es violar eso, es corromper ese ambiente, por suerte ahora me va bastante bien, pero el asco y el miedo a que me vuelvan a tomar fotos se discute aún en terapia.



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En el texto hay: relatos de la realidad

Editado: 19.04.2022

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