Your True Self

Capítulo VI

No pasó ni un minuto cuando se escuchó una especie de gruñido en el callejón seguido de un grito.

Rápidamente corrí hacia allá.

Johan estaba en el suelo inconsciente con los pantalones bajados hasta los tobillos, la demonio estaba a unos metros de él mirando con furia un lugar en la oscuridad.

—Asriel… sabes que no debes intervenir cuando estamos comiendo. ¿Qué crees que estás haciendo maldito idiota?

—Él está descartado Annia

—¿Por qué? ¿Es tu amigo?

—Algo así

—Pues que triste

Annia salió disparada hacia Asriel y éste la esquivó con dificultad. Se enzarzaron en una pelea de garras y patadas.

Me agaché junto a Johan y con dificultad lo tomé por las axilas levantándolo. Lo arrastré fuera del callejón y lo recosté con cuidado de la puerta del local.

—Johan… Johan, vamos amigo… despierta —subí sus pantalones, palmeé sus mejillas repetidas veces. Soltó una especie de quejido y pude respirar tranquilo.

—¡Isaac!

Asriel venía corriendo hacia mí, tenía varios cortes en los brazos y uno en su cuello que parecía más profundo que el resto.

—Debemos irnos. No tardarán en llegar sus “amigos”

El pelirrojo tomó a Johan y lo cargó en sus hombros.

Subimos al auto del híbrido que estaba en una calle cercana y llegamos a su casa. Asriel dejó a mi amigo en su habitación, le quité los zapatos y lo arropé.

—¿Estará bien?

—Lo estará, llamaré a una amiga para que lo revise

—Gracias —susurré levemente —. En serio gracias

—Tranquilo, vamos a la cocina. Te prepararé algo caliente mientras esperamos —colocó su mano en mi hombro y me guió fuera del cuarto.

Me senté en uno de los taburetes de la barra, mientras esperaba que el agua hirviese. Mientras, Asriel tomó su celular y escribió por un momento en el para después soltarlo y sentarse a mi lado.

—¿Estás en problemas? —pregunté rompiendo el silencio.

—¿Qué?

—Por ayudarnos. Siento que… te metí en un buen lío, pero no sabía qué más hacer, eres lo primero que pensé

Levanté la mirada y Asriel me sonreía tranquilo.

—Tranquilo. Lo resolveré. Puedo decir que Johan era mi presa originalmente y que por eso intervine, algo se me ocurrirá

—Gracias

—Hiciste bien en llamarme, Johan también es mi amigo… Gracias por confiar en mi Isaac —una sonrisa sincera apareció en mi rostro.

—Parece que el collar funciona, esa chica no parecía querer acercarse a mi

—Me alegra eso

—Los gemelos me visitaron hoy, me contaron todo

—Son unos impacientes — rodó los ojos —, pero les caes bien. Puedes confiar en ellos

—¿Qué son….? —empecé la pregunta.

—Eso queda para después —me interrumpió de pronto.

El agua hirvió y una taza de té fue dejada frente a mí. Le agradecí con una sonrisa y la tomé, justo en ese momento el timbre de la casa sonó.

Asriel se levantó enseguida.

Una chica entró en la cocina con un maletín, sus ojos azules me escanearon por un momento para luego sonreír amable.

—Buenas noches, me llamo Sonia, es un placer conocerte despierto—extendió su mano y la tomé con algo de nervios. Si mis suposiciones eran correctas, ella también era un demonio, y era ella quien me había tratado cuando pasó lo del íncubo en el bar.

—Isaac, igual me da gusto

Asriel la guió a donde se encontraba Johan recostado, este tenía el entrecejo fruncido y parecía estar sudando.

Sonia lo observó por un momento y sacó de su maletín un par de agujas, algunos frascos cuyo contenido era desconocido para mí y por último una bolsa de suero. Lo primero que hizo fue inyectarle el suero, le pidió a Asriel que lo sostuviera mientras ella le introducía unos cuantos cc de esos frascos… luego de unos minutos mi amigo dejó de sudar y su rostro se volvió sereno.

El alivio me invadió por completo y agradecí a la chica con la mirada. Ella me sonrió en respuesta y guindó el suero en una especie de tubo.

—Una vez que se acabe pueden sacarle la aguja, con eso estará bien, deberá tomar unos días de descanso, sin esfuerzos, pero luego estará como si nada hubiera ocurrido. Probablemente tenga pesadillas con lo sucedido y despierte en mitad de la noche asustado y confundido, así que recomendaría vigilarlo y estar cerca cuando eso pase. Puede pensar que todo fue una ilusión… o puede que tengan que darle una charla

Tragué saliva ante eso último, no estoy seguro que Johan reaccione como yo si sabe que una demonio lo atacó. Probablemente enloquezca. Podríamos mentirle un poco.

—Gracias por todo Sonia. De nuevo —dijo Asriel mirándola directamente.

—Espero que no se vuelva una costumbre cuidar humanos luego de que reciben un ataque. Porque te meterás en problemas, y lo sabes —él asintió.

—Tranquila, lo sé —me miró por un momento y luego ambos salieron de la habitación.

Acaricié con cuidado la frente de Johan. No podía creer que casi moría.

Si Asriel no lo hubiera ayudado, no sé… que hubiera hecho. Probablemente hubiera intentado alejarla de él, y ella nos habría matado a ambos o al menos habríamos quedado lo suficientemente heridos.

Muchas personas morían así todos los días. Johan y yo habíamos tenido suerte, y eso me hizo odiar a los demonios como Asriel, entendía que era su naturaleza pero aun así, tal vez deberían quedarse en el infierno y ya.

Sentí una mano acariciando mi cabello y di un saltito, volteé y la mirada miel de Asriel me provocó un escalofrío, parecía… triste.

—¿Estás bien? Probablemente odies a los de mi clase en este momento —apartó su mano y bajó la mirada —. No puedo culparte —susurró.

—No te odio si es lo que estás pensando. Tú nos salvaste, aún cuando no era tu obligación hacerlo. Y te lo agradeceré toda la vida, sólo… es algo injusto, todo esto

Él asintió brevemente.

—Me temo que el té se enfrió pero podemos preparar algo para cenar

—Me parece bien

Ambos nos dirigimos a la cocina y mientras Asriel preparaba unos sándwiches, mi teléfono sonó.



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En el texto hay: erótica, drama, gay

Editado: 09.11.2020

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