El sol empezó a traspasar mi habitación, las cortinas no eran suficientes, por lo que tuve que taparme la cara, lo que me llevo a poco a poco ir abriendo mis ojos, que, cuando vieron la intensidad del sol, pude jurar que eran las doce del mediodía, claro a calculo, pues cuando mi celular, apenas eran las 10:30 de la mañana; buena hora para poder levantarme e irme al parque. Vaya que era genial y reparador despertarse por lo menos una vez en la semana tarde, me sentía mas dinámico, y con energía
—Un poco de cardio no me hará daño, un baño, algo de desayunar y a caminar— Me comente en voz alta organizando lo que realizaría ahora, es irónico pero hablar en voz alta solo, te ayuda a organizarte, es raro y cualquiera me diría loco solo por hacer esto, pero es lo mejor que me ha pasado en la vida
Cuando toque el suelo frio, rápidamente pase a mi cocina, tome mis grandes ganas de vivir otra vez y comencé a hacer la masa para mis arepas, esta vez con azúcar y canela para que quedaran buenas; mientras la música resonaba a todo dar. Desayunado, con una buena ducha y vestido deportivamente; pase directo a caminar de mi edificio a la parada, y al dejarme en Miranda el bus, seguí de allí en trote hasta la entrada del parque del este: El mejor lugar que he conocido hasta ahora, mi lugar felíz
No había la gran cosa de público, pero cuando pase a la concha acústica me quedé impactado; muchas personas cantaban una especifica canción, mi pecho se sintió raro al oír dicha melodía
«Cuando estoy tan cerquita de ti, algo por dentro, se mueve lento, si me preguntas ¿que te puedo decir?, no me concentro, con tu movimientos
Vuelo tan alto que me lleva el viento, y anhelo tus besos, soplas el fuego que llamo este encuentro, lo que ya no puedo resistir
Tu me das something, yes tu me das something, algo que yo quiero y se siente bello»
Y así hasta que lo repitio, y como al ritmo de la canción, yo me encontraba bailando y mi corazón palpitante como idiota emocionado, ¿Que demonios me pasa?, Al mirar hacia la concha lo ví, era aquel chico que había atendido el día de ayer
Gabriel...
Su nombre, retumbó en mi mente, así que solo saque mi móvil y comencé a grabarlo, necesitaba la canción en mi teléfono, no sé porque pero el simple hecho de oír su voz solo me hacía sentir raro, pero en un buen sentido
Minutos después estaba caminando de nuevo por el parque, decidí alejarme, la incomodidad que producía dicha voz era alta, así que solo descargue la canción y con mis audífonos, me la pasé todo el recorrido oyendo canciónes del grupo, «Los amigos invisibles», me hacía sentir feliz y de alguna forma ilusionado... Oh no puede ser, mierda
«Me niego a sentir ese horrible sentimiento, recuérdalo, el amor es porquería y no hay cabida en nuestra vida... » Me repetí mentalmente