Capítulo 18
La boda se realizó a horas de la mañana en una pequeña capilla en las afueras de la ciudad, los invitados fueron los amigos más allegados de los novios, por más que Priscila insistiera en hacer una gran boda y jactarse del vestido único que le había diseñado a su futura nuera, los protagonistas de esta reunión, prefirieron hacer algo íntimo y así fue.
Anghela se veía completamente feliz, no había sombra alguna de aquel pasado que le causó tanto dolor, estaba convencida de que había encontrado al compañero de toda su vida. Por parte de Ricardo, no cabía de la felicidad que sentía, había sido amor a primera vista y aunque para que su ahora esposa le diera una oportunidad tuvo ayuda de sus amigos, estaba seguro que ella era la mujer con la que quería compartir sus alegrías y penas, ser amigo, compañero y cómplice en cada faceta que les tocara vivir juntos.
- La ceremonia estuvo ¡bellísima!, - dice Priscila al ver llegar a los novios después de la recepción - y tu madre Anghela es una mujer ¡adorable! Y su marido que ¡buen partido! – muestra emoción en sus palabras y gestos.
- Si, un buen partido. – contesta Anghela totalmente fastidiada.
- Madre discúlpanos, pero debemos de alistarnos para el viaje… - espeta Ricardo al ver el rostro de Anghela y tomándola de la mano, disponiéndose a subir.
- Si querido lo sé, - responde Priscila tomándose el pecho - pero antes quiero hablar con ustedes… por favor tomen asiento - señala para que se dirijan a la sala.
- Que sucede madre… - caminan hacia donde le indicaron y se sientan en el sofá.
- Bueno hijos… quería decirles que estoy muy contenta con este matrimonio, querido no pudiste hacer una mejor elección para compañera de vida que mi bella Anghela, - la toma del mentón con delicadeza - ella es tan linda y la hija que siempre quise tener…no como la hija que tengo que ya ves que ni a la boda de su hermano pudo asistir.
- Madre ¡basta!, nena se disculpó de no venir por el trabajo que tiene…
- Que trabajo, ni trabajo… la familia es lo primero.
- Lo dices en serio madre… ¿la familia es lo primero?... después de lo que le has hecho a …
- ¡Ya hijo! ¡basta! – levanta la voz.
- Madre, - cierra los ojos como recuperando sus paciencia - no quiero seguir con esto, vamos a alistarnos… - dice mirando a Anghela la cual tenía su rostro asombrado, nunca había visto a su esposo hablar de esa manera.
- Tranquilo Ricardo, vas asustar a tu esposa…mírala está aterrorizada… - la señala educadamente.
- Lo siento amor… - pone su mano sobre la de ella - solo que el tema de mi hermana y mi madre me… me ¡fastidia! – se nota irritado.
- Tranquilízate amor… - responde Anghela sobándole el brazo como para calmarlo- Priscila, Ricardo y yo vamos a subir a alistarnos, ¿sí? – usa un tono suave como para que ella entienda, levantándose del sofá.
- ¡No!, por favor hijos… ¡esperen!... – ellos se detienen y la miran - lo siento, no debí ponerme de esa manera, además la idea de esta platica era felicitarlos y decirle a mi hijo que me encantas como nuera… - le sonríe.
- Gracias Priscila que lindas tus palabras… - corresponde sonriendo.
- Mi reina, es lo que siento por ti…eres la mejor nuera que puedo tener, y por eso, porque los quiero, es que esta casa es mi regalo de bodas.
- Madre muchas gracias, pero no es necesario, después del viaje de luna de miel nos acomodaremos en mi apartamento y luego buscaremos una casa que se nos acomode.
- Pero hijo si esta casa es enorme, - abre sus brazos - para vivir sola, además te extrañaría… - hace un puchero.
- Madre gracias, pero no.
- Mira hacemos esto, - refuta Priscila - una vez que ustedes regresen de viaje se hospedan aquí… hasta que logren encontrar la casa que desean… - sonríe - ¿qué te parece hijo? Al menos piénsalo.
- Está bien madre – responde suspirando - lo que vamos hacer, es que mi esposa y yo nos iremos a nuestra luna de miel y pensaremos en tus palabras, cuando volvamos te comunicaremos nuestra decisión. ¿sí? ahora subiremos alistarnos.
- Está bien, hijos… les deseo que tengan un buen viaje… ¡ah! Y los espero… - le guiña el ojo.
- ¡Basta, madre…!