Relator omnisciente
Días después
Los periódicos están enloquecidos con la noticia.
"Hans Weber, el narcotraficante más buscado de los últimos tiempos está siendo rodeado por la policía. Más de cien efectivos se encuentran a cargo del operativo ya que el delincuente se atrincheró en un galpón con al menos diez hombres armados. Lo último que se conoce es que tres oficiales han quedado dentro del predio mientras realizaban el operativo de extracción y empezó la balacera tomándolos por sorpresa. Estarían en carácter de rehenes aunque no se tiene noticias de ellos. Ampliaremos".
Las redes y los canales de noticias explotaban.
Las mujeres en casa eran un mar de lágrimas, no habían tenido noticias de Jason y lo último que se hablaba en los medios hacía suponer que él era uno de los tres que quedó atrapado con todas las huestes de Weber. Lilia recorría la casa de un extremo a otro esperando novedades, había poco para informar, ni siquiera los altos funcionarios de la policía tenían noticias. Solo había que esperar. Luke Clarke se comunicó con Danna para pedirle que tuviera paciencia, conocía a su amigo y sabía que saldría de esta. Él estaba también formando parte del operativo pero con otras funciones impuestas por sus superiores.
Danna ni siquiera podía hablar,un nudo tenía atado en la garganta que no pasaba ni bebiendo agua. Sin el no tenía nada, estaba sola. No tenía con ella a su abuela ni a su hermano para consolarla, se abrazaba a sí misma soñando que fueran sus brazos los que la envolvieran.
Y allí se hizo la promesa de que lo dejaría ir. Jason merecía un futuro, conocer a la mujer de su vida, tener una familia y seguir adelante. Ella lo llevó a hacer todo eso, si él no la hubiera conocido ni a Weber ahora él continuaría siendo el mismo policía eficiente de siempre. No pensaba arriesgar su vida y su futuro por estar atado a ella. "Regresa, Jason. Regresa y serás libre".
Jason
Estaba tan cerca del infeliz. Podía oler su podedumbre incluso desde donde me encontraba. Gracias al entrenamiento, pude sortear la sorpresa. Clarke me llamó de madrugada para citarme en el lugar. Al fin habían rastreado la ubicación de Weber y logré armar un equipo con otros cuatro hasta que se preparara el grupo de asalto. Llevó algunas horas preparar el equipo pero no teníamos tiempo. Los hombres que seleccioné eran los mejores, me hubiera gustado incluir a Clarke pero el jefe Jhonson le dio la tarea de dirigir desde afuera. También era necesario allí.
Al parecer, el lugar estaba vacío. Entramos de todas maneras tomando las precauciones, nos dividimos para inspeccionar cada porción del lugar. Nada. Era extraño pues la fuente era confiable. Apenas bajamos un poco la guardia, el delincuente junto con otros diez ingresaron armados hasta los dientes, pude escabullirme en un techo falso que había visto al ingresar, jamás dejaba algun flanco sin cubrir y había analizado las vías de escondite y escapes. No sé cuanto tiempo permanecí allí. Lo único que sabía era que había perdido a un par de compañeros, no tenía idea de donde estaban los demás. Me quedé escuchando y observando todo para implementar un plan de escape o de aprehensión, lo que saliera primero.
Los días pasaban y ellos esaban cada vez más desesperados, Weber gritaba por nada, maltrataba a sus hombres. Sabía que estaba rodeado y que en algún momento tenían que salir, sabía que no habría treguas ni piedad. Al igual que yo, estaban sin agua ni comida y no durarían mucho. Yo tampoco. En los pocos momentos en los que lograba descansar, ella ocupaba todos mis espacios.
—Danna...—repetía en silencio su nombre. Tenía que verla aunque sea una vez más, con eso me conformaba. Lamentaba no tener ni una fotografía de ella para mirarla en las frías noches en las que mis pies se congelaban pero ella calentaba mi corazón.
Debía actuar antes de debilitarme más. Mi oportunidad llegó finalmente una tarde en la que Weber se durmió quedando solo. Yo tenía una vista de todo ya que estaba en un piso superior de madera que tenía resquicios sin cubrir. Bajé en silencio y en el momento exacto en el que lo estaba por tomar del cuello, el tipo despertó como si un sexto sentido le avisara de la presencia del enemigo. De todas maneras fui más rápido que él y me moví antes que disparara...o no contaba el cuento.
La bala entró en mi hombro izquierdo, pero era tarde para él. Mi disparo salió a la vez que el suyo e impactó en medio de las dos cejas. Se desplomó estrepitosamente levantando polvo en el mugriento piso del recinto. Recordaría para siempre sus ojos inyectados de miedo y su cricatriz palpitante que tenía en la cara y su expresión una milésima de segundo antes de caer de espaldas.
Sus hombres acudieron al instante, podía oir sus pasos pero tomé la radio del maldito que estaba en el piso y me comuniqué con mis hombres quienes entraron en el acto. Sobrevivieron cinco de ellos y un forense declaró la muerte en el lugar de Hans Weber. Al fin Danna y yo éramos libres de ese energúmeno. "Ya voy, mi amor", le envié un mensaje con mi corazón, esperando que ella pudiera sentirlo.
Relator omnisciente
—¿Está hecho?
—Si, señor. Ya dispusimos los pasos a seguir. El cuarto está listo, el jefe Jhonson se encargará.
—Perfecto, es la última oportunidad que tenemos. Llama a Clarke.
—Aun continúa con el papeleo de la operación, estuvo a cargo.
—Le doy un par de horas para que se presente. Me imagino que ya le llegó el mensaje.
—Fuerte y claro, señor.
—Bien, entonces solo vendrá. Ni siquiera necesitamos llamarlo.