Lidyam
Sentía un escalofrió recorrer por todo mi cuerpo, una corriente de viento se había escapado a mi habitación. Mi loco padre no estaba a mi lado como solía estarlo a media noche...
Esto no me gusta nada...
Y como si fuera una adivina de los cojones... la razón por la que no estaba nada bien era... un loco asesino de la noche.
Colándose por la puta ventana que dejaron abierta.
¡Joder Mary como me pase un rasguño, solo uno, te despellejo esa cara pecosa que tienes!!
Podía sentir la respiración acelerada del hombre que me cargaba entre sus brazos y ponía una espada en mi cuello, el filo de la espada era increíblemente peligrosa.
Pero para ser un terrible asesino de la noche él —al igual que yo— parecía asustado y desesperado por encontrar una salida a la situación.
Woah sabía que era malo dejar la ventana abierta... además padre loco no está aquí, solo queda una cosa por hacer... ¡Conquistar al asesino de la noche!
¡Belleza de bebe, ahora es tu turno!!
El objetivo es encantar al asesino de la noche y calmarlo y cuando se descuide... ¡Gritar con mis extraordinarios pulmones de bebe!
Hice eso mismo, el asesino de la noche se conmovió por mi acto de pestañas húmedas, y un encantador e irresistible;
— ¡aaguu! —acompañado de una sonrisa angelical.
Justo cuando estaba a punto de gritar, mi loco padre, estaba detrás del asesino de la noche.
Y le había arrancado la cabeza con las manos desnudas, sus ojos rojos parecían irradiar una luz rojiza intensa, a la vez sus manos desprendían la misma luz.
— No pareces asustada... —dijo él, mi sereno y relajadísimo padre, después de desmembrar una cabeza como si se tratara de decapitar una gallina.
¡Por supuesto que no tengo miedo! Kukuku*risita maliciosa* ¿sabes con quien estás hablando? Muchacho he muerto antes kukuku* esto no es nada.
Sonreí para mi padre loco, y levante mis manos—aun diminutas— a su cara de dios griego.
¡Oh galán tu superas a David de miguel ángel!
— Eso está bien—dijo mientras me sostenía en sus brazos. —sería un problema si estas cosas te asustaran, ya que eres mi hija deberás acostumbrarte.
Claro, claro no tengo problema con eso. Sé que este mundo es una mierda al igual que el mío. El que intenten matarme no es cosa nueva, después de todo.
Podía sentir manchas de sangre del asesino de la noche en mi cara.
¡Joder que asco! ¡Padre tienes que bañarme!
— waaa booo —pronuncie quejándome de la suciedad.
Padre loco me cargo hacia la cama, y luego como una fila de bailarinas entraron a la habitación real, las sirvientas.
Ellas naturalmente se espantaron con la escena, digo es normal.
Había un cadáver fresco en el suelo justo al lado de la cama.
Un grandioso charco de sangre a los pies de mi loco padre.
Las sirvientas sorprendidas por la escena terrorífica y sangrienta, se apuraron a acercarse a mí y le preguntaron a mi loco padre;
—Su majestad ¿nos permitiría revisar a la princesa? —dijo Silvia.
De todas las sirvientas en la habitación, Silvia era la más relajada. Parecía acostumbrada a estas situaciones.
¡Que increíble eres Silvia!
Silvia estaba serena e impasible, supe que para ella ver estas cosas desagradables era de lo más común.
Entonces mientras admiraba la grandeza de Silvia. Padre loco hablo.
—Preparen un baño para mi hija... —dijo con serenidad sosteniéndome entre sus brazos.
—En seguida su majestad—dijo Silvia, luego al ver que padre no me soltaba, pregunto. —Su majestad ¿usted aseara a la princesa?
—hazlo.
— *asentir con la cabeza* —Su majestad esta sirvienta le suplica su perdón por mi imprudencia.
—... —padre loco ni la miro, Silvia se fue apresuradamente a preparar el baño.
Silvia la segunda sirvienta mayor después de Lety, siempre se preocupó más por mí que cualquiera de las otras sirvientas. Incluso cuestionaba las órdenes de mi padre loco.
¿De dónde sacaba tanto valor? no lo sé, pero ella era lo más cercano a una madre que podía tener.
.
.
.
Mientras tomaba un relajante baño de media noche, sentía a mi padre bastante tranquilo y sereno. Como si el asesino de la noche nunca hubiese pasado.
El lavaba mi cabeza con suaves caricias, podía ver el agua rosada—por la sangre que me había manchado— la sangre de aquel hombre que horas atrás trato de matarme.
Padre loco se mostraba inexpresivo, sentía sus manos suaves limpiar mi cuerpo de toda esa sangre, que al caer al agua se distinguía un color nuevo, un rosa pálido casi transparente.
También pude apreciar el esculpido cuerpo de padre loco. Habían cicatrices en todas partes, viejas y recientes... por supuesto que eso se debe a la guerra.
Me sentía triste, no por él precisamente, si no por mí.
¿Qué me deparara el jodido destino? Este es el segundo intento de asesinato que sufro sniff*
(n/t: el primero fue su madre al nacer :v)
Con un padre tan peligroso y con sus muchos enemigos que quieren matarme... ¿Podre llegar a la edad adulta siquiera?
Después de mi baño, él ya había terminado y llamo a Silvia a vestirme y prepararme para dormir, estaba ya más tranquila, me sentía segura mientras papa me cargaba.
Silvia se ocupó de mi pijama, después padre y yo nos recostamos agotados en la cama...
Inmediatamente cuando padre nos envolvió con sabanas suaves y cálidas cerré los ojos para poder echar un sueño. Obviamente no moriré si duermo con padre loco.
Se está calentito.
—Su majestad con su permiso me retir... —Silvia estaba mirando hacia la puerta, a punto de marcharse, pero padre la detuvo con una pregunta inesperada.