Yo te protejo

Capítulo 4 "No debiste"

Llego al colegio algo tarde, camino rápidamente sin saber a dónde demonios debo ir, solo dice en mi horario “Edificio A clase 6“¿Y eso qué demonios significa? Bajo la mirada mientras sigo corriendo y en el momento en que la levanto alguien se atraviesa en mi camino así que me detengo antes de que caiga sobre él.

-¿Director?- sonríe y pone su mano sobre mi hombro, sonríe y me observa como si estuviese a punto de reclamarme algo, aunque ciertamente no tengo idea de qué será.

-¿Acaba de llegar señorita? Se ha perdido tres clases-

-Lo siento pero tuve un contratiempo y ahora no tengo idea de a donde debo ir- comento mirando hacia los lados pero solo veo césped, arboles, y aulas en todas partes, esto es demasiado grande.

-Si tiene esto con usted no se perderá- me entrega un hoja doblada en varias partes, la abro y es un mapa de todo el colegio, sonrío y respiro aliviada.-Muchas gracias en verdad pero debo irme porque me asesinaran si falto a más clases- asiente con la cabeza y sonríe –Que tenga un buen día-.  -Gracias señorita, y será mejor que espere a que el timbre suene para que pueda entrar a la próxima clase ya que falta pocos minutos para ello, será inútil si pide permiso hasta ahora para entrar-.

-Entiendo, y gracias-.

-Y procure no toparse con más contratiempos- asiento con la cabeza y me alejo.

 Me acerco a un pequeño puente con la mirada fija al lago que me quedo prohibido por Gideon, tal vez vaya en algún momento, después de todo el lago es el comienzo de la entrada a un bosque y es por eso que aquí es más frío, además ¿A quién no le intrigan este tipo de lugares que son realmente hermosos?

-¿Dónde has estado? Te has perdido tres clases y creí que algo te había sucedido- dice Gideon mientras toma mi antebrazo para hacerme quedar frente a él. -¿Acaso te perdiste en el colegio? Te estuve esperando para que eso no pasara pero nunca llegaste- frunzo el ceño al ver su nivel de enojo, tal vez tenía miedo de que Adam le hiciera algo.

-No te preocupes por eso, ahora tengo esto- le muestro el mapa que me regaló el director pero no parece feliz, lo arrebata de mis manos haciéndolo bolita y lanzándolo al agua que pasa por debajo del puentecito, volteo observando cómo se hunde poco a poco. –Pero yo…-.

-Yo soy tu mapa y tú me proteges ¿Lo recuerdas?- dice con enojo. Tal vez así se siente mejor si ambos nos ayudamos mutuamente, quizás no quiere quedar en deuda conmigo al no defenderse de Adam por sí solo.

-Lo recuerdo, así que como agradecimiento te he traído esto- le muestro la bolsa y frunce el ceño.

-¿Qué es esto?- cuestiona bajando el tono de su voz considerablemente, ahora parece haberse convertido en el Gideon tímido y reservado.

-Ya te lo dije, es un gracias por ser mi mapa- sujeta la bolsa y se queda mirándola unos segundos sin decir nada, simplemente está mirándola como si estuviese demasiado sorprendido.

-Pero, ¿Qué es?- blanqueo los ojos y saco la cajita en la que viene el celular.

-Eso es la bolsa y este el regalo- añado alzando ambas cejas –Vamos ábrelo que por esto he llegado tarde- lo toma y lo abre lentamente, saca el celular y se queda con los ojos bien abiertos con la mirada fija en la parte trasera del mismo. -¿Pasa algo? ¿Se ha roto?- pregunto con miedo, me acerco y a un lado de su nombre grabado hay un corazón.

Bajo la mirada y muerdo mi labio inferior, diablos, muero de vergüenza.

-Cael- solo puedo decir eso, siento que mis mejillas arden de la vergüenza –Lo siento enserio, jamás pedí que pusieran ese corazón, solo pedí el nombre y…-.

-Gracias- dice levantando la mirada hacia mí.

-No lo agradezcas, después de todo por mi culpa tu celular se ha roto-.

-Te dije que no fue tu culpa, pero, oh, hay otra cosa aquí dentro- saca la cajita negra que me dio Nicole ayer-.

-Sí, me dijeron que me darían dos accesorios de regalo y…-.

Saca dos fundas de pareja de ella y me quedo observándolas con pánico total.

-¡Nicole! Te juro que no sabía que eso vendría ahí y… Esas me las quedaré- añado tomando ambas y metiéndolas en mi mochila.

Noto que ríe por lo bajo pero trato de no hacer caso ya que siento que moriré de la vergüenza.

-Enserio, gracias- dice sonriendo y mostrando sus perfectos y blancos dientes. Lo observo por unos segundos sin decir nada, no sé mucho sobre él pero lo importante es que es una gran persona y gran amigo, y voy a cuidar de él hasta que salga de este lugar.

-Es hora de irnos-.

Muerdo mi mejilla por dentro al ver que nos dirigimos al mismo salón de clase al que llegamos tarde ayer, la profesora Teresa me da miedo y aún más al ver sus cambios tan extraños de humor al ver a Adam.

Noto que Gideon me observa en el momento en que me detengo antes de cruzar esa puerta, inclina la cabeza en dirección hacia la misma en señal de que debo entrar, inspiro profundo y entro, Adam, la chica llamada Taylor y otros chicos y chicas más están reunidos en grupo riendo pero todos guardan silencio en el momento en que entramos, no hago caso de su presencia y camino al mismo lugar de ayer con el fin de arruinarles el día sentándome a su lado pero la mano de Gideon me sostiene por el brazo llevándome hasta la parte trasera de la clase con él como si hubiese leído mi mente y no quisiera que terminara castigada en la dirección y con una suspensión de tal vez tres días, aunque no estaría nada mal.




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