You Said Forever

Capítulo 1: El compromiso

La tarde caía lenta, tiñendo el cielo de un naranja suave mientras el aire fresco del jardín acariciaba la piel. Rowan observaba el horizonte desde la terraza privada del restaurante favorito de ambos, sin saber que esa noche cambiaría su vida. La música de fondo era delicada, casi imperceptible, pero suficiente para acompañar el ambiente cálido y sofisticado.

Mirah lo contemplaba en silencio, con la mirada fija en ese perfil perfecto que había aprendido a memorizar en todos sus gestos. Había esperado mucho tiempo para ese momento. Años. Y ahora, por fin, la pieza encajaba en su lugar.

Rowan giró el rostro, sonriendo con esa dulzura que solo él sabía ofrecerle.

—Mirah... Hay algo que he querido hacer desde hace tiempo.

Mirah inclinó la cabeza con una sonrisa calculada, mientras en su interior las expectativas latían con fuerza. Rowan sacó una pequeña caja de terciopelo y la abrió con cierta timidez, revelando un anillo de compromiso.

—¡Cásate conmigo!

El brillo en los ojos de Rowan era sincero, lleno de amor y devoción. Mirah lo miró unos segundos en silencio, como si la sorpresa lo hubiera desbordado, pero por dentro, sonreía con triunfo. Todo marchaba según el plan.

—Claro que sí, Rowan.—respondía al fin, con una voz emocionada y suave.

Ambos se abrazaron mientras los demás comensales aplaudían de fondo. Sin embargo, mientras la sonrisa de Rowan era limpia y feliz, la de Mirah ocultaba recuerdos que se aferraban como espinas dulces.

En su mente, Mirah regresó al día en que vio por primera vez a Rowan. Fue en una gala aristocrática, llena de familias adineradas y figuras influyentes. Entre todas aquellas figuras arrogantes, Rowan destacaba como una joya rara: hermoso, educado y con una sonrisa tan transparente que resultaba provocadora.

—Él es perfecto.—había pensado Mirah al instante.

Esa noche, mientras su madre observaba las interacciones en la sala, Mirah ya urdía estrategias. Se aseguró de acercarse por "casualidad", de reír en el momento justo, de interesarse por los temas que Rowan apreciaba. Luego, comenzaron los encuentros fortuitos, las reuniones arregladas, las conversaciones inocentes pero planificadas.

—Hijo, si logras que ese omega se fije en ti, tendrás la vida asegurada.—le había dicho su madre en complicidad.

No solo era amor: era también una estrategia para elevar su estatus y asegurarse un lugar en la cima. Pero entre cálculos y movimientos, algo inesperado ocurrió. Rowan genuinamente comenzó a enamorarse. Y, sin quererlo, Mirah también cayó en una obsesiva necesidad de poseerlo. No sabía si era amor o un capricho disfrazado de deseo, pero no pensaba soltarlo.

Volviendo al presente, Rowan aún lo abrazaba con fuerza.

—Nunca imaginé que podría ser tan feliz contigo... —susurró Rowan.

Mirah sonrió, acariciando su espalda.

—También eres todo para mí, Rowan.—mintió con suavidad.

Pero dentro de su mente, una sola idea reinaba:

"Eres mío. Y haré lo que sea para que nunca me dejes."

Y así, mientras la ciudad se iluminaba con las luces nocturnas, el compromiso entre ellos quedaba sellado. Un futuro lleno de promesas... y de secretos que pronto comenzarían a derrumbarse.



#414 en Joven Adulto

En el texto hay: obsesion, alfa, omega

Editado: 20.07.2025

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