Jocelyn
Mi corazón late aceleradamente mientras Jason me sostiene furioso contra la pared. Su gran mano me aprieta el cuello, haciendo presión. Lo tengo tan cerca que puedo ver los destellos grises y negros que forman parte de sus azules ojos, éstos estan convertidos en fuego puro. En estos últimos minutos he visto muchas facetas de Jason Connor, esas que mantenía ocultas en los casi diez años que follo con él. Nunca me consideró como alguien importante en su vida. Me llamaba desesperado cuando no encontraba a nadie más a quien arremeter con su gran polla. Y como siempre, allí estaba yo, siempre dispuesta a sucumbir ante sus encantos. Nunca fue violento, aclaro, ni irrespetuoso, ambos guardábamos un acuerdo tácito en que solo nos juntábamos a eso, a follar. Pero en algún momento del camino, algo pasó conmigo y con lo que siento. Empecé a pensar en él a toda hora, extrañaba su olor a macho semental, quería besar su piel, lo cual jamás me lo permitió. Quise empezar a brindarle caricias, abrazos, besos pero siempre mantuvo distancia conmigo. Era frío en todo aspecto, cumplía a la perfección con sus artes amatorias, no me puedo quejar. Sabía como tocar y donde y cuanto para hacerme estallar del placer que no encontré en ningún otro hombre, y eso que había probado a muchos buscando lo que solo encontraba en él pero todo se limitaba a eso. No había palabras de cariño ni gestos románticos para mí.
Siempre guardé la esperanza que un día se cansara de andar probando todas las flores que se le cruzaban y finalmente viniera a mí hasta que la vi marchitarse cuando encontré a esa oportunista viviendo en su casa. La odié desde el primer momento en que la ví. No soportaba su vocecilla y su mirada virginal. Menos aún la forma en que él la miraba. "Está enamorado de ella", me gritó mi conciencia apenas los vi uno frente al otro. Delante de ella él parecía otro y lo que fue peor, me quitó de en medio, sacándome prácticamente a rastras la primera vez que la encontré en su departamento. Esto no se quedaría así, debía encontrar la manera de alejarlos. Por eso aproveché para meterme entre ellos, espiaba afuera de su casa esperando a que él se fuera para enfrentarla.Vi sus inseguridades con él. Ella ni siquiera sospechaba lo que yo había visto en la mirada de Jason, ni siquiera se daba cuenta de que él la tenía puesta en un pedestal en lo alto.
La ataqué por donde pude, minando su autoestima, haciéndole ver lo insignificante que se veía. Pude ver sus gestos de dolor en sus ojos, noté como me observaba atentamente y daba por sentado que se compararía conmigo. Pero nada de eso funcionó. Lo que más me dolió fue su falta de tacto para conmigo el día en el que ella nos descubrió en la fiesta de su hermano. Juraría que mi plan funcionaría. Yo quería que ella nos viera, me aseguré de que así fuera, pero no había medido el grado de apego que tenía él. Nuevamente me volví invisible ante sus ojos en cuanto ella entró. Solo existía ella en su visión, yo estaba absoluta y dolorosamente descartada. Y eso me dolió más que la mierda.
Tuve que aliarme con su madre. Era mi última esperanza para poder tenerlo conmigo. La busqué esa noche con los ojos llorosos, luego de que él me pidiera que queria hablar con "su esposa", la maldita manera de dirigirse a ella, con un amor que jamás le había estado reservado para ella. Lilia Connor estaba tomando su copa de champaña cuando aparecí en su campo visual. Le hice una señal imperceptible para cualquiera que pudiera vernos.
—No funcionó —le dije ampliando los detalles.
—Maldita mujer —expresó con desdén la rubia mujer con rasgos nórdicos.
—Lo intenté, Liiia, pero nada parece resultar. Esa mujer lo tiene obnubilado.
—Quiero a esa mujer lejos de él me dice, como si fuera tan fácil.
—Será difícil. Él está enamorado de ella —le afirmo y ella me cree pues sabe que lo conozco más que ella. He pasado más tiempo que su propia madre con él.
Y he aquí, otra vez Lilia Connor acudió a mí para intentar hacer volver a su hijo por las cauces de la corriente correcta, aunque ella tenía otros intereses los cuales no me interesaban. Yo solo quería su atención, solo quería que me amara aunque esto parecía cada vez más difícil por culpa de esa mujer que apareció de la nada en su vida.
—Vas a ir a verlo. Tengo gente que lo está vigilando y él no está pasando por un buen momento. Es la oportunidad ideal para acercarte a él. Debes lograr que él dependa de tí —me dice como si fuera tan fácil que Jason Connor sucumba ante cualquiera.
—No creo que eso sea posible, Lilia. Lo he intentado todo.
—Ahora está vulnerable. Debes aprovechar su estado para meterte en su vida. Es la última oportunidad que tienes. Ya sabes cuales son las condiciones...
—Por supuesto, me lo has repetido hasta el cansancio. Una vez que lo tenga comiendo de mi mano, debo exigirle que se aleje de la policía y trabajar en la empresa —me río mientras repito esto pues lo veo tan difícil. Por empezar, nunca he visto a Jason vulnerable lo cual sería digno de ver y para terminar, él ni en cuenta me tiene, no entiendo como lograré que coma de mi mano pero aquí estoy, luchando con uñas y dientes por algo que realmente quiero.
Sólo recibo una mirada asesina del lado de mi interlocutora al yo decir esto. Ella sigue pensando que logrará su objetivo con Jason. Se empeña en lograr lo que quiere y bueno, pues, yo intento hacer lo mismo.
Y aquí estoy, frente a él. A pesar de que veo odio en sus ojos y en todo sus rasgos y me mantiene apretada, más de lo que desearía, como si realmente me quisiera hacer daño, chorreo por él. Hace tanto que no siento su cercanía y me doy cuenta lo mucho que lo he extrañado.