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Tu, yo o nuestras miradas

Son eso de las 10:30  de la mañana, mientras observaba el techo de la habitación, el cual lucia como una pantalla de cine que reflejaba mis recuerdos, sonreí como estúpida, repasando todo lo que había visto de él, él día de ayer, mientras comparaba como lo había imaginado por años, su sonrisa, su caminar, su aura, sus ojos, su cabello, su barba, y obviamente su estatura, era incluso más alto que Chris. Chris, el gesto en mi cara cambio inmediatamente y se han arruinado los recuerdos de ayer. Suspire, lo bueno es que hoy es el concierto, debería de estar allí a las 12 pm,  para verlo de nuevo y esta vez grabar todo definitivamente todo, para mí, para el resto de mi vida.

Cuando entro al restaurante, observo que hay 3 chicos atendiendo los pedidos, entre ellos está el innombrable. Hago la fila para que cualquiera de los otros dos me atienda. Sería terrible volver a cruzármelo, pero como trabaja lastimosamente en este lugar, debo soportarlo. Llevaba el mismo uniformo que tenía ayer, por suerte estaba limpio, no podía criticarle nada por esa parte. Cuando la siguiente en pasar para ser atendida mi mirada se cruzó con la suya sin querer.

–Matt, yo la atiendo. – dijo Chris al chico que iba a atenderme. Así que cambiaron de puesto.

–Si quisiera que tú me atendieras hubiera hecho tu fila. –Mis ojos desprendían desprecio e ira, él no se inmuto y empezó a tomar mi orden.

– ¿Quieres el menú del día o algo en especial? – Pregunto, mientras repasaba lo que había seleccionado para pedir, su voz me interrumpió.

–Oh ¿quieres el mismo menú que ellos solicitaron?– Sabia claramente a que se refería. Bueno no era mala idea comer lo que ellos comieron, así básicamente haríamos del 2 exactamente lo mismo. Lo siento, a veces tengo pensamientos bastante raros. Tome aire y mire hacia otro lado para no fastidiarme más.

–Menú del día, por favor… ah y no seguir viendo tu estúpida cara, de pronto tenga un costo adicional, pero no te preocupes puedo pagarlo. – Sonreí con inocencia gire mi cabeza un poco mientras miraba sus ojos como se hacían pequeños por una mueca que era resultado de mi comentario.

–Con mucho gusto– Respondió mientras se acercaba a mi cara. – son 30 dólares de propina para cumplir tu deseo. – abrí mis ojos, pero ¡queeeeeeeeeeeeee!

–JA! Ni soñando,  es que ni un centavo te mereces. –Respondí cruzándome de brazos mientras lo veía alejándose con esa sonrisa de superioridad. Ay pero quien contrata trabajadores de ese calibre por amor a Dios.

 

 

 

 

La fila para entrar cada vez se hace más larga y más larga, menos mal que me tome el tiempo de planear esto bien y llegue con tiempo de sobra, claramente para estos eventos la espera es algo crucial y para que empiecen a entrar es aún más larga, así que preparada es poco, sobre como estoy. Mientras el tiempo pasa, hablando con las otras chicas ya me hice algunas conocidas y  solo una de las que está cerca de mí, tiene asientos donde yo los tengo así que vamos a estar cerca y voy a tener con quien hablar, lo que hace todo un poco más cómodo.

Después de mucho tiempo, horas y horas, por fin puede disfrutar de mi asiento;  desde mi puesto puedo observar todo el escenario, solo queda esperar que todos los demás entren. Confieso que estoy nerviosa, es que no puedo creer que estoy aquí que solo quedan horas para verlos, verlo a él, cantando las canciones que canto a todas horas, son muchos sentimientos encontrados y luchare para no echarme a llorar por la felicidad que no cabe en mi cuerpo.

Las luces se apagan y los gritos comienzan, el sueño empieza a ser real.  Los bellos de mi piel se erizan y las piernas me tiemblan, todos se levantan de sus asientos, el sonido de la batería comienza y todos enloquecen,  yo estoy como si estuviera aquí y al mismo tiempo como si no. Las luces comienzan a parpadear y hacen su aparición, sus cuerpos que se dejan a la vista en segundos y luego desaparecen gracias a las luces. La guitarra y el bajo se combinan con la batería y seguido de unos minutos después sus hermosas voces se unen a crear una hermosa y perfecta melodía para convertirse en la primera canción del concierto.

Remember the words you told me, love me 'til the day I die
Surrender my everything 'cause you made me believe you're mine
Yeah, you used to call me baby, now you calling me by name
Takes one to know one, yeah
You beat me at my own damn game

 

Comienzan a cantar, la emoción entra por los poros, no solo el disfrutar de la música ni el verlos, es el estar en este lugar que te pone los pelos de punta con todo el sentimiento a flote. Mientras el tiempo iba avanzando las canciones pasando y ellos caminando de un lado para otro en el escenario interactuando con el público. Siguieron con la siguiente canción, luego con la tercera y así  hasta cantar 5 canciones, algunas de sus últimos álbumes y otras de los primeros que sacaron. Y termino el primer tiempo del convierto.

Todos pasaron al frente y formaron una línea para dar comienzo a su presentación.

–Buenas noches, nosotros somos Five Less – dijeron al mismo tiempo.




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