YUKI- Oh, vaya...
Aún cogiéndome de la mano, Yuki empezó a caminar más rápido que antes. Apretando mi mano con fuerza, me condujo hacia una tranquila arboleda de árboles sagrados.
MC- Yuki, ¿dónde...?
YUKI- Salgamos de esta molesta multitud. No quiero que nadie más te vea así.
(¿Eh? ¿Me veo peor de lo que me siento?)
Me esforcé por seguir sus largas zancadas. Cuando llegamos a la arboleda, los sonidos del festival se desvanecieron en la distancia.
(¡Hay tanto silencio aquí, pero mi corazón suena tan fuerte!)
Me quedé sin aliento cuando Yuki se detuvo.
MC- ¿Qué querías decir con eso?
YUKI- Quería decir...
Se giró hacia mí y me rodeó la cintura con el brazo libre en un movimiento suave.
(¡Yuki!)
Me acercó tanto que mi mejilla se apoyó en el ancho plano de su pecho.
YUKI- Sólo esto.
(¿Qué? Sigo sin entender)
MC- ¡Eso no es una explicación!
YUKI- Es que... No quiero que muestres una cara así a nadie más que a mí.
MC- Oh...
Me quedé helada mientras el corazón me daba un salto en el pecho.
YUKI- ¿Lo entiendes ahora?
MC- Sí, pero...
(Pero entonces eso significaría que... ¿Yuki también siente algo por mí?)
Sus ojos brillaron a través de la oscuridad.
YUKI- MC...
MC- ¿Sí...?
Acarició mi mejilla con la palma de la mano y se inclinó hacia mí hasta que...
De repente, un gran estruendo me hizo dar un respingo.
(¿Qué ha sido eso?)
Levanté la vista cuando una luz rojiza nos rodeó.
(¡Fuegos artificiales!)
Un arco iris de fuegos artificiales floreció en el cielo sobre nosotros.
(¡Olvidé que habría fuegos artificiales!)
YUKI- ¡Hey!
MC- ¿Hm?
Me puso el pulgar en la barbilla y le devolví la mirada.
YUKI- No te distraigas ahora, tonto.
En cuanto el ronco susurro salió de sus labios....
MC- Mmm...
La sensación de sus labios sobre los míos hizo que se me cortara la respiración.
(Yuki, ¿de verdad...?)
Me mordió suavemente el labio inferior antes de separarse. Me miró con nostalgia un momento, antes de inclinarse para darme otro beso. Este fue mucho más largo. Un beso llevó a otro. Sentí que toda la tensión de mi cuerpo se desvanecía. La respiración que había estado conteniendo salió en jadeos calientes y desesperados.
MC- Ng... Yu...ki...
(Apenas puedo pensar con claridad)
Empujé hacia atrás el pecho de Yuki antes de perder toda la razón.
MC- ¡Espera!
Parecía casi dolido mientras me interrogaba con la mirada.
MC- ¿Por qué hiciste eso?
(¿Por qué me besaría así?)
YUKI- ¿Hay alguna razón por la que no debería hacerlo?
MC- Eh, no.
Con mi permiso, volvió a capturar mis labios.
(¡Aún quiero que me explique sus sentimientos!)
Sin embargo, estaba demasiado distraída con su lengua como para decir algo así. Me pasó las palmas de las manos por la espalda y me acercó la cintura.
MC- Mm... ng...
Sentía las entrañas como gelatina y me agarré desesperadamente al cuello de Yuki.
(Oh, Yuki... Me gustas. Creo que podría... amarte)
Dejé que la punta de mi lengua se deslizara entre sus tentadores labios. Su receptiva caricia me hizo sentir como si nos fundiéramos en uno.
(Me siento tan caliente. Mis labios. Mi cabeza. Mi cuerpo. Toda yo)
Cuando el último eco de los fuegos artificiales se desvaneció en la noche. Dejamos que nuestros labios se separaran.
YUKI- Dispara...
MC- ¿Qué?
Clavó sus dedos en mi pelo atrayéndome contra su pecho.
YUKI- No quiero dejarte marchar esta noche.
MC- Y yo no quiero irme.
Su voz sonaba tan dulce, tan desesperada, que prácticamente me mareaba.
(¡Todo esto está pasando tan rápido! Ojalá pudiera decirle que me llevara a casa con él, pero...)
Cerré los ojos y me armé de valor.
MC- Pero si no me voy a casa, la gente se preocupará.
Le oí suspirar con resignación.
YUKI- Lo sé.
Yuki dejó caer sus manos lejos de mi espalda y su calor se hizo distante.
(No...)
Quise decirle que no me soltara, pero me tragué las palabras.
(No puedo, si me quedo más tiempo en sus brazos. No podré separarme)
MC- Buenas noches.
Me di la vuelta, pero antes de poder dar un paso....
YUKI- Espera.
MC- ¿Eh?
Me detuve cuando Yuki me cogió de la mano.
YUKI- Volveré aquí mañana por la tarde.
MC- ¿Tú...?
YUKI- Hay algo que tengo que decirte. ¿Me prometes que vendrás a verme? Si no lo prometes. ¡No te dejaré ir!
MC- Vale, lo prometo.
YUKI- Gracias.
(Ni siquiera me lo pensé antes de decir que sí)
MC- Pero... ahora tengo que irme.
YUKI- Sí. Nos vemos.
Dándole la espalda a su amable sonrisa. Me obligué a marcharme.
(Oh, no, ¿qué hago?)
Ahora que mis sentimientos por él estaban a flor de piel, sentí que podían aplastarme. Los fuegos artificiales que estallaban en mi pecho eran cien veces más potentes que los del cielo.