Capítulo 3 "Notas y secretos"

Llegamos y antes de llamar a la puerta me asomo por la ventana del salón, todos están callados y con cara de pánico, Gideon toca la puerta suavemente como si no quisiese que lo escuchara la profesora. Entonces mi subconciente comienza a preguntarse ¿Cómo es que entraremos? ¿A caso tiene sensores de movimiento? No me sorprendería en este momento, la tecnología a veces me da mucho, creo que entre más cosas nuevas hay la humanidad se convenrtira en algo más inútil de lo que muchas veces ya parece ser, como el hecho de cazar animales que pronto terminan en peligro de extinción, o, que ya lo están.

-¿Escuchara si tocas de esa manera?- pregunto con inquietud. Pone su dedo índice sobre sus labios indicándome silencio. Saco el aire por la boca y me recargo en el marco de la puerta esperando a ver cómo nos quedamos aquí sin entrar a clase e imaginando como es que terminare castigada por no haber entrado a todas las clases.

-No digas nada- me pide con voz tranquila y ciertamente ha funcionado, su seriedad y esa manera en que me observa me hace sentir un tanto incómoda. Asiento con la cabeza ahora con la mirada fija en la puerta que se abre de manera rápida y de esta se asoma una mujer alta de cabello corto, delgada y sinceramente tiene cara de profesora tipo Freddy Krueger la cual a partir de este momento me acompañara en todos en cada uno de mis sueños.

Ojos pequeños pero aterradores, labios delgados y pintados de un tono rojo fuerte, tiene una regla en la mano y la sujeta como si estuviese a punto de lanzarla contra mi cara, trago en seco el ver como sus ojos examinan a Gideon y después a mí. Sorprendentemente usa una blusa exactamente del mismo modelo que la camisa de Freddy en la película.

-Joven Baker y... usted quién es- inquiere alzando ambas cejas con la mirada fija en mí, me examina de nuevo y después hace una mueca -¿Y esa ropa? Acaso no conoce el reglamento de esta institución- su manera de hablarme me molesta así como esa mirada de repulsión hacia mí, pero que debería hacer, es una profesora y no es como si pudiera decirle lo mismo que le he dicho a Adam hace unos minutos.

-Lo siento, me llamo Lía Steel soy nueva y…-.

-Eso lo veo. ¿Y?- interrumpe y su manera de hablarme es desesperante.

-Tengo entendido que a los becados se les da una semana para traer el uniforme, y este es mi primer día por lo tanto me quedan seis. No soy tan ignorante como aparento profesora, he leído el reglamento así como también me lo he aprendido para poder defenderme ante esta y muchas otras ocasiones. ¿Ya podemos entrar a clase?- noto como sus manos están empuñadas y por el largo de las uñas creo que se las está clavando en la palma de su mano. 

No tengo idea de como es que Gideon nos observa o si es que lo está haciendo pero creo que no aprobara esto.

-Entren- dice con voz fría y molesta.

 Creo que acabo de cometer la mayor estupidez en mi primer día, espero no tener que arrepentirme, porque si ella no lo desea no me gradúo así que debo tener cuidado.

Me siento al frente y como esperaba Gideon se va hasta el último asiento.

-Bueno, comenzaremos la clase, hoy haremos…- alguien comienza a tocar exageradamente la puerta, la profesora gira la cabeza a donde esta y puedo ver como saca el aire por la boca de una manera diabólica, como si el vapor fuese a salir verde para complementar la escena tan espantosa y una música siniestra comenzara a sonar.

-Lía Steel, ¡Abre la puerta antes de que ese maleducado la derribe!- me ordena así que me levanto de la silla para poder abrirla sin decir nada, después de todo quiero poder pasar las materias, aún faltan seis meses para que el semestre termine y yo me iré en dos, eso significa que debo pasar un parcial y será todo, después terminaré mis estudios en no sé dónde cuando regrese a casa con mis padres.

Giro la perilla de la puerta y la abro con cuidado, una sonrisa diabólica se forma en el rostro de Adam al mirarme. Como me encantaría poder cerrarle la puerta en esa cara de imbécil que supogo carga todo el tiempo.

-¿Y esa cara? ¿No te alegras de verme?- pregunta. Se cruza de brazos y se recarga en el marco de la puerta como si tuviese su tiempo.

-Adam, pero entra por favor, no te quedes ahí- me giro totalmente sorprendida al ver como la voz y expresión en la cara de la profesora han cambiado por completo.

¿Qué es esto? ¿Es una broma o algo parecido?

-Siento llegar tarde pero…- eso no es verdad, por supuesto que no lo siente en lo absoluto.                 

-No te disculpes, puedes llegar a clase cuando estés desocupado, yo lo entiendo- dice con una enorme sonrisa mientras que yo me quedo observándolos como una completa tonta.

¿Es que acaso Adam también estuvo antes aquí? Pero por qué el profesor de literatura lo presentó como nuevo, pero tampoco lo hizo con Gideon y él ya estuvo aquí. Ahora sí que estoy confundida.

Pero a quién puedo preguntarle.

Llevo la mirada  a donde Gideon y nos observa con detenimiento, su expresión parece vacía y si sentido para mí.

-Lía, vuelve a tu asiento- dice la voz de la profesora sacándome de mis pensamientos, ¿Qué es esto?