Hola. Éste capítulo es republicado, con correcciones en la narrativa y con una pequeña escena nueva. Posiblemente tenga algún error ortográfico que pase por alto.
El capítulo está dedicado a las misma chicas que votaron. El próximo que ya esta por la mitad y pronto publicaré sera dedicado a las que recientemente han votado.
Capítulo dedicado a: Vero Escobar, Rosa Patricia Ascencio, Jimena Palomino Human y Dulce Vero.
Gracias chicas por su apoyo. Al dar me gusta a la historia, hacen que la historia tenga más reconocimiento y de esa forma llegar a más lectores. Gracias.
Lectores al dar me gusta a la historia y comentar ayudan a que la historia tenga más popularidad y llega a más lectores. Gracias por hacerlo.
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DAVID...
El tono de llamada de mi celular, me despertó. Abriendo los ojos noto la oscuridad en mi cuarto. Ya es de noche.
Mi celular vuelve a resonar, sobre la mesilla de noche, iluminando un poco la habitación.
Al tratar de tomarlo, reparo en un peso sobre mí. Es Cristal.
¿En qué momento nos quedamos dormidos?
La alejo lentamente, no queriendo despertarla. Lo más importante que se debe de saber sobre ella, es nunca despertarla de su relajante sueño o te enfrentaras al huracán Cristal, categoría, la más alta existente.
Levantado, tomo el celular y por la fuerte iluminación entrecierro los ojos.
Tengo que bajarle el brillo a la pantalla o va a lograr dejarme ciego.
Viendo que es John, contesto
—¿David. Cristal ¿está contigo?
—Sí, ¿por qué?
—Llevo como una hora buscándola. Creí que vendría a la fiesta —Demonios la fiesta.
—Ehhh, ya vamos en camino. Ahí nos vemos —Cuelgo de prisa.
Al ver la hora, descubro que ya son las doce. MI ángel rojo de seguro se cansó de esperar y ya se durmió.
Diablos, perdí mi oportunidad de conocerla en persona.
Removiendo a Cristal, la despierto. Por unos segundos permanece inmóvil, sólo parpadeando, tomándose el tiempo, tal vez, en analizar, cuál, de sus mil formas usará para matarme.
De repente, sobresaltada se irgue, cogiendo su celular.
—Rayos, ya son las doce —Toca la pantalla y se queda viéndola por unos segundos.
Pregunto qué tanto ve y me da la mejor y molesta de las respuestas. Lo bueno, Celine, ya se fue a casa de William, por lo que aún tengo la oportunidad de presentarme. Lo malo, se fue en compañía de Lucas.
Siento celos porque MI ángel rojo esté con él, ella sólo debe estar con migo, con nadie más.
Apresuro a Cristal a bajar para ir a la fiesta. No me cambio, sólo quiero estar de inmediato con MI ángel rojo. Pero Cristal, sí.
—Estas, linda. No es necesario que te arregles —Me agradece el cumplido, pero de todas formas insistió en cambiarse.
Ya llevo mucho tiempo, sentado en el sofá, esperándola.
¿Qué tanto le lleva? Ya son la una y todavía no baja.
Lo único bueno en este momento es que sus padres ya están durmiendo. De lo contrario estarían aquí, dándome un discurso de oficializar nuestra “relación” con Cristal.
No aguanto más y decido ir a buscarla, pero ya va bajando los escalones.
Lleva un vestido negro ajustado a todo el cuerpo que le llega a mitad de los muslos.
Definitivamente, John se pondrá muy celoso. ¿Se habrá vestido así con esa intensión?
Sin preguntar, la apresuro para salir.
Al llegar, salgo de inmediato del auto de Cristal, dejándola atrás.
Ingreso a la mansión de William y busco a mi ángel entre los presentes, pero no logro percibir su presencia.
Subo la escalera y con cada paso, que doy en los peldaños, esa sensación del bosque aparece. Camino por el pasillo y en el fondo de este se abre una puerta, un aroma como a cerezas me aborda…ahí está mi bello ángel rojo.
Sin más camino deprisa y la acorralo contra la puerta. No lo puedo evitar mi lobo me controla.
—Mía, sólo mía —digo con mi rostro en su cuello, olfateando su atrayente aroma. Me vuelve loco, beso su piel suave, tersa, fina…perfecta.
CELINE...
«Minutos antes»
Lucas me carga como la hermosa princesa que soy. Pero ¿en qué momento llegue a sus brazos?
Cierro los ojos y rodeo con mis brazos su cuello; oculto mi rostro en el hueco entre su cuello y hombro, inhalando su aroma…es delicioso, como a vainilla ¿Qué colonia usara?
Siento como un ardor en mi estómago, es como si tuviera llamas.
Los movimientos que hace Lucki al caminar me producen mareos y lo peor nauseas, causando que lo que tenga en el estómago, quiera huir por mi boca.
Aguantándome las ganas de vomitar llegamos a una habitación. Soy puesta sobre una muy cómoda cama.
A pesar de mis esfuerzos y quejidos, Lucki, logra desenredar mis brazos de su cuello colocándolos a mis costados.
Quita mis pulseras y collares que al pasarlos por mi cabeza desordena mi cabello haciendo que mechones me cubran el rostro. Dejando mi cabeza cuidadosamente sobre las almohadas, retira los mechones desarreglados de mi rostro. Por ultimo me despoja de mis bellas sandalias.
Oigo sus pasos alejándose.
—Lucki, no me dejes —Se acerca y deja un beso en mi frente—.Duerme fueguito —Se aparta, apagando la luminosidad del dormitorio.
Al oír la puerta cerrarse, sé que se marchó.
Después de unos segundos moviéndome, con mareos a causa del movimiento, no logro encontrar una posición cómoda para dormir. Debe ser porque en realidad no tengo sueño. Sí, eso ha de ser.
Abro los ojos irguiéndome sobre la cama. Los aros brillantes me permiten ver la lámpara y la enciendo.
Vuelvo a ponerme los objetos circulare y mis sandalias.
Al instante de ponerme de pie, nuevamente soy atacada por los mareos y al dar inicio a mis pasos todo da vueltas.
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Editado: 07.11.2019