Yu-Gi-Oh El retorno de los dioses egipcios

Cuenta pendiente

Pegasus ladea su copa de vino, es transportado en avión privado. Interrogó a los tres chicos sobre las cartas de dioses egipcios, y sus cartas complementarias. Ninguno dio respuesta de lo que les sucedió.

En un suspiro y un sorbo decide que dejará esas cartas descansar, tal vez el único que deba usarlas es Yugi. Si Aelric y Kael fueron capaces de derrotarlas, ya no conviene pensar en ellas para el futuro. Ni estudiarlas. Han llegado cartas que pueden superarlas.

Y duelistas muy capaces.

Nova observa el mar desde el puente que se encuentra en el camino hacia el dormitorio rojo, con los brazos apoyados en el barandal. Miraba hacia el mar, de momentos al puerto, curiosa por el barco ahí.

Todo lo ocurrido el mes pasado fue…, complicado. Kael le explicó lo sucedido a medias.

Hablando sobre él, desapareció de la noche a la mañana. No le dejó una nota, ni un mensaje. ¡Qué frustrante se volvió al volver! Desde lo sucedido han pasado menos tiempo juntos. Ha intercambiado palabras con Deyner, lo que le reveló que Kael se llevaba muy bien con una viajera del tiempo. Es el colmo con ese chico.

Aunque se siente una niña enamorada por cómo devastó al… ¿Duelbot dijo que se llamaban? A esa cosa, por acabar herida, él apenas cambió. Ahora se fue como si nada. ¿Dónde quedó la amistad? ¿Por qué se siente tan celosa?

«¿Cómo habrían sucedido las cosas si esa noche que tuvimos la cita todo hubiera salido bien?».

Ella voltea al oír a alguien acercarse. Eran los dos hermanos Pegasus. Ambos cargando mochilas y sus discos de duelo. No portaban los uniformes de la academia.

—¿Puedo saber a dónde van? —Acomoda su cabello detrás de la oreja.

—Iba a preguntarte si has visto al chico dragón.

«No te enfades por cómo le dice», piensa ella.

—No he visto a Kael en todo el día, desapareció.

Aelric gruñe.

—Ese condenado, se nos adelantó.

¿Qué? ¿De qué se perdió ella?

—Un momento. —Alza los brazos frente a ellos—. ¿Alguno de los dos me puede explicar?

—Pensé que eran buenos amigos —comenta Aelric.

«Eso dolió».

Deyner le muestra a Nova dos cartas: La gloria de la mano del rey y La gloria de la mano opuesta del rey. Además de revelar un guante de color vino con dos estrellas incrustadas.

—Supongo que Kael se encuentra ya en el barco.

Kael odia viajar, no importa si es en coche, barco o avión. Es agotador esperar, y el olor a gasolina lo persigue con malicia. En serio, ¿por qué siempre debe sentir el olor de la gasolina?

Se encuentra en un barco no muy grande, el cual está surcando tranquilo, ¿Entonces por qué el olor nauseabundo? Aprovecha que son pocas las personas tripulando y sale a disfrutar del viento.

Se dirigía a la nueva isla del Reino de los duelistas, junto a Deyner y Aelric, que deben de estar en las habitaciones de ese barco. La emoción le hizo adelantarse a los hermanos, y olvidó despedirse de Nova, ya se podrá disculpar luego. No lo puede culpar, es una gran oportunidad, aunque…, su acto fue egoísta.

Kael se deja caer al suelo del bote y toma sobres de cartas. Hora de perder el tiempo abriendo sobres.

Tiempo…

«Ha pasado un mes, y Lyra no ha viajado al pasado».

Tras recuperarse, esperó a Lyra, imaginando que ella aparecería de forma espectacular. Nada hasta ahora. La primera carta que sale del sobre es el Dragón de cráneo negro. «No tengo a Cráneo convocado, tendré que esperar a obtenerla».

¿Será que ella aparecerá más tarde? Dijo que de no aparecer es porque destruyó la máquina. Kael suspira. Solo queda aferrarse a su esperanza.

La segunda carta es Hacha destrozada. «Dudo llegar a utilizarla».

Tampoco ha tenido noticias de su maestro. Desde su última conversación, y la creación de su baraja «Ojos rojos». Pero en su mente recorre algo basándonos en lo que hablaron.

Kester le decía que no será mejor duelista si se niega a cambiar su baraja. Y eso fue verdad, Derrotó a Lyra, a un duelbot y a Magni. Pero, también, que los duelos no siempre serán diversión. También verdad, luchar por los dioses egipcios lo demostró.

—En ese último duelo, disfruté invocar a mis poderosos dragones, ver a Aelric usar sus mejores cartas, y estar frente a frente con los dioses egipcios. —Toma su baraja y la contempla—. Me aferré a confiar en Aelric y en mis cartas.

»Los duelos no se deberían tratar de ganar o perder, solo de diversión. Olvidé eso este año.

La tercera carta es Dragón de caos levionero. «Muy interesante».

—Serás muy bienvenido a mi baraja. Ahora que lo pienso, Lyra usaba monstruos «caos», podría ser un tributo.

«Me pregunto si Lyra usa a Dragón negro de ojos rojos en su baraja».

Hora de cambiar y mejorar. Puede que su pensamiento sobre anteponer la diversión en los duelos sea un ideal frágil. Pero, más que un ideal, es ser él mismo. Tendrá que evitar perderse como el mes pasado.



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En el texto hay: fanfic, aventura, yugioh

Editado: 07.07.2025

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