Yo tendré La Vida Feliz Que Tanto Deseo

Capítulo 3

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(nt; bebé Lidyam) 

(nt; bebé Lidyam) 

(nt: Leviatham de Crastrillior, padre de Lidyam)        

(nt: Leviatham de Crastrillior, padre de Lidyam)

***

 

Lidyam

La incomodidad que experimento en estos instantes supera mis límites. No el hecho de sonreír por horas, ni sudar por horas... lo que realmente me incomoda es estar al lado de un tiránico e impredecible psicópata de clase real...

—Aah —*suspirar*

Ahora mismo estoy en la misma habitación que mi loco padre, aún no sé a qué vino. Pero lo más probable es que no sea a cuidar de su adorable hija.

Ha estado ya un buen rato mirando cómo le sonrió, no entiendo que es lo que está pasando...

—Me pregunto por qué sonríes como una tonta... —dijo él con un rostro relajado en tono burlón.

Pero qué demon*** ¡¿Acaba de llamarme tonta?! Este imbécil, cree que puede burlarse de mi ¡¡aah!! Me pone furiosa, pero no puedo enfadarme tengo que aguantarme y seguir sonriendo. Si eso es, fingiré que no oí eso tan desagradable que dijiste tu tontito padre jaja ....

Se acercó y me tomó entre sus brazos y me saco de la habitación.

¿A-a dónde pretende llevarme?

Entonces dijo de repente; — ¿En dónde deberías dormir?

¿Qué, acaso piensa que dormiré fuera de mi habitación? ¿A dónde piensa llevarme? tengo miedo....

(nt: en ese momento lidy sintió el verdadero terror :"v)

.

.

.

La habitación nueva era toda una joyita, literalmente habían joyas por todas partes. Creo que no es una exageración que lo llamen tirano uhm... en mi vida pasada habría vivido toda mi vida como millonaria si tuviera una sola piedra de este cuarto.

—Woaw— *sorprenderse*

¡Qué hermosa habitación! es tan linda, acaso me saco de esa habitación para traerme a esta que es mucho más lujosa?!

¡Wow hay oro por todas partes! e-es distinta a mi antigua habitación aquí hay adornos de oro y hay diamantes adornando las cortinas.

Entonces entro en la habitación una fila de sirvientas vestidas con uniformes de blanco y negro, todas muy hermosas.

Mi padre le ordeno a una de las sirvientas que trajeran una cuna para mí.

—de inmediato, su majestad —Respondió nerviosa la joven sirvienta.

—mi señor ¿desea que sostenga a la princesa? — pregunto la sirvienta mayor.

—No.... —respondió con una mirada intimidante a la pobre sirvienta.

La sirvienta contuvo sus lágrimas y tenía la cara de haber visto al mismo lucifer en persona.

¿Cómo un hombre tan apuesto y con apariencia tan hermosa que irradiaba esplendor, aterrorizaría a una persona a tal punto de hacerla llorar? ¡Y solo con una mirada! me dio miedo el solo verlo a la cara.

Me siento incomoda en los brazos de mi padre, él no sabe cómo sostener a una bebe apropiadamente.

Entonces me acomodo en la cuna.

¡Al fin! Uff**

—Te ves más tranquila eh, bien, supongo que te quedaras aquí de ahora en adelante —dijo mi padre con una sonrisa encantadora pero algo siniestra a la vez.

¿Qué demonios planea este hombre loco?

Sonreí dulcemente, pero dentro de mí estaba aterrorizada.

—ustedes, quiero que a partir de ahora la cuiden —dijo él y luego se marchó.

Las sirvientas se pusieron a ordenar y acomodar la habitación y empezaron a hablar entre ellas;

—nee nee Silvia, por qué crees que su majestad trajo a la princesa a los aposentos reales? —comento la sirvienta.

¿Acaso esta habitación le pertenece a él? ¿Por qué me trajo? Claramente no fui deseada por él, entonces traerme aquí y darme atención, nada bueno debo esperar de él.

—Cállate Mary y has tu trabajo —reprendió a la otra sirvienta.

— ¿pero no crees que esto es extraño??

—no es asunto nuestro, solo debemos cumplir con nuestra obligación de atender a nuestra princesa.

—ella tiene razón, Mary debes dejar de hablar cosas innecesarias lo entiendes? — regaño la sirvienta mayor.

—Aah esta bieeen —respondió Mary.

—Pero a mí me parece que su majestad empieza a encariñarse con la princesa— prosiguió la sirvienta.

Aah Mary tontita, mi padre no me quiere en lo absoluto. De seguro planea venderme o algo así. Oí que las hijas de los reyes suelen ser mucho más valiosas que cualquier mujer hija de algún plebeyo.

—oigan la princesa intenta decirnos algo, ¿será que tiene hambre?? —dijo la sirvienta Silvia preocupada




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