Yukimura Sanada

CAPITULO 5 (HIS SIDE STORY)

(Hm?)

Sentí un tirón en la manga y miré hacia abajo. Un niño había aparecido a mi lado con una enorme sonrisa en la cara.

NIÑO- ¡Papá!

YUKIMURA- ¿Eh?

(¿A quién llama papá?)

Parecía tener unos tres años. Llevaba el pelo recogido en un mechón corto sobre la cabeza. El kimono de lino que llevaba hasta las rodillas dejaba al descubierto unas pantorrillas regordetas.

MC- Yuki, tú...

YUKIMURA- ¿Sí?

MC- Tu hijo es muy mono. No se parece mucho a ti, pero...

YUKIMURA- Oh, vaya.

(¡No te tomes en serio a este chico!)

Frunciendo el ceño, le di a MC un golpe de admonición en la frente.

MC- ¡Ay! ¿A qué ha venido eso?

YUKIMURA- ¡Este no es mi hijo! Debería ser obvio. No se parece en nada a mí.

MC- Pero te ha llamado "papá", ¿verdad?

CHICO- ¡Papá!

MC- ¿Lo ves?

YUKIMURA- ¡No te fíes de su palabra, tonto!

Me volví hacia el niño y lo miré fijamente a los ojos.

YUKIMURA- Abre los ojos y mira bien de cerca, chaval. No soy tu padre, ¿entiendes?

El niño abrió mucho los ojos y se puso a llorar,

NIÑO- ¡Tú no eres mi papá!

El niño empezó a berrear fuertemente y una vez que empezaron las lágrimas estaba fuera de control.

(Me alegro de que por fin se diera cuenta. ¿Cómo pudo cometer ese error? Y ahora está llorando como si fuera el fin del mundo).

Estaba a punto de tenderle la mano para calmarlo, pero MC se me adelantó.

MC- ¡Está bien, no llores!

(Oh...)

Con voz suave, le secó las lágrimas con la manga.

MC- Sé que este tipo da miedo, pero en el fondo es simpático.

YUKIMURA- ¡Eh, no hables así de mí!

MC- No te metas, Yuki.

YUKIMURA- Joder, ¿en serio?

(Puede ser muy exigente cuando quiere)

No tuve más remedio que observar a MC y al chico en silencio.

(Hay algo... agradable en esto)

MC mantuvo una sonrisa tranquilizadora en su rostro mientras trataba de calmar al niño que lloraba.

(Sería una buena madre)

Me sobresalté por el pensamiento repentino.

(Espera, ¿en qué estoy pensando? De todos modos, el niño no muestra ningún signo de detenerse)

YUKIMURA- ¡Contrólate, ya está bien de llorar!

Agarre al chico y lo levante en el aire.

CHICO- ¡Wha!

MC- Yuki!

La sorpresa le hizo dejar de llorar.

(Bien)

YUKIMURA- ¿Cómo te llamas?

CHICO- Yahiko...

YUKIMURA- ¿Yahiko? Ese si que es un nombre de chico duro. Si vas por ahí llorando todo el rato, lo vas a estropear.

YAHIKO- ¡Entonces no lloraré!

YUKIMURA- Mm, buena elección.

Tratando de mantenerlo calmado, puse al chico sobre mis rodillas y sonreí.

(Parece que eso le animó. Es muy mono cuando sonríe)

YUKIMURA- Parece que este chico me confundió con su padre.

MC- Si, eso parece.

Despues de asentir, MC tomo un aire incomodo.

MC- Entonces, sé que esto puede sonar un poco atrevido, pero...

YUKIMURA- ¿Por qué actúas tan rígida de repente?

MC- Yuki, ¿estás... casada y tienes hijos? Sabías cómo calmarlo, así que...

YUKIMURA- ¿Qué? Si tuviera mujer e hijos, ¿crees que viajaría por ahí yo solo?

MC- Oh, supongo que no.

(¡Déjame en paz! ¿Por qué ha llegado a una conclusión tan extraña?)

Después de recuperar el aliento, sentí la necesidad imperiosa de hacerle mi propia pregunta.

YUKIMURA- ¿Por qué lo preguntas?

MC- Eso es... ¡un secreto!

YUKIMURA- Me quedé prácticamente boquiabierta ante aquella ridícula respuesta. ¿Qué se supone que significa eso?

(¡Mantenerlo en secreto sólo hace que me pique más la curiosidad!)

MC tenía las orejas rojas y miraba fijamente a su regazo.

(¡Ella fue la que me hizo esa pregunta tan embarazosa! ¿De qué tiene que avergonzarse? Pero ya que me lo ha preguntado...)

YUKIMURA- Entonces... ¿Y tú?

MC- ¿Y yo qué?

YUKIMURA- ¡Ya sabes! ¿Tienes... un marido o algo así?

MC- ¡No! Ningún marido. Ni uno solo.

YUKIMURA- Sabes... Estoy bastante segura de que la mayoría de las mujeres casadas sólo tienen un marido.

MC- Sí, supongo que tienes razón.

YUKIMURA- Eres muy rara.

(Así que no tiene ningún hombre. Es un alivio. Quiero decir, no es un alivio. No sé por qué estaría aliviada. Es bueno saberlo. ¡Ah! Otra vez, ¿en qué estoy pensando?)

A veces, cuando estaba con MC, sentía que no me conocía. Me hacía sentir inquieto por dentro, pero aún así quería saber más de ella.

YAHIKO- ¿Señor? ¡Está todo rojo! ¿Es fiebre?

(¿Eh?)

La manita de Yahiko acarició mi mejilla dulcemente.

(Siento como si la cabeza me hirviera de calor)

MC también me miraba fijamente y sentí que me calentaba.

YUKIMURA- Te estás imaginando cosas, Yahiko. Y deja de mirarme, MC... ¡tonta!

MC- ¡Deja de llamarme tonta!

YAHIKO- ¡Heehee, renunciaste!

Yahiko repitió después de MC y empezó a reírse.

(¡Muchas gracias, chico!)

YUKIMURA- Nunca venderé nada con vosotros dos por aquí. Venga, Yahiko, vamos a buscar a tu padre.

YAHIKO- ¡De acuerdo!

Yahiko volvió a soltar una risita mientras me levantaba y me lo subía a los hombros.




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