Capitulo 5: Entre depredadores.

Un fuerte toquido casi derribaba mi puerta, eran los gritos de mi padre, era un poco raro ya que nunca me había despertado, parecía que esto del equipo lo tenía feliz y muy cercano a mí, o eso imaginaba, mi cerebro aun estaba muy atrofiado por el sueño para reaccionar, miré la hora
— ¡son las 4 am papá! Déjame dormir― dije y me tapé la cara, pero el decidió abrir la puerta con la excusa de que no llegaría al entrenamiento, me hizo levantarme y me dio un batido asqueroso del cual espero no saber qué contenía.
Con la cara de zombi recién resucitado y ojeras de fantasma me llevó a rastras al auto, me dio la caja que preparamos para Cleare, me dejó unos billetes para el almuerzo, mi mochila y se fue sonriente.

Del sueño no había notado que el preparó mi uniforme de entrenamiento, de verdad se estaba esforzando por mí: esto me hacía sonreír, si quitaba la parte de George y la del deporte, esto se sentía bien, al parecer había llegado un poco temprano, me encontré entonces al Goliat adolescente sentado sólo en la banca analizando un ejercicio.
― ¿todo bien capitán?

―no preguntes idioteces, mi nerd se mudó y debo hacer mi tarea por mi cuenta.
— ¿acaso todos aquí tienen un nerd personalizado?, déjame ver eso viejo, después de todo soy un nerd.
los problemas que estaba resolviendo eran bastante sencillos, pero con el avance que tenia no me iba a volver el nerd de esta montaña.
—No lo haces tan mal, sólo que no es la fórmula correcta―hice una pequeña corrección ― prueba así, creo te va a dar mejores resultados.
― Jajajaja, es bueno tener a un nerd en el equipo, ¿por qué no te conocí antes? ¿sabes cuánto hubiera ahorrado?, después de esto tengo tarea de literatura ¿Qué dices si la corriges y le pido al equipo que no te golpee tan fuerte? — Primera vez que lo veía sonreír, e incluso así daba terror.
—Gr..gracias, está bien ―vaya trato que había conseguido— es más, si te ayudo un poco quizá ya no te haga falta un nerd. — Quizá no era una gran oferta pero la simbiosis me iba a servir al menos hasta que mi padre decida mudarse, debía adaptarme lo mejor posible al ambiente para lo cual el equipo de americano era lo ideal.
―por cierto ¿qué haces aquí tan temprano? Yo estoy aquí por mi padre, pero, ¿tú ya tenías un tiempo aquí cierto?
— Que te importa, no creas que porque me ayudaste con mi tarea somos amigos o puedes meterte en mi vida, así que mejor levántate y dale 20 vueltas al gimnasio antes de que me arrepienta del trato.
decidí no hablar más y le hice caso, de inicio me sentí ofendido pero miré su rostro, sus ojos estaban un poco cristalizados, apretaba los labios con fuerza mientras respiraba de forma profunda, creo que dije algo que no debía, ¿Qué,  todos en esta escuela son extremadamente sensibles? Solo sabía que por la salud de mi retaguardia debía mantenerme al margen del tipo-

el entrenamiento fue exactamente lo que esperaba, todo el equipo se lanzó sobre de mí, terminé peor que en la prueba, pensar que todos se habían controlado por ordenes de George, estaba completamente jodido.
pase a los baños del gimnasio, me refresque lo más rápido que mi adolorido cuerpo me permitía y Sali camino a la cafetería.

—nerd ―gritó esa atemorizante voz.― cuando compres ven a sentarte aquí.
era George junto al equipo, al parecer ahora debía comer con ellos, genial (sarcasmo)

asentí con la cabeza y de mala gana fui, me pusieron en la esquina, porque aún era lo bastante nerd para avergonzarlos pero como miembro del equipo  debía estar en su mesa por cuestiones de estatus.

el almuerzo fue lo que esperaba, hablaban de fiestas, sexo con las porristas y se arrojaban tozos de pan. Pensar que debía acostumbrarme a estos chicos, todo por hablar con una bella rubia; debo admitir que, a pesar de ser torpes, ellos trataron de incluirme cosa que debía agradecer en cierto modo.
divagando un poco en el comedor la vi, llevaba un vestido vintage floreado y tacos, de seguro estaba babeando porque todos comenzaron a molestarme, aunque en ese momento nada importaba, solo quería imprimir la imagen de Cleare en mis recuerdos ¿ve estaba viendo muy perro?, quizá, pero en ese momento no podía distinguir bien las circunstancias.

justo cuando me iba a levantar dos chicos del equipo me detuvieron.
―alto ahí campeón, no puedes acercarte con ese peinado, ¿acaso te arregla tu mamá? Si ella te batea el equipo queda mal, si ya aceptarte da pena ajena.
—gracias —contesté con sarcasmo al pelirrojo, creo se llamaba Marck.
—no te enojes, esto es por tu bien princesa, si quieres humillarte en público ve y hazlo.
tenían razón, no sobre mi cabello, pero la cafetería no era buen lugar, además de la fama de Cleare de inalcanzable no ayudaban mucho, por lo tanto decidí esperar.

Nos levantamos y los chicos me pidieron seguirlos al baño, por un momento creí que meterían mi cabeza al inodoro, ganas no les faltaron de seguro, pero en realidad me arreglaron el cabello, eran una versión bizarra y un poco babosa del hada madrina, Sali corriendo en busca de Cleare, pero en ese instante mi celular comenzó a vibrar. Tenia 8 llamadas perdidas de Lena y un mensaje, de seguro me quería contar de sus conspiraciones, pero era mi amiga, así que le contesté, e dijo que me veía afuera del salón (clase donde estábamos los 3 por desgracia) ahí la vi, más bien me llamó, estaba irreconocible, un vestido azul marino, tacones, el cabello negro azulado planchado, y no traía gorro, se veía muy linda en verdad.
― ¿te pusiste maquillaje? — De seguro mi rostro era el de un idiota, lo imagino por su risa.
― ja, creo que decidí ser un poco más femenina ¿te gusta?
— Te ves increíble, muy bien jejeje.