Yo, tu tormenta. Tú, mi arcoiris

CAPITULO 11

Mi alarma suena, haciéndome saber que ya son las 5:00 AM por lo que ya es hora de alistarse para viajar a Francia.

Mi vuelo sale a las 8:30, por lo que llegaré a Francia a las a las 11 pm Ya que, de  Estados Unidos a Francia hay 9 horas y 6 Horas de diferencia.

Entro al baño, me ducho y me lavo el cabello, me cepillo, me seco el cabello y lo dejo suelto.

Busco algo cómodo y lo consigo: unos pantalones sueltos con una sudadera, diría que es un uniforme para viajes.

Ya había arreglado mi maleta, por lo que ya tengo todo lo que necesito. Tomo mi cel y mi bolso de mano.

Para cuando salgo de la habitación ya son las 6 de la mañana y el único que está en la cocina es papá.

— Buenos días pa.— le saludo con un beso

— Buenos días princesa.

— Buenos días Margarita la saludo.

— Buenos días mi niña— responde con una sonrisa mientras prepara el desayuno.

— ¿Te vas a Francia no?— pregunta papá

— Sip— respondo

— ¿Y de que es la junta ahora?

— Es sobre la fusión que haremos con el Groupe Renault.

— Ya veo...

— No sabía que eras ciego papá— digo riendo un poco.

— Yo tampoco lo sabía.— dice de igual forma.

Mientras como mi desayuno recibo una llamada de Jackson.

—¿Si?— Hablo, tragando la comida.

— ¿Estás lista? — pregunta.

— Sí.

— Sal entonces, estamos todos esperándote.—dice

— Ok— cuelgo— Jackson me está esperando afuera, ya me voy pa— digo dándole un beso.

— ¿Jackson esta afuera? ¿Por qué no pasa?

— Seguro porque tenemos prisa papá, adiós.— tomo mi maleta y camino hacia la puerta, mientras  papá me acompaña.

— ¡Oye tú! ¡Malagradecido!— le exclama papá a Jackson al salir.— ¿pensabas irte de viaje sin despedirte de tu padre?— dice mientras se acerca a él.

— Eso pensaba, pero mi plan no funcionó.— dice Jackson.

— Ven aca maldito bastardo— dice papá intentando pegarle. Por lo que Jackson corre al rededor del auto.

— ¡¡Dele duro señor!!— exclama Maick.

— Si pero no tanto— dice Marco riendo.— lo necesitamos.

— ¡Señor Brown! Detengase— grita Dylan— sus huesos ya no empatan como antes.— dice riendo.

— ¿Que acabas de decir?— habla papá mirando a Dylan.
— Te mostraré lo que estos huesos puede hacer — dice ahora corriendo tras de él

Por lo que todos comenzamos a reír

— ¡Vez! Por eso no me entrometo en discusiones familiares— dice Alex aún viendo el espectáculo.

— ¡Papá! ¡Ya!— le grito— nos tenemos que ir.

—Bueno bueno...ya — dice Jackson acercándose a papá para darle un abrazo.— nos vemos papá.

— Adiós pa, te quiero — digo, dándole un último beso para montarme en el auto.

Cuando llegamos al aeropuerto hacemos todos los trámites para subir al avión.

Y cuando subimos, nos acomodamos en nuestros asientos.

— Por cierto....— habla Jackson—¿Y mi cuñado?

— Supongo que está bien...— le respondo sin apartar la vista de la ventana.

— ¿Supones?

— Pues si...

— ¿No tendrá una hermana por ahí?— pregunta.

— Nosé

— ¿Y que es lo que sabes?

Y pensándolo bien, solo se su nombre...Me gusta, pero eso es lo único que se, nosé su edad, de que vive...nosé nada de él. Supongo que el misterio lo hace más atractivo.

— Se ve que es un buen chico, pero eso no significa que puedas confiar ciegamente en él, sin antes conocerlo. Lo digo  porque queda claro que no sabes nada de él... No porque noe agrade.

Y tiene razón, no sé nada de él, pero aún así... Quiero hacer todo lo que le dije ayer.

Me recuesto en mi asiento, y cierro mis ojos.

Me pregunto si de verdad vendrá...

Flashback

—Por cierto...— vuelvo a hablar, cuando se sienta a mi lado.— mañana me voy a Francia... Ven conmigo — le digo, girando mi rostro para verlo.

— Está bien— dice, sin mirarme, por lo que mis ojos no disimulan la sorpresa que ha causado su respuesta— Pero no me iré contigo, te encontraré allá.— vuelve a hablar.

— ¿E... Enserio... Dijiste que si?— gagueo por la impresión.

— Si— responde volteando a verme.

Me quedo helada por unos segundos, dado a  que  pensé en cualquier escenario menos en este, en el que él decía que sí tan fácilmente.

Me acerco un poco, colocando mi mano en su frente.

Ríe a lo bajo por mi acción, para después sonreír tomando mi mano y retirándola de su frente.

— No estoy enfermo.— dice, aún riendo ligeramente.

— Bueno, solo quería confirmar...— respondo, aún sorprendida.

Nos quedamos en silencio por unos minutos, observando todo lo que pasa a nuestro alrededor.

Unos minutos después, me levanto.

— Ya me iré.— digo. Tomando mi chaqueta y mi bolso.

— ¿Donde está tu auto? Te acompaño.

— No está lejos, tranquilo.— pero no me hace caso.

Y así comenzamos a caminar, nuestras manos han rosado unas cuantas veces, los que me hace recordar, lo cálido que se sintió, cuando tomo mi mano para retirarla de su frente.

Y por estar perdida en mis pensamientos,  casi hacia que un ciclista me atropellara. por lo que Aiden me toma de la mano atrayendome hacía él. Haciéndome sentir otra vez el calor de sus manos.

— Ten cuidado...— dice deteniéndose— ¿Que es lo que tanto ocupa tu cabeza?— pregunta...

— ¿Enserio preguntas?

— Pues sí...— dice soltando mi mano para volver a caminar.

Vuelvo a tomar su mano rápidamente. Por lo que se detiene en seco.

— Oye...— dice voltendo a verme con sus mejillas rojas.

—Tú...— hablo.— Tú eres lo que tanto ocupa mi cabeza.

— No hagas eso...— dice, tratando de soltarse de mi agarre.

— ¿Por que? No he hecho nada que tú no hayas hecho ya...— digo.

— No lo hagas Isabella. No seas tan directa conmigo, no me digas ese tipo de cosas, no tomes mi mano, no te ilusiones conmigo, no esperes nada de mí, y si puedes ni confíes en mí. Se que te gusta jugar con fuego, pero no juegues con este Isabella.



#10037 en Otros
#1617 en Acción
#16484 en Novela romántica

En el texto hay: misterio persecucin comedia

Editado: 11.07.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.