CAPÍTULO 14

— Jackson — le llamo, mientras salgo del auto — ¿Grabaron todo?— le pregunto.

 En las prácticas, los chicos se colocan en diferentes partes de las gradas para tener varios ángulos y así yo saber en qué tengo que mejorar.

— Eso creo— responde.

— A ver — digo, extendiendo la mano para que me preste el cel.

Unos minutos después de ver el vídeo me doy cuenta de algo.

— Si bajo la velocidad aquí, tendré más control— le digo.

— Si, puedes practicarlo mañana.

— No. Lo practicaré ahora.

— Por cierto... ¿Qué pasó está mañana con Aiden? Después de irse contigo no volvió.

— No Losé... solo hablamos— le digo indiferente aún mirando el video.

—Te conozco... Si no hubiera...

— Solo hablamos Jackson — le interrumpo— toma— digo, mientras le devuelvo el cel.

—¡ Dejémoslo aquí por hoy, ya casi es de noche!—grita mientras me alejo.

— Adelantese ustedes. Me quedaré un rato más.— digo, mientras entro en el auto. Para arrancar.

De verdad estoy molesta, muy molesta... De todas formas este es el momento en donde te preguntas si lo que hiciste estuvo bien... Osea, se que tengo la razón, pero no quiero que las cosas se vuelvan incómodas entre nosotros.

Los momentos con él son divertidos, podemos estar callados y tranquilos sin necesidad de sentirnos incómodos, podemos hablar de cualquier estupidez... Eso... no lo puedes hacer con cualquier persona. Tengo eso con él y no lo quiero perder.

Las luces de la pista se encienden, lo que me deja saber que está apunto de oscurecer. Aún así, decido quedarme un poco más.

Una hora después, decido terminar por hoy, no quiero volver al hotel, así que decido visitar la torre aiffel. Cuando llego, me siento en un banco solo a ovbservar todo lo que pasa frente a mis ojos. Unos minutos después me da hambre por lo que opto comprar un croissant relleno de chocolate y una batida de fresas.

Me dispongo a disfrutar tanto de la vista como del aperitivo, cuando termino el aperitivo, solo me queda la vista.

Me levanto del banco dispuesta a irme cuando alguien me atropeya haciendome caer. Para luego llevarse mi bolso con todas mis pertenencias en el.

— ¡Maldición! ¿Enserio?— exclamo, para luego levantarme y comenzar a correr tras el imbécil este. — ¡atrapen a ese idiota! —Grito. Sigo corriendo abriéndome paso entre la gente. Hasta que me topo con un grupo de chicos que jugaba al fútbol. Elevo la pelota con mis pies y la tomo entre mis manos.—Désolé, je vais emprunter ça.( lo siento, tomaré esto prestado.— les grito en francés mientras me alejo. Sigo corriendo para acercarme un poco más, cuando lo logro, le lanzó la pelota entre los pies, y así lograr que pierda el equilibrio y caiga al suelo. — ¡Si! —Celebro sin dejar de correr. Cuando llego, me coloco en su espalda, sosteniendo uno de sus brazos hacia atrás para que no piense en moverse. — Te tengo maldito bastardo. Si tu bouges je te casserai le bras ( si te mueves te rompo el brazo) — le digo recuperando el aliento— merci de me rendre mon sac( Devuélveme mi bolso por favor). — el chico extiende su otro brazo y me entrega el bolso.

—Excusez-moi... pouvez-vous appeler la police s'il vous plaît ? ( Disculpa... ¿Puedes llamar a la policía por favor?)— le digo, a una de las muchas personas que ve la escena.

—Oui— dice el chico.

Unos minutos después llegan una patrulla, cuando llegan me levanto de la espalda del chico y dejó que ellos se encarguen. Unos minutos después le explico lo que pasó.

Cuando se lo llevan, busco la pelota, se la devuelvo a los chicos, voy al auto, entro el bolso y regreso al banco donde estaba para descansar.

Al sentarme siento como algo me arde en mi codo, pasó mi mano, y me doy cuenta de que hay sangre. Seguro fue de la caída.

Inhalo y exalo, y me relajo tanto, que sin darme cuenta me quedo dormida.

                                                ***

—Excusez... moi mademoiselle (Disculpe... Señorita) me despierta una voz— ¿Vous allez bien? ( Está usted bien)— pregunta, mientras pasó mi mano por mi rostro.

— Oui, Oui Je vais bien. ( Si, si estoy bien)— respondo.— ¿Quelle heure il est? (¿Qué hora es?)— le pregunto.

—Midi sept heures du soir (las doce y siete de la noche).

—¿¡Que!? ¡Mierda!— Exclamo levantandome de golpe, haciendo que la chica casi caiga.

— Merci— le digo, mientras corro al auto.

Mierda... ¿Como rayos me quedé dormida ahí? Si Jackson se entera me mata.

Llego al estacionamiento del hotel, y me encuentro con Aiden y Marcus, apunto de montarse en un auto, hasta que me ven.

Aiden se aproxima rápidamente a mi, tocando y analizando todo mi cuerpo.

— ¿Estás bien? ¿Estás herida? — pregunta aún analizando me. — ¿¡Que te paso ahí!?— pregunta preocupado cuando ve el raspón que tengo en el codo.— ¿Como te hiciste eso?

— No fue nada del otro mundo... Solo me caí.

— ¡¡Maldición Isabella!!— dice, mientras da una vuelta con la mano en la cabeza.

— Oye...— intento hablar.

— ¿¡Donde estabas!? ¿Sabes lo preocupado estaba?

— Pero por...

— ¿Por que eres tan irresponsable Isabella? —dice— mirándome con ojos cristalizados, que hacen que el corazón se encoja en mi pecho.— Si no quieres hacerlo por ti, hazlo por mí... Hazlo por mí que me he acostumbrado a tí, me he acostumbrado a tí a tal punto que me preocupa no saber de ti... No saber dónde estás... O que haces...¿Sabes todas las cosas que pasaron por mi mente cuando todos los chicos llegaron menos tú? ¿Cuando te llamaba y no contestabas tu cel? ¿Se te olvida que alguien quiere matarte? ¡Te busque como loco por todo el hotel! Me preocupo por ti más de lo que quisiera. No sabes las ganas que tengo de hacerte mía en todos los sentidos... Porque me gustas... Me gustas tanto que me vuelves loco... Pero no puedo ser un libro abierto, no puedo.

— Aiden...— hablo— Solo me quedé dormida en un banco. Pero...¿Por qué te pones así? — pregunto con los ojos cristalizados por todo lo que acababa de decir. No responde y saca un sobre blanco igual a los anteriores.