Yo, su protector

Capítulo 77

Jason

Recibo una llamada de mi madre. No he sabido de ellos en un largo tiempo. La última vez que estuve compartiendo con mi familia fue en el casamiento de Roger. Y de eso ya habían pasado varios meses, ya había perdido la cuenta. "Fue la última vez que vi a Danna", me recuerdo y duele. No se ha calmado la sensación de pérdida, trato de sobrevivir como puedo, soy un autómata que intenta cumplir con una rutina establecida para no terminar de enloquecer. Sigo con mi búsqueda pero ésta es infructuosa. Nada y nada en cada día que pasa. El tiempo transcurre lento, se pega en mi piel, la cual está reseca de tanto llorar. Pero creo que ya no me quedan más lágrimas, las he agotado todas.

El jefe Jhonson me convocó un par de veces a la central para informame de la investigación que hay en mi contra por dos sumarios. Uno es del operativo Weber, en el que se está tratando de establecer los hechos que llevaron a la muerte de ese delincuente. Y es que ambos casos están relacionados, de allí surge la duda. El otro es por mi aparente relación con una testigo encubierta, lo cual por supuesto, sabía iba contra todas las reglas impuestas por el departamento sin embargo sucumbí y eso, a decir del alto mando, es imperdonable.

Y es que dudan de mi operativo con Weber precisamente por mi supuesta relación con Danna, creen que lo maté por celos o para deshacerme del prometido de con quien me había involucrado. De todo esto no tenían pruebas, así que no podían proceder. Solo eran rumores que algún malintencionado empezó a divulgar haciendo llegar a oídos del alto mando. Por supuesto que me metí hasta el fango con ella, pero no tenían porque saberlo, fue algo que solo ocurrió entre ella y yo. Clarke también lo sabía y eso era lo que me preocupaba, de cierta manera también relacionaba todo lo que estaba viviendo con ese secreto entre los tres. Pero no entendía como pudo filtrarse esa información. Ponía las manos al fuego por Clarke. Sabía que él jamás me traicionaria, nuestro secreto estaba a salvo con él. Pero entonces surgía de nuevo la duda. ¿Cómo mierda se filtró lo de mi relación con Danna? Estoy segurísimo de que ella no pudo haberlo revelarlo, no sería capaz de hacerlo viendo como eso perjudicaría mi carrera. Pero tenía dudas de todo, estaba metido en un hoyo profundo del que no podía salir, la luz se veía lejana. No encontraba a Clarke, Bety ni siquiera quería atender mis llamados y lo que me dolía más, Danna se esfumó en el aire. Todos mis contactos desconocían su paradero y eso, definitivamente estaba acabando conmigo. Había reflexionado los últimos meses acerca de si realmente estaba dispuesto a dejar la fuerza policial y tomar otros rumbos. De todas maneras si se presentaban pruebas contra mí en cualquiera de las dos causas, estaba acabado. Debía ir armando algo a futuro, un nuevo rumbo. Pero en lo único en que pensaba era en tener a Danna a mi lado, sea lo que sea que le deparara a mi destino, quería compartirlo con ella.

Está bien, mamá. Iré el fin de semana le respondo ante su insistencia por verme. Tengo que sacudirme la modorra que se apoderó de mí este último tiempo. 

Tengo que prepararme psicológicamente para el interrogatorio seguro de mi familia en relación a mi matrimonio. No puedo hablar por ahora. Debo pensar meticulosamente en lo que voy a decirles. 

Olvido a dos personas que también sabían lo mío con Danna: Nancy y Carrie. Ambas son de absoluta confianza. No puedo dudar de ellas, aunque todo me grita que hay algo escondido detrás de todo esto pero una bruma espesa no me deja verlo. He intentado realizar mis ejercicios de concentración pero ha sido imposible lograr la profundidad de otras ocasiones.

Escucho a lo lejos que suena el timbre. Estoy en mi departamento, el mismo que compartía con Danna. No me he querido ir de aquí por si ella regresa. No conoce mi otra casa, así que lo más seguro es que regrese aquí donde compartimos tanto. Casi arrastrando los pies, me dirijo a abrir. ¿A quién se le ocurre venir a esta hora? Sin embargo, al mirar mi reloj, me doy cuenta que aun es temprano. No tengo idea de las horas que transcurren en el día.  Espío por la mirilla con el corazón latiendo a mil. "Quizás es ella", me esperanzo. Pero grande es mi decepción. 

"¿Qué mierda quiere?" bufo por lo bajo. Abro la puerte y otra vez sus cargosos brazos me envuelven del cuello y se cuelga de mí.

—¿Qué haces aquí, Jocelyn? 

—Vine a visitar a un amigo, ¿acaso no puedo?

—¿Amigo? Ja, en tus sueños —le digo en tono irónico. Esta mujer me exaspera. No deja de molestar. Y lo que es peor, se toma atribuciones que jamás le permití. Ella es una más del montón, nunca significó nada para mí.

—No seas malito, rubio. Déjame acompañarte. Se te ve mal... —opina como si realmente me importara lo que ella piensa.

—Pues, no me interesa como me veas, Jocelyn. Sólo quiero estar solo. ¿Puedes entenderlo? Si te hubiera necesitado, te habría llamado, como siempre, ¿no crees? —solo busco lastimarla, necesito descargar toda la furia que tengo.

—¿Te dejó tu esposita? —me dice y algo se enciende en el fondo de mi alma. Giro bruscamente tomándola del cuello.

—¿Qué mierda sabes acerca de eso? ¡Habla!

Ella me mira con sus ojos bien abiertos. Puedo oler el miedo que se apodera de toda ella.

—N-no sé nada. Sólo me lo imaginé al verte así, tan...desaliñado. Y al no verla aquí revoloteando a tu alrededor —me comenta pero sé que miente.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.