CAPITULO 5 (6-10)

(¿Por qué me toca tan suavemente? ¿Por qué me mira con tanto deseo? ¿Qué está pensando ahora mismo?)

Mi cabeza era un torbellino de preguntas, pero sólo se me escapó una palabra en un susurro entrecortado.

MC- Yu...ki...

YUKI- Mm...

Sus ojos parecían clavarse en mi corazón y me tenían en trance. La distancia entre nuestras narices desapareció cuando una fuerza invisible nos atrajo hacia él. Con el pulgar acariciándome los labios, Yuki me levantó la barbilla.

(Siento que apenas puedo respirar)

YUKI- MC...

Mientras el aliento de Yuki me hacía cosquillas en los labios, cerré los ojos expectante y...

YAHIKO- ¡Ooh! ¡Smoochies!

YUKI- ¡Gah!

MC- ¡Wah!

Yuki y yo nos alejamos de un salto en el mismo suspiro. Yahiko se había despertado y nos miraba con expresión confusa.

YAHIKO- ¿Por qué has parado? ¡Smooch!

YUKI- ¡No tenemos ni idea de lo que estás hablando! ¿Verdad?

MC- ¡Sí! ¿Qué es un "besuqueo"? Nunca lo he oído. ¿Se puede comer?

YAHIKO- ¿No lo sabes? Papá y mamá se besuquean mucho. Tú, um, presionas tu boca con, um, tu boca. Así, sin más. ¡Fumando!

YUKI- ¡Guau! Yahiko, ¡mira eso! ¡Allí, mira!

YAHIKO- ¿Hm?

YUKI- ¿No es esa tu madre? Nos está saludando.

YAHIKO- ¡Oh, sí! ¡Mamá!

Yahiko se levantó de un salto y fue corriendo hacia su madre. Sin el niño, de repente todo parecía muy tranquilo. Yuki y yo nos miramos e inmediatamente apartamos la mirada. Intenté mantener la calma mientras me levantaba, pero por dentro estaba gritando.

(¡¿Qué acaba de pasar?!)

YUKI- Um, sí, eso es genial. Yahiko está en casa sano y salvo.

MC- ¡Sí! Sí, qué bien. Estupendo.

Yuki murmuró algo en voz baja.

YUKI- Parece que estás tan conmocionado como yo.

MC- Perdona, ¿qué ha sido eso?

YUKI- Nada. Sólo estaba de acuerdo en que es genial.

MC- Oh...

(¡No tengo ni idea de cómo actuar en esta situación!)

El corazón me latía tan fuerte que quería taparme los oídos. Antes de que pudiera calmarme, Yahiko volvió trotando con su madre.

MADRE DE YAHIKO- Siento las molestias que te ha causado Yahiko, ¡pero gracias por cuidar de él!

MC- ¡Ni lo menciones! Sólo siento que le hayamos traído a casa tan tarde.

YUKI- Yahiko, no vuelvas a ir por ahí solo. ¿Vale?

YAHIKO- ¡No! ¡Vale!

YUKI- ¿Qué pasa?

MADRE DE YAHIKO- Has sido muy amable jugando con él. Ha sido de gran ayuda. Estaba fuera ayudando con los preparativos del festival y acabo de llegar a casa.

YUKI- ¿Hay un festival?

MC- Sí. Faltan 10 días para el festival de nuestro santuario local. Espero que vengáis.

La madre de Yahijo nos hizo otra reverencia de agradecimiento antes de volverse con su hijo.

YAHIKO- ¡Gracias, señor! Gracias, señorita.

YUKI- Claro.

MC- ¡Adiós, Yahiko!

Los vimos alejarse de la mano hasta que se perdieron de vista.

YUKI- Supongo que nosotros también deberíamos irnos.

MC- Sí, supongo que sí.

Tras un intercambio de madera, emprendimos el regreso por donde habíamos venido. El sol se había puesto más de la mitad, pero su luz parecía aún más deslumbrante que antes.

(¿Por qué será?)

YUKI- Entonces, ¿quieres...?

MC- ¿Eh? ¿Qué?

YUKI- ¿Irás? A ese festival que mencionó la madre de Yahiko.

(Oh, eso)

YUKI- Creo que me pasaré por allí.

MC- ¡Yo también! Estoy pensando en ir.

YUKI- Oh... bien. Estupendo.

(Espera...)

La sonrisa feliz de Yuki hizo que se me oprimiera el pecho.

(No hicimos un plan formal, pero creo que sí)

Mis pasos se sentían ligeros y aéreos, como si caminara sobre una nube de algodón de azúcar. Sentí que me subía el calor a las mejillas, pero me dije que sólo era la calidez del sol poniente. Y así, me separé de Yuki antes de recordar las preguntas que tenía pensado hacerle.

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SASUKE- Haz otros amigos si es necesario, pero... Yuki no. No lo vuelvas a ver.

MC- ¿Por qué dices eso? Sasuke, ¿conoces a Yuki?

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Todavía podía recordar la mirada pétrea de Sasuke aquella noche. ¿Por qué no le pregunté a Yuki si conocía a Sasuke cuando tuve la oportunidad? No tardaría en arrepentirme de aquel error.

Unos días después de pasar el día con Yuki y Yahiko, fui llamado al gran salón por Hideyoshi.

(¿A qué viene tanto alboroto?)

Llegué y encontré la sala abarrotada de hombres excitados. El sake corría a raudales y las carcajadas resonaban por toda la sala.

HIDEYOSHI- MC, siéntate.

MITSUNARI- Deja que te sirva una copa. Esta noche deberías sentarte y relajarte.

Me abrí paso entre un grupo de vasallos joviales para sentarme junto a Hideyoshi y Mitsunari.

MC- ¿Estamos celebrando algo?

HIDEYOSHI- Sí. Estamos celebrando la inevitable victoria del ejército de Oda en el próximo combate.

MITSUNARI- Estos hombres son soldados vasallos que luchan por el clan Oda. Lord Nobunaga organizó este banquete para levantar la moral.