—¡Comenzaré yo! —Lyra activa la carta mágica Robo del destino—. Ambos elegiremos una carta de nuestra baraja, la combinaremos con cuatro cartas al azar elegidas por el adversario y luego, ruega a tu suerte, porque una de esas cinco cartas acabará en la mano de ambos.
Lyra y Kael toman sus barajas, separándolas del disco de duelos y seleccionan una carta. Los dos se acercan al otro, entregando sus barajas y la carta que desean, tomando las cuatro cartas adicionales sin voltearlas boca arriba, además de la seleccionada. Lyra tomó la carta trampa Muro de espejo, Kael la carta mágica Espejo de dragón. Ambos alzan las cinco cartas, sin revelarlas, y seleccionan la que obtendrá su rival.
Lyra obtiene El dios del cielo resurrecto, Kael la carta mágica Destrucción aplastante.
Se regresan las barajas y se alejan.
Crowler analizaba el duelo. Es un encuentro que se percibe electrizante y preocupante tan solo comenzar. En un duelo común, estaría observando tranquilo desde un cómodo asiento. En este enfrentamiento es imperativo que Kael sea el ganador.
El duelo se reanuda.
—Invoco a Caballero hayabusa en modo de ataque —declara Lyra.
Un ave guerrera cae en el campo, su armadura plateada y dorada reluce bajo la luz de la luna y su capa de tela verde ondea.
Caballero hayabusa es un monstruo de efecto, tipo guerrero y de nivel tres. Sus puntos de ataque son de mil, su defensa de setecientos. Su habilidad es realizar dos ataques por turno.
—Finalizaré mi turno colocando una carta boca abajo. —Ella observa las dos cartas trampa en su mano, y de esas coloca a Fuerza de espejo arrolladora.
Lyra permanece solemne. Ha visto de reojo varios de los monstruos de Kael. Procura prepararse en caso de que intente invocar a Dragón de cinco cabezas o uno de sus monstruos de sincronía. Ya es consciente de que no posee a Dragón sólido de ojos azules, así que el poder de Slifer no será contrarrestado en caso de que ambos se encuentren en el campo.
Kael roba una carta.
De momento, su nueva baraja no le ha hecho sentir frustración. Está satisfecho con las cartas que posee ahora. Aún no ha planeado qué hacer en caso de que el dios egipcio sea invocado, pero invocar los monstruos correctos y activar los efectos necesarios podría tomar las riendas del duelo.
Un creciente fulgor late en su interior, aquel que Seto Kaiba apagó. Se siente como una persona enferma que, tras beber la medicina, comienza a recuperar sus energías.
—Invoco a Dragón del espejismo.
Un dragón oriental de escamas amarillas, similares a una armadura, ausente de alas y cabellos azules flotando alrededor de su rostro, sobrevuela el campo.
Dragón del espejismo es un monstruo de efecto tipo dragón, su nivel es cuatro. Su poder es mil seiscientos de ataque y seiscientos de defensa.
«Ella colocó una carta, podría ser una de las relacionadas con Slifer —piensa y mira a Destrucción aplastante—, no. Debo mantener la carta, ella podría utilizar una carta que me pondrá en más problemas, no debo precipitarme. Aunque…».
—¡Dragón del espejismo ataca a Caballero hayabusa!
«Es un tonto», piensa Lyra.
El dragón lanza un rayo de múltiples colores al caballero.
Lyra intenta activar su carta trampa. «¿Qué sucede?». Mira a Kael, él sonríe al advertir la confusión de ella.
—La habilidad de Dragón del espejismo es impedir que utilices cartas de trampa en las fases de batalla —expone Kael.
—¡Muy inteligente de tu parte! ¡Activo el efecto de la Dama guerrera novata! Ella puede ser enviada desde mi mano o campo al cementerio, y reduce el poder de tu monstruo igual a la cantidad de puntos de ataque originales.
Una aparición etérea de una joven guerrera rubia de coraza creada a partir de la plata y el tungsteno, abrigada por una capa marrón. Con su espada golpea a Dragón del espejismo y reduce a cero sus puntos de ataque.
«Es una tragedia», piensa Crowler.
—No es nada bueno.
—¡Maldita sea, chico dragón! ¡Juega bien! —Deyner alzó sus manos, amenazando con lanzar una piedra que encontró.
«Maldición, no esperaba esa contra jugada», lamenta Kael, apretando un puño. En el fondo de su alma no hay enfado, se alegra de que el duelo no sea tan sencillo.
El Caballero hayabusa contraataca a Dragón del espejismo con su sable y lo envía al cementerio. Kael pierde mil puntos de vida.
—Esto apenas empieza, Lyra, es muy pronto para la retirada de mi dragón. —«Realmente no estoy seguro de esta jugada». Kael sigue su instinto y utiliza Monstruo renacido, colocando en modo de defensa a Dragón del espejismo—. Con esa jugada es que acabo mi turno.
Kael se descubre dibujando una sonrisa en su rostro, y logra percatarse de una sonrisa solemne en el rostro de Lyra. Ella se sorprende de ese detalle y la borra al momento que roba su siguiente carta.
«En mi mano solo poseo a Slifer y dos cartas trampa; que posea tres boca abajo lo frustrará».
—Coloco dos cartas boca abajo, y te cedo el turno.
Editado: 16.04.2025