Yo te quiero.

23. Confusión.

68747470733a2f2f73332e616d617a6f6e6177732e636f6d2f776174747061642d6d656469612d736572766963652f53746f7279496d6167652f425f323652527141706f674c52673d3d2d3839343734383732332e313638393237383330383837663362623638333039333836363032322e6a7067?s=fit&w=1280&h=1280

 

Sofía.

Mis manos me tiemblan y aunque la hermana de Jared me trata de tranquilizar, yo solamente no lo hago.

¿Por eso se alejó? Confío en Grace, o por lo menos pensaba hacerlo, pero entonces qué pasó para que me pidiera perdón y encima decirme que Edward está en peligro. Jamás le hablé a Grace sobre mi hermano, cumplí lo que pactamos con respecto al secreto, se lo conté a Mateo y está claro que no se vio implicado en esto. Dudo mucho qué se lo haya dicho a mi amiga. Las gemelas también lo tienen prohibido, y confío en su palabra. ¿Entonces? Edward no ha aparecido para los demás, solo con una pequeña posibilidad de estar vivo. Nuestra familia todavía no lo sabe, papá ni siquiera ha tenido la oportunidad para verlo. No tiene sentido todo esto.

Crecí con ella, vivimos experiencias juntas y fuimos testigos de lo que a la otra le pasaba. Su familia estuvo involucrada de alguna manera con la mía, sus papás fueron amigos de los míos y eso que cuando mamá falleció fueron los papás de ella que estuvieron más presentes al igual que Grace. Nunca he podido dudar de ella porque nunca me ha dado razones para ello. Ella sabe todo de mí, ¿cómo me sale con esto?

—Debes tranquilizarte —la chica que no conozco, trata de tranquilizarme acariciando mi espalda de arriba abajo—. No sabemos de qué se trata esto y debes actuar de la mejor forma.

—¿Cómo es qué sabe de Edward? —pregunto. No contesta y es por la sencilla razón que no sabe la respuesta—. Es como una hermana para mí, ¿y si solo se enteró y me quiso avisar?

—No busques justificar a las personas sin no tener la versión de lo que está sucediendo. Al igual que tampoco la puedes juzgar —me dice, tomando un botecito blanco y saca una pastilla pequeña de ahí—. Es para el estrés —informa—. Continuó —se la toma sin agua antes de enfocar de nuevo su atención en mí—. Si, debes proteger a Edward. Porque una vez Ava lo encuentre todo se va a descontrolar, lo sé. Solo que no sabemos de qué trata esto, llamaste a Holly como loca tratando de evitar algo, y esta bien. Pero la misma chica te dijo que él estaba bien y que no había salido de donde sea que lo tiene.

—¡Eso no implica que siempre lo vaya a estar! —bramo, molesta—. ¿Dónde está Mateo? Debo ir a mi casa o a las autoridades.

—¿Qué? Por supuesto que no —alega, mirándome con molestia—. Las autoridades ahora no son buenas, lo podrían exponer con la excusa de que lo van a proteger, pero no va hacer así. Holly es policía debemos confiar en ella, primero es la más capacitada para hacerlo y tú, Sofía, debes pensar primero en los movimientos que vas hacer antes de que todo se salga de control.

—¡¿Y tú qué sabes?! —me levanto de la cama.

—Mucho —asegura—. Sé que pasa tu familia, sé cómo vives porque soy la hermana de Jared y ahora la abogada de Mateo. ¿Qué más explicación quieres?

—¿Y si tú estás ideando todo esto? Llegaste justo cuando me llamaron y yo estaba alterada —la acuso señalándola con el índice.

—Que estresante eres —pone los ojos en blanco—. Mejor te dejo sola y sigue pensando en cosas que no te llevan a nada. Solo a creerte que eres mejor investigando que cualquiera. La paciencia es una maldita virtud y el que no la sabe manejar se jode en este mundo —me lanza una mirada seria antes de irse.

Tengo ganas de llorar. Yo sencillamente nunca había tenido que pasar por algo como esto, ¿por qué tanto misterio?, ¿de qué se trata este juego que se trae Ava?, ¿por qué aún estando en la cárcel tiene algún poder de poner todo de cabeza? Estoy cansada, y más que cansada, pienso en que hay temporadas donde para mí todo fluye bien y ahora pasa esto.

Salgo de la habitación y camino a la sala donde está Jared hablando con dos hombres que no tienen pinta de ser buenas personas.

—No voy a repetir. La orden es clara, me la buscan así sea debajo de las piedras. Y no, no se van a meter con ellos tres. Que dependiendo a como la encontremos, entonces el mismo puto castigo se van a ganar —habla fuerte y con una ira acumulada, mirando a los dos hombres—. No quiero errores.

—Cuente con que la vamos a encontrar —afirma uno de ellos. Se dan la vuelta y me observan, el que no habló me mira de arriba abajo antes de lanzarme una mirada morbosa.

—Si no quieres que te quite los ojos, no la mires de esa forma —advierte Jared—. Ahora, largo de mi casa.

Ambos se marchan dejándonos solos. Siempre he tenido curiosidad con todo lo que tenga que ver con Jared, para empezar el cómo se conoció con Mateo o por lo menos por qué le dicen Nani.

—Mateo se fue a la bodega a hablar con mi tío, no sé a qué horas regrese. Eso sí, tú de esta casa no sales antes de que él venga.

—¿Tu familia qué tiene que ver con Mateo? —indago.

Da un suspiro largo, antes de tirarse al sofá extendiendo los brazos por lo alto de ellos. Me hace una seña con la cabeza para que yo también lo haga.

—Mi tío es la persona que ayudó a tu hermana a encontrar la evidencia y los testigos para demostrar lo que había hecho.

—¡¿Por qué demonios Layla no está acá para solucionar todo esto?! —exclamo, frustrada. 

Estoy tan molesta con ella y son tantas razones, pero la principal es esta. No te vas y te alejas cuando sabes que va a empezar una verdadera guerra. Ahora por culpa de sus acciones Edward también se ve manchado, ¿por qué no pudo quedarse y ya? Mi hermano de seguro vivió un infierno estos años y ella solo ahora no aparece y se hace la desentendida de todo.



#1303 en Otros
#61 en Aventura
#191 en Joven Adulto

En el texto hay: secretos, vecinos, chico nerd y chica popular

Editado: 24.12.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.