CAPITULO 8

— ¡Bebé!— exclamo, corriendo hacia uno de mis autos de carreras:  mi Bugatti chiron.

— ¡Dios! Te extrañe tanto— digo, mientras le doy un beso.
 

— Ni a mí me demuestras tanto afecto.— habla Jackson.
 

— Callate, tu ni siquiera me das tiempo para extrañarte, siempre estás ahí. Y más después de lo que pasó.

— Yo también te quiero— dice, abrazándome tan fuerte como se puede.

— ¡Suéltame! Me asfixias — le reclamo.—Iré a dar unas vueltas— le digo, para luego montarme en el auto.

Me encuentro en Texas motor Speedway, donde práctico y dónde más he corrido carreras en los últimos años, ya ha pasado un mes y estoy completamente sana.

Me coloco en la línea de meta, como si de una verdadera carrera se tratara, hago un poco de ruido, pisando el acelerador sin dejar el auto correr.

— Uff música para mis oídos...

Y arranco. Este bebé alcanza los 417 Km/h como velocidad máxima, así que a disfrutar esto.

La adrenalina que se siente siempre será mi sensación favorita, la vibración en la planta de mi pie derecho y el sonido de esta preciosura, son algo que no se olvida fácilmente y que ya es una parte esencial en mi, se podría decir que es como los 8 vasos de agua que necesito diario.

Tomo el volante con las dos manos aumentando la velocidad a 314 km/h. Unos 5 minutos después, bajo la velocidad deteniéndome en el punto de salida de nuestro garash, donde me espera Jackson con Maick y Marco... Dylan tomo unas vacaciones.

— Sigues estado tan sexi como siempre— habla Marco levantando las dos cejas una y otra vez con una sonrisa mientras me aproximó a ellos.— Estás a tiempo de decirme que si.

— Me diría más rápido si a mí, que a tí— dice Maick.

— Lo siento chicos, ya tengo novio.

— ¿¡Que!?— Exclaman los dos al unísono.

— Si, claro...— habla Jackson— Ni si quiera sabes dónde está.

— ¡Callate tarado! — digo, alzando mi mano para darle un golpe.

— Supongo que habla de mi, y estoy justo aquí— Habla alguien detrás de los chicos, haciendo que detenga mi intento de homicidio contra mi hermano.

Todos buscamos la voz y encontramos a la persona que la ha emitido, y, efectivamente es él, mi futuro esposo: Aiden Miller.

Aiden

A pesar de haber recibido un disparo en su pierna, sigue estando tan sexi y hermosa como antes, el hecho de que alguien la esten persiguiendo, no ha hecho que se esconda, o deje de vivir su vida.
Es sorprendentemente estúpida, pero interesante.

Los agentes del FBI Me contactaron hace unas semanas, para interrogarme por lo que había pasado en Italia, cuando me dijeron que ella había recibido un disparo en su propio apartamento me asusté tanto, que mi corazón se acelero por unos segundos, hasta que me dijeron que había sido en una pierna y que había salido ilesa.

Desde entonces... He estado un poco preocupado, ¿Por que? Ni yo lo sé, solo se, que Isabella Brown, ha ocupado cada pensamiento que da vueltas en mi cabeza, su sonrisa, su forma de actuar y sus palabras llenas de determinación, me intrigan, haciendo que quiera estar serca de ella. Y aquí estoy, haciendo caso omiso al cerebro, dejando que mis pensamientos y emociones me controlen.
Esto no terminará bien...

Comienzo a caminar hacia ella, pasando entre los tres chicos.

—¿Por que eras tan imprudente?— le pregunto.

— Hola, ¿Como estás mi amor? ...
Así es como debería empezar esta conversación ¿no? Tenía mucho sin verte... Te extrañe...— dice, y quiero reírme por lo que acaba de decir, pero mantengo mi papel.

— ¿Enserio sigues viviendo tu vida como si nada cuando alguien trata de matarte?— pregunto nuevamente.

— Es la misma pregunta que me hago hermano— me dice uno de los chicos.

— ¿Es cool no? Tengo una herida de bala para mostrarle a nuestros hijos— dice. alzando una y otra vez ambas cejas. Por lo que  abro  los ojos como dos platos, mientras me escapa una ligera sonrisa.

¡Dios! Esta chica de verdad me va a sacar de quicio, sus ocurrencias no tienen solución.

— ¿Como puedes seguir pensando en eso? — Pregunto ya con las mejillas rojas, mientras pasó mi mano derecha por mi cabello, rascandome la nuca.

Se acerca a mi lentamente...

— Es en lo único que pienso desde que te conocí...— dice, poniendo su mano en mí pecho, lo que hace que me ponga más nervioso.

— ¡Okey!— Exclama exclama uno de los chicos separandonos—No quiero ver esas muestras de afecto, gracias. Por lo menos presentame a mi cuñado Isa.

Vuelvo a abrir  los ojos como dos platos cuando escucho la palabra cuñado, lo que me hace reír, pero de nerviosamente.

— ¡Cuñado!— Exclaman al unísono los otros dos chicos, lanzándose sobre mi. Por lo que los tres caemos al suelo.
Uno se sube sobre mi analizando cada centimetro de mi cuerpo, y acepto, que solo quisiera tener a una chica en esa posición. El otro analiza mi rostro.

— Tendrán lindos hijos— dice el que analizó todo  mi rostro— con razón nos cambiaste tan rápido, parece un buen partido.

— Ni lo digas— habla el que analizaba mi cuerpo— empiezo a sentirme celoso. — Encontraste un buen partido Isa— dice volteando a verla. —En cuanto a ti...— habla, girando a verme mientras sigo tirado en el suelo por la impresión — buena suerte campeón, la necesitarás.

— Imbecil— dice mientras se acerca a ellos, empuja a al que se encontraba sobre mi ya de pie y me tiende  la mano   para ayudar a levantarme.

— Losé, ya me lo ha demostrado— digo, por lo que me gano una mirada asesina de su parte. Soy consiente de que de verdad voy necesitar suerte y la bendición del padre, del hijo, y del espíritu Santo para lidiar con esta chica.

— En fin...— Habla ella.— Aiden el es Mi hermano Jackson, y ellos son Maick y Marco, parte de mi equipo— Me los presenta. — Jackson, Maick, Marco... Él es Aiden Miller, futuro padre de sus sobrinos.— Me presenta.