Yukimura Sanada

CAPITULO 4 (HIS SIDE STORY)

Después de encontrarnos cerca del Castillo Kasugayama, MC y yo nos sentamos en un campo de flores.

(Realmente no esperaba encontrarme con ella en Echigo)

Reflexioné sobre mi sorpresa mientras quitaba un bicho de la punta de la nariz de MC.

MC- ¿Qué era lo que ibas a decir antes?

(Uh...)

Intentando no sonrojarme, tanteé mis palabras.

YUKI- No creo que podamos seguir llamando a esto aleatorio.

MC- Si no es azar, ¿qué es?

YUKI- Bueno...

(estaba a punto de decir: «Debe ser el destino» ¿Qué me pasa?)

No podía entenderme a mí misma, así que fingí que nunca había pasado.

YUKI- Lo olvidé.

MC- ¿Qué? ¡No puedes dejarme así!

YUKI- Deja de molestarme. Si lo olvidé, entonces no era importante. Seguramente.

Cuando crucé las piernas y volví la cara, MC se rindió y cambió de tema.

MC- ¿Eres de aquí, Yuki?

YUKI- No. Es una de mis paradas habituales, pero no tengo casa aquí. Simplemente voy donde me lleva el viento.

MC- ¿Y dónde creciste?

YUKI- En una provincia muy lejos de aquí.

Contemplé las montañas lejanas y más allá.

YUKI- Es un lugar en lo profundo de las montañas, donde el agua se congela en invierno. Pero cuando llega la primavera, las flores florecen por toda la tierra. Incluso más flores de las que se ven aquí. Un gran río serpentea a través de fértiles tierras de cultivo... En fin, es un lugar bonito.

MC- Seguro que suena bien.

(Esto es extraño. Nunca hablo con la gente de esto, pero si se siente completamente natural decírselo)

La última vez que lo vi, mi tierra natal era una ruina de desolación devastada por la guerra. Pero cuando hablé de ella con MC... pude recordar su belleza en tiempos de paz y me llené de nostalgia.

MC- ¿Vas alguna vez a visitar tu ciudad natal?

Sacudí ligeramente la cabeza.

YUKI- Todavía no puedo volver allí.

MC- ¿Por la guerra?

YUKI- Se podría decir que sí.

Asentí sin dar más explicaciones. Mi mayor ambición y la guerra que se avecinaba no tenían nada que ver con MC.

(¿Hm?)

Noté que su rostro se había nublado.

(¿Por qué parece tan alterada? No estamos hablando de su vida)

YUKI- ¡Hey!

MC- ¡Gah!

Le pellizqué la nariz sin miramientos y dio un respingo.

YUKI- ¡No estoy buscando compasión!

MC- Lo sé, pero...

MC apartó mi mano de su cara.

MC- Estaba pensando que tu y yo somos parecidos. Azuchi también está muy lejos de mi ciudad natal.

YUKI- ¿Qué?

MC- No es lo mismo que tú, que estás alejada por las peleas, pero... puedo entender cómo te sientes. Realmente perdido y solo, ¿verdad?

Me senté en silencio, reflexionando sobre sus palabras.

(¿Es por eso que de vez en cuando tiene esa mirada desolada?)

MC- Algún día... espero que puedas volver.

YUKI- Yo también.

(Parece que estamos en una situación parecida. Supongo que por eso me resulta tan agradable y fácil pasar tiempo con MC)

Cuanto más pensaba en ello, más fuerte se volvía el impulso de llamar destino a nuestros encuentros fortuitos. Si realmente era el destino, quería acercarme a MC.

MC- Perdón por sacar un tema tan pesado.

Ella de repente se disculpo.

(¿Está tratando de consolarme? A pesar de que ella es la que se ve muy triste)

YUKI- Si, eres realmente deprimente.

Un sentimiento cálido surgió en mi interior y despeiné juguetonamente el brillante cabello de MC.

YUKI- No estoy triste ni sola. No me metas en el mismo saco que tú.

MC- ¿No lo estás?

YUKI- No. Pero... gracias de todos modos.

MC- Ni lo menciones.

Un leve rubor apareció en sus mejillas.

YUKI- Oh, sí...

(Todavía tengo en el bolsillo esa cosa que quería regalarle)

YUKI- ¿Te gusta?

MC- En realidad no. Sólo estaba mirando.

YUKI- Ajá.

Saqué el adorno de flores de peonía que había estado admirando ese día y se lo puse en la palma de la mano.

YUKI- Cógelo.

MC- ¿Perdona?

YUKI- Llevas mucho tiempo mirándolo.

MC- No puedo aceptarlo, no quiero reducir tus beneficios.

YUKI- Está bien. Cógelo.

MC- Bueno, al menos déjame pagarlo.

YUKI- ¡He dicho que lo cojas!

Cerré los dedos de Mc alrededor de la flor.

MC- ¿Pero por qué?

YUKI- ¡Porque sí! Le quedaría bien a...

Cuando me di cuenta de que había estado a punto de decir que le quedaría bien, me empezaron a arder las orejas.

(¿Qué me pasa?)

YUKI- ¡Es sólo una sobra que nadie compró y quiero deshacerme de ella!

MC- ¿Nadie lo compró? Pero si es muy bonito.

YUKI- ¿Qué, no me crees? Tómalo ya.

MC- Vale.

MC parecía confundida, pero se prendió el adorno en la solapa de su kimono.

MC- ¿Qué te parece?

YUKI- ¿Sobre qué?

MC- ¿Se ve bien?

(Sí, se ve bien y... Uh...)

YUKI- No lo sé. Supongo.

La extraña sensación que se agitaba en mi pecho me impedía decir nada bien.

(Se la ve tan feliz por ello, que la hace ver aún más hermosa. Pero no puedo decirlo en voz alta).




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