Yo También... La Amo.

Capítulo 13

  • Señora Rebeca - dice tocando la puerta la servidumbre de la casa.
  • ¡Adelante!
  • Disculpe que la interrumpa, pero… una señorita busca a la señorita Anghela, y como ella no está en casa…
  • ¿Señorita?, ¿dices?
  • Sí señora.
  • ¿Te dijo su nombre?
  • Sí señora…me dijo que se llamaba, Yaneth… Saldarriaga.
  • ¡¿Qué?!, - abre los ojos como plato - Yaneth ¿dices?... –asiente - ¡vaya!, ¡vaya! .... muy bien, dile que espere… en la biblioteca.
  • Sí señora.

En la biblioteca…

  • ¡Qué osadía el venir hasta mi casa buscando a mi hija…! – espeta al abrir la puerta, camina hasta el asiento principal del lugar.
  • Señora del Prado, disculpe mi atrevimiento, pero vine a hablar con Anghela, por favor déjeme verla, le prometo que también hablare con usted, si me lo permite…
  • Si te permito ¿qué? ¿ver a mi hija? – se sienta.
  • Si señora, necesito hablar con ella.
  • ¿Ella?, ya no vive en esta casa.
  • ¿No está aquí?
  • No, ella…ella hace poco se casó.
  • ¿¡Qué!?...no, … no puede ser… por favor, dígame que no es verdad…
  • ¿Por qué te mentiría?, lamento que hayas hecho un viaje tan largo, pero… ¿En verdad, creíste, que mi hija estaba enamorada de ti?… - la mira de pies a cabeza - claro que ¡no!… si lo hubiera estado no habría aceptado tan rápido casarse con su antiguo novio ¿no crees? Además, mi hija… ella…ella es ¡normal!  no como tú que eres… un bicho raro… con esa orientación que solo te hacer vivir una vida tan patética, ¿en verdad creíste que mi hija era como tú?, No me sorprendería que tu madre tenga vergüenza de tener una hija con un estilo de vida tan… poco agradable, – hace un gesto de repugnancia – por decirlo de un modo que no lastime tu susceptibilidad, - sonríe maliciosa – claro, ¡eso!…  eso, tu madre tiene vergüenza de ti ¿cierto? – sonríe victoriosa - Y por tal motivo conquistaste a mi hija para convencerte de que estaba bien tu vida anormal. Pero tu juego salió mal, muy mal porque Anghela se dio cuenta del grave error que era seguir junto a ti como pareja… y al volver a ver a su antiguo novio sus sentimientos hacia él seguían intactos y es por eso que se casó… con un hombre porque así debe de ser.
  • No, ella no pudo haberse casado… ella me ama.
  • ¿¡Te ama!? – sonríe maliciosa - ¿Quieres que te muestre las fotos?... ahora ella está disfrutando de su luna de miel, así, que ahora, tú y tu inaceptable vida váyanse de mi casa y de la vida de mi hija para siempre… ¡oíste! ...para siempre. 

 

Mientras escuchaba cada una de las palabras que decía la madre de Anghela, Yaneth sentía sus piernas temblar, su cabeza le daba vueltas, no podía creer que todo lo vivido con su amada había sido mentira, sentía su cuerpo desvanecer, su mundo se le había venido abajo y no tuvo más fuerzas para pronunciar palabra alguna. Salió de aquel lugar creyendo en todo lo que había escuchado, su vida ya no tenía sentido alguno y lo único que en ese momento quería era desaparecer, atormentada por todo el dolor que sentía se alejó caminando sin rumbo conocido.

 

Anghela ni bien llegó a la ciudad de Toronto, dejó sus cosas en casa de Laura y salió de inmediato a buscar a Yaneth en el edificio donde ella trabaja.

 

  • Buenas tardes Señorita, podría por favor comunicarme con la señorita Yaneth Saldarriaga.
  • Buenas tardes, - responde sonriendo la joven de recepción – disculpe ¿Quién pregunta por ella?
  • Anghela del Prado Solís.
  • Un momento por favor déjeme preguntar por ella – toma el teléfono y hace la consulta a su oficina.
  • Si, gracias.
  • Señorita Del Prado, lamento decirle que la abogada Saldarriaga, no se encuentra en estos momentos…
  • Dejo dicho a qué hora vuelve.
  • Lamento informarle que se encuentra en un viaje de negocios. – responde sin borrar la sonrisa de su rostro.
  • ¿viaje de negocios?
  • Así es.
  • ¿y su fecha de regreso?
  • Lo siento… no dejo fecha de regreso.
  • Eso significa… ¿Qué no volverá a trabajar aquí?
  • No es eso señorita, lo que pasa es que muchos de nuestros abogados cuando viajan por negocios, no saben cuánto tiempo le llevará, así que por ese motivo no registran una fecha de llegada hasta un día antes, para no tener problemas con sus clientes.
  • Entonces un día antes usted tendrá su fecha de regreso, - ella asiente – bien entonces regresaré. Gracias.
  • Que tenga un buen día.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.