Yo, su protector

Capítulo 61

Danna

Los días se han vuelto pesados, se suceden sin ritmo, sin movimiento. Esta nueva rutina que tuve que armar en casa de los Connor es diferente a la que vivíamos en nuestro departamento de recién casdos...y extraño todo eso: nuestras cenas solitarias en las que había muchos silencios pero también algunas charlas, él me escuchaba aunque no tuviera nada interesante que contarle, las risas de Nancy, con la que he podido comunicarme por teléfono y lloramos juntas. Ella me entiende, solo a ella le confío el dolor tan grande que tengo, ambas amamos a ese hombre. Lo extraño, lo extraño tanto que me duele algo dentro, mi estómago se ha cerrado y apenas puedo comer por cumplir y no quedar mal ante la señora Connor. 
Permanezco horas encerrada en nuestra habitación oliendo su ropa, su olor se está desvaneciendo al pasar los días y yo me desespero. Cada tanto el jefe de seguridad de la mansion llega con novedades como: "el señor Connor está bien, manda a decir que no se preocupen", "no hay novedades, solo estamos esperando". NInguno de estos mensajes es para mí particularmente, es para cualquiera que quiera escuchar pero yo me los apropio y los atesoro con esperanza. Me lo imagino llamando y preguntando por mí y eso trae un poco de alivio a mi alma atormentada. Tengo que volver a verlo, aunque sea una vez más, solo eso pido.

Sabía que esto ocurriría un día, yo volvería a mi vida de antes en la aldea y él continuaría teniendo "solo sexo" con muchachas guapas y curvilíneas pero después del fuego que viví, luego de tenerlo en mi profundidad y haberlo sentido como lo sentí dudo que mi vida pueda continuar sin él. 
La señora Lilia se sienta conmigo en el balcón mientras me envuelve un manto de soledad y ahora la comprendo un poco, sé porque no le gusta esta profesión para su hijo, sé por el dolor que ella debe pasar al imaginarse a su hijo en contacto con delincuentes peligrosos y pensar que algo puede ocurrirle mientras pasan las horas y los días. Esta incertidumbre enferma.  
Sus ojos azules aparecen en mis sueños, su voz rasposa me susurra cosas en el oído, sus manos recorren imaginariamente mi cuerpo.
—Tengo un mal presentimiento —finalmente le confieso a Lilia,

Ese pensamiento que ha perseguido los últimos días. Siento que algo malo le va a ocurrir o ya le pasó a Jason. Ella solo me mira sin expresión, imagino que debe estar odiándome por no haberle hecho caso y no haberle pedido a Jason que abandonara ese trabajo y regrese adonde nunca debió partir, a su hogar, al  negocio familiar. Pero si me odia por algo intenta disimularlo muy bien, pues me dirige una débil sonrisa.
—No, querida. No digas eso, ya verás que Jason volverá sano y salvo. Debes convencerlo de que deje este oscuro mundo. Sólo tu puede hacer que él cambie de opinión —me dice esperanzada.
—No entiendo como podría. Él ama lo que hace —intento que comprenda la pasión que Jason tiene por lo que hace. Yo soy un ejemplo de ello, yo soy el sacrificio que tuvo que hacer para que hoy abrace a la vida. 
—Un hijo. Dale un niño por el que tenga que volver a casa cada día... —los colores suben a mi rostro. ¡Un hijo! Eso solo significaba... me tapo la cara por el solo pensar.
—Oh, aun no lo hemos hablado —es lo único que logro decir.

Y no entiendo esa idea de la señora de que Jason deje de hacer lo que más le gusta en esta vida: ser policía. Creo que nada nunca le hará cambiar de opinión y nada hará que lo deje.
—Pues, apúrate a "hablarlo" porque puedes perderlo de muchas maneras, Jason no es un hombre que se quede con una sola mujer. Tienes que darle lo que él necesita o de lo contrario te verás con un ejército de zorras tras él —nuevamente los colores se suben a mi cara y ya no quiero hablar de eso. Prefiero irme a seguir pensando en él y aoler su ropa hasta que el sueño llegue a mí.

La esquivo con respuestas ambiguas y con la excusa de que estoy cansada, me dirijo a la habitación con mis pasos arrastrados por cada escalón. Es que todo me pesa.
Al fin logro conciliar el sueño cuando escucho el vibrar de mi teléfono. Mi corazón quiere salir de su cavidad. Sé que es él, nadie más me llamaría, aunque me decepciono por un momento pensando que podrían ser Nancy o Bety, son mis únicas amigas y las únicas que me han llamado en estas semanas que hemos estado en casa de los padres de Jason.
 Respondo, temblorosa de lo que pueda ser o quien pueda ser.
—Hola, Danna. ¿Estás bien? —su voz trae tregua a mi alma atormentada. Suspiro estrepitosamente y mi alma sonríe de alivio. Miro al cielo agradeciendo que puedo escucharlo una vez más.
—Jason. ¿Tú estás bien? —aun estando en peligro, él se preocupa por mí, me hace sentir cosas extrañas que se revuelven en mi interior.
—Si, bebé. Todo bien. Estamos cerca del infeliz de Weber. Ya falta menos —y al escucharle decir esto mi piel se pone de gallina. El "bebé" en sus labios me sorprende. Me parece algo tan íntimo, tan secreto entre nosotros dos. Me viene a la mente su voz entrecortada, sus jadeos y su aliento caliente sobre mí. 
—Yo...lo único que deseo es que regreses a salvo...—confieso la verdad, me importa nada lo que pase con ese delincuente. Weber no existe para mí, solo él...solo Jason, mi esposo, mi protector.
Él se carcajea del otro lado. 
—¿Olvidas acaso que por él estamos aquí? —no es de burla, su risa es de alivio, de frescor a la situación estresante que pasamos.
—¿Prometes que vas a regresar? —me atrevo a indagar. El no estar frente a él con su torso musculoso y sus ojos clavados en mi me envalentona. Jamás me atrevería a hablarle así si lo tuviera enfrente de mí.
—Te lo prometo. Siempre volveré a ti. No quiero que lo olvides.
—No lo olvidaré —le respondo y él se queda callado por un momento. Temo que  la llamada se haya cortado.
—¿Danna? —pregunta inseguro
—Estoy aquí —respondo temblorosa. Hay algo que recorre de un extremo a otro de la línea por la que hablamos, algo que no podemos palpar pero que está allí, inundandonos a ambos.
—Te amo —expresa y mi corazón quiere irse con él, meterse entre los poros del teléfono.
—Yo..yo también te amo.
—No lo olvides
—No lo olvidaré.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.