Yo, tu tormenta. Tú, mi arcoiris

CAPITULO 3

A Correr...

- Bueno, ya vamonos- dice Jackson.

- Ok.- me doy la vuelta y comienzo a caminar para volver al restaurante.

- Espera- me detiene- no traias eso puesto... ¿De quien esa chaqueta?

- De mi nueva meta- digo, formando una sonrisa.

- Ya veo... Y... ¿Donde está mi cuñado?

- Tranquilo... Aún no lo es. Pero lo será.

- Si es que no lo espantas con tanta masculinidad- dice riendo.

- Payaso- digo rodando los ojos. - también tengo mis encantos femeninos. — digo, para luego sacarle la lengua como toda una adulta.

- Si tu lo dices... - vuelve a reír.

- Hijo de... - comienzo a acercarme a el para plantarle unos golpes.

- ¡Oye! ¡Soy mayor que tu! Respetame.

- Respeto tu abuela. - le digo, para darle un último golpe.

- Okey, okey ya- dice, tomando mis brazos para impedir que lo siga golpeando. - Esto es lo que haremos: Si lo enamoras yo tendré que darte 1000 dólares y si no lo logras, tu tendrás que darmelos a mí. ¿Trato?

- Trato. — asiento.

- ¿Y como se llama? - pregunta.

Pero no respondo, ni si quiera le pregunte su nombre... Rayos... Ya comenzamos mal.

- Te acabo de preguntar que como se llama... Tierra llamando a Isa.- insiste.

- No lo se- digo entre dientes.

- ¿Que dijiste?

- No.. lo...se...— repito otra vez entre dientes.

-Deja de hablar entre dientes Isa.

- ¡Que no lo se! ¿Okey? No se su nombre... - digo para luego salir del balcón, mientras lo escucho explotar a carcajadas.

- ¡Pues ya veo que llevó la delantera hermanita! - grita desde el balcón.

Ya verás... Lo voy a encontrar... Y cuando lo haga, lo haré mío.

Vuelvo a la mesa, pido la cuenta y nos vamos. Unos 15 minutos después nos encontramos en el hotel donde nos estamos Ospedando.

Cuando llego a la puerta de mí habitación, encuentro un ramo de peonías, mis flores favoritas. Y con este un sobre.


 


Desde que empece las carreras hace 7 años, me llega un ramo de flores después de cada una de ellas, y dentro de los sobres se encuentran frases como: Lo hiciste muy bién... Soy tu fan #1... Felicidades, lo hiciste genial... Etc. Y aunque aún no se quien me envía estos detalles, le agradezco desde el Fondo de mí corazón. Por otra parte, da un poco de miedo que alguien sepa mí secreto, pues todos creen, que quien corre los autos en la pista de carreras es mí hermano Jackson, pero de todas formas, esas simples frases, me reconfortan.

- Ya llegaron las flores eh. - dice Jackson tras de mí.

- Si...

- ¿Y que dice la nota esta vez?

- No lose, aún no la he abierto.

- Pues abrela ya.

Le hago caso, y abro el sobre para ver que dice esta vez. Y dice: ¿De que vale ganar cada carrera... Cuando al final no puedes celebrar con una de las personas que más amas, por estar hundida en mentiras?.

Y esas palabras escritas en este simple papel, me dicen otra vez, que la persona detrás de estos detalles... Me conoce más de lo que yo creía.

- Wou... - habla Jackson. - esta vez no son felicitaciones.

- Ya entraré... - digo sin responder a su comentario. - descansa.

- Tu igual- besa mí frente y se va.

Abro la puerta, entró y dejo las flores sobre una mesita frente a los muebles, dejo mi bolso en el suelo, buscó mi maleta, saco mi pijama y entró al baño para darme una ducha.

Salgo, me tiro en la cama y a dormir.

Corrección, eso era lo que planeaba pero han pasado 2 horas y el reloj marca las 2:00 AM, y todavía no he conciliado el sueño.

Por lo que me levanto, me pongo unos pantalones que combinan con mi sudadera y unos tenis, y así... Me decido a salir a las calles de Venecia.

Aquella nota entre las flores me había dejado pensando, no puedo abrazar a mi padre al terminar las carreras por el simple hecho de que no tengo suficiente valor para decirle que corro en autos de carrera, y que, quien corre en los autos soy yo, no Jackson. Todo es mucho más fácil cuando sabes el resultado, ni siquiera hay que pensarlo tanto, pero en este caso... No lo se.

Mi padre siempre ha sido muy comprensivo y directo, pero estamos hablando de algo que nos arrebató a la persona que más amabamos. Nose si será comprensivo como siempre, y me apoyará, o si esta vez no lo sera, y se decepcionara de mí. Y es que... El simple hecho de pensarlo, ya hace que una lágrima se escurra de mis ojos.

Limpio mis lágrimas, y dejó que mis ojos se deleiten con la hermosa Venecia y sus calles.


 


 


 


Dejó de observar la vista, cuando alguien comienza a caminar a mi lado tomandome de la mano. Giro rápidamente mi rostro, cuando me doy cuenta de que es el chico de antes.

- ¿Tan distraída estas que no te habías dado cuenta de que te seguían? - pregunta.

- Awww, ¿me estabas siguiendo? - digo, toda alagada.

- Yo no, tonta- responde.

- Ah, con razón, no podrías alcanzarme de tan lento que eres chico tortuga.

- Estos no son momentos para bromear. Y no me llames tortuga, tengo un nombre y es Aiden (Eiden)

- Ay, pero que amargado eres chico tortuga, ni tomandome de la mano te dignas a ser amable y cariñoso, ¿para que me seguiste entonces?

- Ya te dije que no soy yo quien te sigue.

- Ya deja de bromear- le digo soltando su mano, mientras nos detenemos. - si querías mi número solo tenías que decirlo sin tanto rodeó. ¿Que alguien me sigue? Por favor... ¿Quien lo haría y por que? Y en caso de que así fuera, puedo cuidarme sola. - digo, para luego acelerar mi paso.

- Oye- dice tomandome del brazo, pero alguien más lo toma a él, lanzándolo contra las paredes de las casas.

Rayos, yo y mis berrinches.

No logro distinguir el rostro del hombre frente a mi, por lo que, sin pensarlo dos veces comienzo a luchar con él, cuerpo a cuerpo. Lo que no le hace mucho, pues este, tiene tanto el doble de altura como de masa muscular.



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En el texto hay: misterio persecucin comedia

Editado: 11.07.2022

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