Your True Self

Capítulo VII

Luego de comer y que Johan se diera una ducha, acomodé el cuarto y recogí todo lo que habíamos usado, dejé las llaves en el mismo lugar de la última vez y nos fuimos.

Dejé a mi amigo en su casa, le hice prometer que me llamaría cualquier cosa, y su tía se comprometió a vigilarlo. Obviamente le dijimos que era un posible resfriado.

Llegué a mi departamento compartido, Ángel estaba tarareando una canción navideña que estaba en la radio mientras preparaba algo.

—Llegas justo a tiempo, ¿Cómo está Johan?

—Bien, ya su tía está cuidando de él... ¿llego justo a tiempo para...?

—Me entraron ganas de preparar pan de jamón, será una práctica. Si sale bien lo comeremos en navidad o en año nuevo

—Olvidaba lo mucho que te gustaba

Ella sonrió tímidamente y siguió en lo suyo.

El pan de jamón era una tradición en la familia de Ángel, al menos hasta que su madre, quien era la que los preparaba, sufrió un accidente, el cual le costó una de sus manos. A pesar de que su padre cuidaba de ella con paciencia y amor, mi amiga me había dicho que su madre no era la misma, y así, las tradiciones habían pasado a ser un buen recuerdo.

— ¿Quieres que vaya a buscar los ingredientes?

—Te lo agradecería enormemente... ¿Vas a trabajar en noche buena?

Me encogí de hombros.

—Pero estaré aquí para que cenemos juntos

— ¿Entonces tendrás año nuevo libre? Podríamos salir juntos ese día... nosotros, Johan, los gemelos... Asriel

—Johan me sugirió lo mismo, ¿debería asustarme que piensen lo mismo?

—No seas tonto —ella rodó los ojos y sonrió.

—Es un buen plan

Cogí las llaves y algo de dinero y salí a comprar los ingredientes.

Entré en la tienda y mientras metía todo lo necesario en la cesta, sentí un suave toque en mi hombro, me giré asustado y me encontré con la tímida sonrisa de Asriel, me sonrojé sin poder evitarlo.

—Hola —hablé una vez me hube recuperado.

—Hola. Lamento haberte asustado... ¿estás solo? —parecía algo nervioso y de vez en cuando miraba hacia los lados.

—Si... ¿Por qué?

— ¿Qué vas a hacer en navidad?

La pregunta me tomó por sorpresa, sobre todo porque era raro que un demonio preguntara por una fecha como esa, así que tardé unos segundos en responder.

—Planeo trabajar ese día, pero cenaré con Ángel... ¿Por qué?

— ¿Y después?

— ¿Te refieres al día siguiente? ¿O después de cenar?

—Después de cenar

—Dormir supongo

— ¿Crees que podamos salir?

— ¿A esa hora?

— ¿No puedes?

Miré a Asriel y parecía... ¿ansioso? O más bien desesperado por una respuesta.

—Claro que sí, pero me temo que tendré que quedarme en tu casa, Ángel lo preferirá

—Hecho

—Bien, entonces... ¿me llamas?

—Claro, ya... debo irme. ¿Aún tienes el collar que te di?

—Si —lo miré extrañado al mismo tiempo que tomaba el dije entre mis dedos.

—Bien, no te lo vayas a quitar

Ahora si me estaba empezando a preocupar.

—Asriel, ¿todo está bien? ¿Pasó algo? —toqué ligeramente su brazo y el pelirrojo se estremeció ante mi toque.

Él suspiró y acercó su mano a mi mejilla.

—No te preocupes, no ha pasado nada. Nos vemos pronto —dejó un ligero beso donde estaba su mano y se fue.

Me quedé mirando a la nada por unos instantes. Asriel estaba raro, pero si él decía que todo estaba bien, habría que creerle.

Los días pasaron con rapidez, la cafetería se mantenía llena, el frío hacía que las personas buscaran refugio en nuestro local.

No volví a ver al pelirrojo, los gemelos pasaban de vez en cuando, saludaban, pedían algo y luego se iban.

Johan estaba recuperado, parecía una máquina corriendo de aquí para allá, pero mantenía una sonrisa en su rostro. Quería ganar lo suficiente para comprarle un regalo a su hermana. Mi amigo era adorable.

Por mi parte ansiaba que la navidad llegara pronto. La curiosidad de saber porqué Asriel me había invitado de repente a salir ese día, me tenía loco.

Ángel había preparado el pan de jamón y le había quedado bastante bien, así que definitivamente lo comeríamos para noche buena.

Por supuesto la abstinencia sexual me estaba afectando, pero no tanto como esperaba.

Diariamente a la cafetería llegaban chicos guapos, algunos parecían interesados en mí, pero yo los ignoraba de la mejor manera... imaginándome a Asriel desnudo sobre mí.

Sí, bueno, el demonio me había aconsejado no tener relaciones por un tiempo, pero no me había prohibido fantasear con él. Por supuesto no dejaba que mi imaginación corriera demasiado, sólo lo suficiente como para ignorar el deseo de querer coger con alguno de esos chicos y no crearme un problema en los pantalones.

Noche buena se hizo presente. Me levanté temprano, acompañé a Ángel a comprar unas cosas para la cena, regalos para nuestros amigos, luego ambos nos fuimos a nuestros trabajos.

Johan me recibió con un abrazo y dejó un sonoro beso en mi frente mientras me deseaba una "Feliz Navidad". Yo dejé uno en su mejilla sólo por molestar. Mi amigo me aseguró tener un regalo para mí, pero me lo entregaría al final de la jornada.

—Hola Isaac —saludé a los gemelos con una sonrisa y ambos me abrazaron brevemente —. Feliz Navidad

—No se supone que ustedes no deberían celebrar este día

—Las cosas que se comen para la cena son muy buenas, no vamos a quemarnos por eso —dijo Lean con una sonrisa burlona.

—Supongo que no, aunque deben admitir que es raro

—Llevamos mucho tiempo conviviendo con humanos, ya nos sentimos parte de su mundo, a pesar de nuestra naturaleza. Aunque bueno, aún no nos atrevemos a entrar en una iglesia —agregó Leo

— ¿No les haría daño eso?

—Nah' —dijeron al mismo tiempo.

Rodé los ojos divertido.

— ¿Qué les traigo?

—Una torta negra para llevar —dijeron ambos de nuevo.

—Enseguida

A la media hora dejé el postre envuelto en papel decorado en su mesa. Iban a pagarlo, pero negué levemente.



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En el texto hay: erótica, drama, gay

Editado: 09.11.2020

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