yo también soy arte

capitulo 8

¿cómo saber que tu día va hacer de mierda? fácil, te lo decimos en tres simples pasos.

Primer paso: que te despiertes porque te caíste de la cama y te salga un chichón más grande que tus sueños.

Segundo paso: que este nublado y te caiga sal encima.

Tercer paso: que al pasar al frente de la casa que te da miedo te pase al lado un pinche gato negro y que tu pelo se queme por estar pasándote la plancha.

Si amigos con estos simples pasos sabrás que tu día será de mierda.

Y se preguntaran como lo sé por qué es exactamente me paso y solo por la mañana ¿qué me depara el resto del día? no sé, pero algo es seguro esta cita estará como mi día.

Mis amigas vinieron muy temprano, encontrándome con una bolsa de hielo tratando de bajar tremendo huevaso que tengo en la frente.

Elige un estilo de cabello que te funcione. X

Ellas quisieron lacearme el pelo, no le vi importancia hasta que, quemaron mi pelo, luego la plancha se dañó, todo esto para que terminará mojándome el cabello.

Luego fue con el maquillaje, quien diría que el delineador te haría parecer en una diva y en un mapache si te estrujas los ojos. Parecía una loca o alguien que tiene meses que no duerme por insomnio, lo que las hizo desistir en maquillarme.

Vístete con tu mejor ropa. X

Ahora pasaríamos a la vestimenta, no se podía distinguir, si era una chica o un vagabundo que encontró ropa nueva. Es que nada me puede quedar bien.

No les ha pasado que tienen una ropa y en su cabeza se imaginan como les quedaría, toda una diva o una diosa empoderada y cuando se las ponen parecen unas locas, pues eso me paso. Termine poniéndome un pantalón rasgado una blusa blanca y unos converse a juego con la blusa. Tampoco comprendía porque me quería arreglar tanto si era una simple salida de amigos para disculpas.

Lo que hace el amor con uno.

Mis amigas quedaron decepcionadas, tanto esfuerzo para nada, eso sí, no faltaron las risas.

Pero con todo eso quise mantener las esperanzas que todo podría salir bien. De seguro el destino se está riendo de mí.

Me sentí mal cuando Ángel paso a buscarme. Todo arreglado, deslumbrante, se podía comer con los dedos, toda una obra de arte apetecible. Maldito mi destino.

Ten una buena conversación. X

Como tendré una buena conversación cuando ni siquiera sé que mierda decir.

—nos vamos—sonríe a mi dirección. Trato de hacer lo mismo, pero me sale una mueca —¿sucede algo? —pregunta preocupado.

—n-no, solo tuve una mañana un poco complicada—digo restándole importancia para que no se preocupara.

—no puedo arreglar algo que ya paso, pero si puedo hacer que lo que falte del día sea mejor—dice regalándome una hermosa sonrisa. Sonrió de vuelta.

Por no querer esperar un taxi, cosa que lamento, nos fuimos en bus, poco a poco se fue llenando hasta el punto de mas no poder, parecíamos sardinas y no feliz con eso el desgraciado del chófer seguía subiendo personas y lo que me dolía era que íbamos parados y faltaba mucho para nuestra parada.

Nota menta " dejar de ser perezosa"

Ángel debe de estar matándome en su mente y como lo sé, pues su hermosa cara tallada por los mismos dioses me lo dice todo. Miraba todo con asco. No lo culpo al parecer un gracioso se había echado un pedo y tengo una incógnita ¿comió huevo o habichuela? quien sea que se había tirado el pedo está podrido por dentro.

—¿estás bien? —pregunta cuando un señor trato de sostener mis caderas para poder pasar. No sé qué rayos tienen las personas en la cabeza, no pueden simplemente pedir permiso, tan difícil es, ah, pero es mejor opción manosearte o empujarte.

—si—digo con voz bajita cuando cambiamos de posición, yo ahora le daba la espalda a él. Podría jurar que sentí a su amigo rosar mi trasero cada vez que el bus frenaba.

Rompe con la barrera del tacto. ✔

Se puede decir que es la única que he cumplido a la perfección.

¡Madre mía! ayúdame.

¿que se guarda entre las piernas? ¿será muy grande? ¿lo veré algún día?

Esa y más preguntas rondaban mi cabeza. Dios, perdona a mi mente pecadora.

Esta vez el bus freno de repente y que les puedo decir, esta vez lo sentí hasta en el alma. Mi pobre corazón había sufrido un mino infarto. Mis manos estaban sudando y mis pies están temblando como nunca.

—¿estás bien? —susurra en mi oído con tono ronco.

Padre nuestro que estas en los cielos...

—n-no—tartamudeo—sí, estoy bien— sonrió nerviosa.

Vamos Thurin piensa en cosas lindas como en flores, chocolates, como sería el paraíso.

*seria entre las piernas de Ángel*

*no me estas ayudando* digo molesta

—¿falta mucho? —pregunto poniéndome de lado. Si sigo sintiendo esa cosa, moriré.

*pero feliz, piénsalo, no estaría mal* dice alentando esa vocecita.

*se supone que eres la voz de la razón* refunfuño.

*con esa cosa, cualquiera la pierde*

—falta poco—responde con la voz ronca.

Pasa alrededor de unos 10 minutos y bajamos del bus, caminamos unos cinco minutos en completo silencio. Todavía podía sentir la tensión vivida en el bus.

Ahora que lo pienso, a donde carajos vamos, estaba tan medita en mis pensamientos y seguir el puto listado que ni siquiera pregunte.

—¿dónde vamos? —pregunto rompiendo el silencio entre nosotros. Me mira mientras sonríe.

—pensé que nunca preguntarías—comenta— ¿has escuchado sobre Paintball? —se detiene enfrente de unas grandes puertas abastecidas de personas haciendo fila para entran. Se puede distinguir un gran letrero que resalta "Paintball".

Llevo mis manos a mi boca callando el grito de emoción. Doy brincos dejando saber la alegría que ha causado en mi ser.

—¡si! siempre he querido venir—digo emocionada. Este es uno de los mejores juegos que se han creado, mi deseado ha sido venir hace años, pero mis padres no quieren por que según ellos es peligroso. Así que desistí de esa idea.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.