Sofía.
—¿Quieres salir hoy? —pregunta.
Estoy acostada en el piso de mi habitación, haciendo un gráfico de un edificio en 3D que me pidieron para la semana siguiente. Me he aplicado en algunas materias, siendo prácticamente mis prioridades cuando tengo trabajos. Por lo que al hacer cada cálculo para que quede perfectamente recto necesito mucho espacio. Dejo el lápiz encima de las hojas y me concentro en lo que me pregunta Mateo por el teléfono.
—Si, me gustaría. ¿A dónde?
—Jared nos invitó a una de sus tantas reuniones, pensé que tal vez te apetecía ir, así despejas un poco tu mente.
—A ti no te gusta estar rodeado de tantas personas, entonces lo mejor sería no ir —me muerdo el labio. Sé que a él no le gustan las fiestas o algo que pueda perturbar su tranquilidad, y aunque yo no sea mucho de eso, me gusta ir de vez en cuando, pero tampoco pretendo que él lo haga por mí —. Podríamos ver una película más tarde. Hacer como una pijamada.
—Grace me dijo que hace mucho tiempo no vas a una —Gruño por lo bajo. Claramente mataré a Grace cuando la vea —. No porque seas mi novia tienes que dejar de ir a esos lugares que te gustan.
—Sé como eres, y que nunca me prohibiste esas cosas, y que tampoco lo vas hacer. Solo, ¿no puedo preferir pasar tiempo contigo?
—Muchas personas pueden pensar que te estoy apartando.
—Entonces, ¿quieres que vaya solo a una fiesta para que no piensen eso?
—No me refiero a eso —ambos nos quedamos callados. En estos ocho meses a veces me cuesta entenderlo, y de decirle que discuta lo que quiere decirme, pero siempre me deja a que adivine a que quería llegar con eso —. Mañana podríamos ir a un parque con tus hermanas y vamos con los chicos.
—Austin no va a ir si va Aitana.
—Pues se jode si quiere ir, si no, bien se puede quedar acá haciendo nada por su vida —Eso me saca una sonrisa. Él no se pone a discutir en esos aspectos.
—Hoy estuve hablando con el detective —cambio de tema. Esto se me había olvidado decírselo —. Celeste tiene una residencia junto a una chica, cerca de Orange Country. No sé bien en qué parte, pero la ubicación ya está.
—¿Y la de Holly?
—De ella no sé sabe nada. La última vez fue vista en Santa Mónica, hace dos meses, pero no pudieron localizarla bien —Todo esto de buscar me tiene con los pelos de puntas, quiero encontrar a Edward, él merece volver a su casa y estar con su familia —. Me preocupa un poco qué repercusiones puede traer el que regrese.
—Ava no se va a quedar tranquila, Sofía. Debemos ser conscientes de eso.
—¿Por qué nos odia tanto? —Duele, de verdad saber que nuestra tía es como la piedra que estorba en el río en el cual queremos pasar, es agobiante y tenebroso no saber que sigue.
—Hay personas que solo son así, no tienes que entender el por qué de sus acciones. Es mala, Sofía, nada va a cambiar. Te conozco, y el que hayas intentado ir a visitarla hace un par de meses me dice que quieres saber sus motivos.
—No lo sabía… —Nunca me dijo que él sabía de mi intento de visitarla, meses atrás.
—Le das el beneficio de la duda y está bien. Solo que no tengas expectativas ante eso. Ava es mala y no hay más explicación que esa.
—Austin ya fue a ver a tu pad…
—Ni lo digas —Me interrumpe—. Ya mamá me ha dicho que debo ir, qué por qué según es lo mejor para dejar todo atrás. Entiendo porque lo sugiere, pero ni en mis peores pesadillas voy a ver a ese hombre —suelta, molesto.
Hablar de su padre lo vuelve receloso, a la defensiva y de mal humor. Me pongo en sus zapatos y ver la cara de alguien que ves como un “monstruo” cuando en realidad es tu padre, debe ser difícil para él. No lo comprendo del todo, porque cuento con un padre que con todos y sus errores es un padre asombroso. Alguien que nunca nos agredió, ni mucho menos le hizo daño a nuestra madre. Papá siempre demostró ser un hombre íntegro y de esos que dan la vida por todos nosotros.
—Te dejo, quede de hacer algo con Jared —Me despido y cuelga la llamada.
No voy a negar que acostumbrarse a la manera fría de ser de Mateo no fue fácil, sigue sin serlo. Pero nos miró a ambos y a veces no se necesita ser cursis para ser felices. Me siento bien cuando estoy con él.
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—Todos se lo comían con la mirada —dice con la boca llena de helado —. Literal todas estaban preguntándole si tenía novia o que si era capaz de ser infiel. Pero de pronto dejó en claro que no va a permitir acosos y que le gustaría total respeto de parte de todos.
—Me las imagino —suelto una risa—. Oye, por cierto, ¿cómo está Chloe?
—Estamos enojadas —frunce el ceño, cosa que yo también hago. Por lo normal no discuten ni nada por el estilo —. Ayer Tadeo fue a casa y anunciaron que se van a casar.
—¿Y no estás feliz por eso? —pregunto, aun sabiendo la respuesta.
—Sofía, por supuesto que sí. Solo que no me quiero quedar solos con mis papás. No quiero que sigan fingiendo que se aman cuando no es así, no lo soporto. Así que le dije que me iba a mudar a una residencia, y se molestó. Le dije que entonces con ella y, también se negó.