yo también soy arte

capitulo 2

Despierto por los gritos de mi madre detrás de la puerta. linda forma de empezar mi día.

― ya voy― bostezo. Escucho como sus pasos se alejan de la puerta. Me remuevo en la cama.

Después de cinco minutos que me quede viendo a la nada entro al baño, hago mis necesidades y me visto. Pantalón jeans, blusa blanca y  mis converse del mismo color.

Tomo una goma, amarro mi cabello. Listo. Mi oufit perfecto, puto quien diga lo contrario.

Bajo y encuentro a todos desayunando. Los saludo y me dispongo a comer. hablamos de temas  triviales.

― adiós― me despido agitando mi mano. Cuando abro la puerta oigo a mi madre llamarme.  

― espera a tu hermano Thurin― ordena. Resoplo, siempre lo tengo que esperar. 

Después de casi 10 minutos esperando a la princesa, aparece sonriendo, sabe que odio que me hagan esperar y lo hace apropósito―Vámonos criada―dice Adrián y me jala por el pelo sacándome de la casa― recuerda que debes esperar a tu amo― ríe con suficiencia.

―Suéltame idiota― salgo de su agarre y le pateo el pie para luego echarme a correr.

― ¡Thurin! ― grita enojado Adrián, corriendo detrás de mí para alcanzarme.

Sonrío victoriosa. Miro hacia atrás, lo he perdido de vista.

―hola Thurin―sale de repente ángel pegándome tremendo susto haciendo que mi hermoso trasero chocara contra el suelo.

―puta vida― llevo mi mano a mi pecho cerciorando que mi pobre corazón siga ahí después de tremendo susto― casi me cago.

― lo siento― sonríe avergonzado, extiende su mano para ayudarme a levantarme del suelo y la tomo gustosa― ¿estás bien? ¿Por qué venias corriendo? ―pregunta curioso. comenzamos a caminar y me puse un poco nerviosa por su presencia.

*míralo, tan lindo, preocupándose por mi* comenta mi subconsciencia.

* que más quisieras estúpida, es a mí a quien se lo está diciendo*digo orgullosa.

*si sabes que somos las mismas ¿cierto? * pregunta con tono incrédulo.

*cállate, déjame contestar a mi ángel*

― no es nada― contesto nerviosa―solo escapaba de Adrián, ya sabes cómo es él― digo sin más.

―ah, si― sonríe.

*Que hermosa sonrisa* dice mi subconsciente.

*tienes toda la razón* corroboro.

En el transcurso hablamos de cosas insignificantes creando una linda aura, hacia tiempo que no hablábamos así, llegamos al instituto y tomamos caminos diferentes.

Suena el timbre anunciando la entrada a los salones.

En el camino a la asignatura correspondiente, me topo con el chico que se atrevió a agarrar mi trasero ayer.

*quería decir tus huesos, porque trasero no tienes* se burla mi subconsciente recordándome lo tabla que soy.

* si gracias, pero por ahora no quiero tu opinión*

Me mira asustado como si me temiera, pero no solo eso me sorprende, si no los golpes que trae en su cara. Alguien casi lo destroza.

― te encuentras bien? ― pregunto preocupaba, que él sea un indecente, no quiere decir que no tenga sentimientos.

― n-no te me acerques― dice para salir casi corriendo por el pasillo. Qué raro.

Ver al capitán del equipo de básquetbol de esa manera da un poco de pena. Se ve que es un chico fuerte y si alguien lo dejo así, es porque tuvo una gran bronca. Siento un extraño escalofrío recorrer mi cuerpo de solo pensar la clase de monstruo que le hizo eso.

Llego a mi respectiva clase, para encontrar el salón lleno, una de mis amigas, Megan, me hace señas, voy donde esta y veo un asiento libre y me siento ahí. Celeste y Amber también estas, mis otras dos amigas.

―vieron como le dejaron la cara a Joshua― comenta sorprendida Megan. Ella es, como decirlo, la que más se destaca en el grupo por sus conquistas. Se rumoreaba de ella que se tiro al profe de matemáticas, no sé si es cierto porque nunca se lo pregunte, y si es cierto, vaya que suerte tiene, ese profesor esta como quiere.

― dicen que fue en una pelea callejera― agrega celeste. Ella es, la de la relación toxica. Ha terminado como diez veces con el novio y diez veces vuelven. Le aconsejo como su amiga que soy, que se aleje, pero él la tiene comiendo de la palma de su mano y la controla a su manera. Además, Celeste es muy cabeza dura y no hace caso, a la primera cae.

― bien merecido lo tiene― dice Amber. Ella es la chica de los plumones, es la más razonable de todas nosotras, es una ternura, alguien que quisieras a tu lado todo el tiempo.

―¡¿cómo?!― pregunta incrédula meg― la señorita mojigata, apoyando la violencia― comenta exaltada― que falta, celeste sin relación toxica, Thurin con novio, yo virgen, ricky martín hetero―ríe sin gracia llevando su mano al puente de su respingada nariz. También se me olvido decir que es bien exagerada ― esto se está saliendo de control.

― ¡¡¡oye!!! ― gritamos las tres al unísono.

― señoritas― llama el profesor ¿Cuando fue que entro?―entre hace media hora y ustedes no se han callado, si siguen boicoteándome la clase las sacare a las cuatro― sentencia enojado el señor calvo que da las clases de historia, alias, el profesor barriga verde.

Este profesor es de los tipos que te sacan del curso solo por respirar.

Nos callamos, ponemos atención a la clase, bueno solo Amber y yo, celeste dibuja corazones alrededor del nombre de su novio y Megan se durmió.

El profesor se da cuenta y la saca del salón.

El transcurso del día de clase se basó en clases aburridas, disputas entre Megan y celeste en el almuerzo y yo mirando al chico solitario que me gusta.

Tocan el timbre en señal que ya acabo nuestra estancia el día de hoy, en la correccional de menores, llamada secundaria.

― ¡amor de mi vida!― gritan, cierro los ojos con fuerza, convenciéndome a mí misma que esa voz es producto de mi imaginación y que no es el insoportable de Anthony llamándome―Thurin― llega a mi lado. Maldigo internamente. Pasa su mano por mi cadera.




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