Yo Soy

YO soy SACRO

Yo soy Sacro. Tengo 48 años. Tengo un poco de nostalgia, quizás si me vieran notarían que al expresar lo que siento un par de lágrimas caen por mis mejillas. Debo ser sincero. Mis mejillas son rocas duras y sobre ellas se desprende agua, como una catarata. Debo aclarar esta exageración de mis lágrimas porque jamás había llorado así, de esta forma tan pérdida, absurda y descontrolada. Tengo  una familia compuesta por mi perro Tobias y mi mujer Sandra, en orden de prioridad, siempre.

Mi vida nostálgica se debe a lo bueno que fue mi adolescencia y lo tan nitido que la recuerdo, era un tipo re canchero, me las arreglaba para vivir y estar con mujeres por aquí y por allá. Me acuerdo que un día prendí un pucho o cigarro o  como prefieran decirle les caga la vida igual. La cuestión fue que incendié un local cerca del banco y me llevaron preso, dijeron que "intenté" robar o que era un terrorista, cuatro años caí en el calabozo, no me dejaron ver ni la luz del día, solo habían noches. Entre uno de esos días Martín el tipo que me interrogaba me dijo: "Pibe, si no me decis que mierda hacías ahí y quien te mandó, te mato hoy." Calculen que tenía entre 18 o 19 años y yo estaba en otra y lo miraba con una cara de incredulidad, jamás les tuve miedo o mostré debilidad. Después vino otro, ese se llamaba Juan Carlos de Lodel, este se hacía el amable, me ofrecía eso que dicen del sueño americano. Imáginense que ni terminaba el secundario y que tampoco lo pensaba terminar en ese entonces. Se re mil calentó cuando le expliqué que fumar de vez en cuando afuera de un banco era terrorismo pero para mis pulmones. Después ni les cuento, vino el maltrato hasta que investigaron a fondo, me soltaron y para que no les metieran mis viejos  el juicio de su vida, se dispusieron a pagarme un monto por el resto de mi vida.

A los años que le siguen a esa anécdota, todo fue fiestas, dispalfarro, bebidas, más puchos y por supuesto, mujeres. Pero en esa edad me interesó un tipo Leónel, me hizo dudar de toda mi sexualidad por completo. Salimos un par de años, yo casi había salido del "closet" pero a él no le pintaba tanto como a mi. Lo dejé. Pero me di cuenta con el tiempo que las mujeres me gustaban así que descubrí a los 30 que era bisexual. Así pasaron muchas historias buenas, no tengo tanta extensión para contarlas y las lágrimas absorben recuerdos, en mi rostro hay ahora una sonrisa porque se me pasó por la mente como conocí a Sandra, fue amor a primera vista, yo tenía 40, ella tenía 33 años y me hizo feliz desde el primer día, como un flechazo. Bueno, no conté lo importante, tengo una mochila de oxigeno permanente, ¿Se acuerdan de los puchos? me excedí y me queda capaz muy poco tiempo de vida. No se arruinen la vida gente, por ahí veo a Sandra llorar a escondidas cuando se desvela por mi.



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En el texto hay: relatos de la realidad

Editado: 19.04.2022

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