Danna
Me sentía sin fuerzas para continuar. Los días se sucedían agotadores, enmarañados entre interrogatorios y ruedas de reconocimientos. Mi mente ya me jugaba malas pasadas. Lo veía por todos lados, lo sentía cerca en todo momento. Pude sentir su perfume varonil atosigando mi olfato más de una vez, Su voz sensual me perseguía, sus jadeos mientras arremetía ferozmente inundaba mis pensamientos más oscuros. Tenía tanta necesidad de él, fue como si ese ataque de lujuria que tuvimos en ese lugar despertara en mí a una mujer que hasta entonces había estado dormida. Quería más, lo necesitaba tanto. Aún sentía que quedaban cosas por descubrirnos. "No puedo ser tan depravada", me digo a mí misma mientras camino al lado de Lamas dirigiéndonos al ascensor del hotel donde pasamos las noches. Cada dos días cambiamos de destino. Según él no podemos exponernos a estar mucho tiempo en el mismo lugar. Sé que hay más policías custodiando el lugar aunque no los veo. Cualquiera puede ser, incluso la recepcionista que nos recibió con una gran sonrisa. He aprendido esas cosas de Jason. Me enseñó muchos secretos de los agentes que se dedicaban a esto. La pasión que tiene por lo que hace es incomparable. No entiendo como sus padres quieren que abandone esto que tanto le gusta hacer. Jason si no es policía no es nadie.
En estos momentos recuerdo a Lilia, su madre y un gesto de triunfo en su rostro el día que fui a despedirme de ella. Sé que intentó disimular el alivio que tenía por desligarse de una nuera como yo. Estoy segura de que jamás me habría aceptado si Jason y yo nos hubiéramos conocido en otras circunstancias, yo no encajaba en ninguno de sus ideales de mujeres a pesar de que era tan educada que lo disimulaba muy bien. Al menos delante de su hijo pues conmigo a solas no pudo hacerlo bien.
Al parecer, a muchas personas les molestaba la cercanía que teníamos Jason y yo. Tanto es así que el mismo jefe Johnson y Clarke, el mejor amigo de Jason, me lo hicieron saber y me pidieron encarecidamente que me alejara de él. Pero si yo no lo buscaba...o sea, si hubiera sabido donde encontrarlo estoy segura de que ya estaría recorriendo lo que tenga que recorrer para estar en sus brazos, Sin embargo, seguía siendo la mojigata que no sabía ni siquiera tomar un autobús sola para irme a casa.
Clarke me regaló un mapa de la ciudad para cuando sea momento regresara a la aldea. Le volví a preguntar por Jason y estuvo esquivo en todo momento, moviéndose nervioso mirando con sus ojos verdes para todos lados, como si temiera que alguien pudiera escuchar nuestra conversación.
—No vuelvas a preguntar por Jason. Te lo pido por el bien de ambos. Olvídate de él, Danna. Tú sabías que esto se terminaría en cualquier momento. Él también lo sabía. Siempre lo supo. No entiendo porque se involucró más de lo que debía... —es lo que me dice haciendo una larga pausa para otear en todas direcciones.
No puedo evitar que unas lágrimas gruesas hagan su aparicion. Duele. Duele mucho pensar que fue algo pasajero, al menos para él. Pero me aferro con fuerzas a sus palabras. "Te amo y no dejes que nadie te haga creer lo contrario". Recuerdo su voz diciéndome mientras aun sus fluidos calientes mojaban mis muslos. Me ruborizo violentamente ante este recuerdo repentino y siento un leve mareo. Clarke me mira extrañado.
—Danna...¿estás bien?
—Si, por supuesto. Solo estoy un poco cansada. Lamas me ha despertado muy temprano hoy. Debíamos presentarnos a primera hora en el tribunal. ¿Crees que esto se extenderá mucho? —pregunto esperanzada.
—No creo. Ya estamos en la etapa final. Debemos esperar al resto de los testimonios y luego viene la sentencia del juez —me responde pacientemente adoptando su tono condescendiente.
—¿Y Bety? ¿Cómo está ella?
—Está bien... —responde mirando nuevamente para todos lados.
Hay algo extraño en esto. Quizás estoy siendo atrevida al preguntarle sobre ella, es muy común de este lado que las parejas convivan un tiempo y luego se separen. Tal vez eso ha ocurrido y no quiere decirme. Entiendo que debo evitar hablar del tema, aparentemente es muy doloroso para él.
—Escucha, Danna. Voy a darte mi número de teléfono para que me llames solo ante emergencias. Te daré algo de dinero para que puedas manejarte hasta que regreses con tu familia. Y escucha muy bien lo que voy a decirte: no intentes acercarte a Jason —me aconseja con un tono un poco fuerte para mi gusto. Me recuerda a Jason pero Clarke nunca ha sido así, siempre fue dulce y respetuoso. Mi hombre cara de piedra es único. Y este pensamiento trae algo de alivio. Tengo un sentido de posesión terrible. Palabras como "mi" "mío", retumban en mi cabeza. Y es que así lo siento, mío. Y me ilusiono ante esta idea. Es lo que me da fuerzas para soportar aun lo que me queda de este largo proceso.
Finalmente Lamas me hace una seña para que me acerque. Es hora de marcharnos nuevamente y cuando quiero despedirme de Clarke, éste ya ha desaparecido como por arte de magia. Miro para todos lados buscándolo pero no tengo éxito. Todo esto es muy extraño.
Jason
Le estoy perdiendo el rastro. He intentado durante días ubicarla. Aunque sea para mirarla de lejos, como he estado haciendo este último tiempo. Ya perdí la noción del tiempo que no la tengo a mi lado. La extraño horrores. La extraño tanto que sueño despierto que ella camina a mi lado.
Lamas está cumpliendo muy bien su tarea, debo reconocerlo. Yo le encargué encarecidamente que la cuidara de todo y todos, incluso de mí. Yo le pedí que la alejara del peligro que la rodeaba. Y sé que yo soy lo más peligroso para ella. En el estado en el que estoy no soy bueno para nada ni para nadie.