(Realmente quiero que sobrevivan)
Mientras miraba a todos los hombres del campamento Oda, la cara de Yukimura apareció en mi cabeza.
(Pero tampoco quiero que Yukimura muera. No puedo evitar rezar por ambos bandos)
Justo entonces, un soldado entró corriendo en la tienda.
SOLDADO- ¡Mi señor! ¡Sanada ha enviado un emisario con un mensaje para usted!
NOBUNAGA- ¿Qué?
(¿Un mensaje de Yukimura? ¿Qué podría ser?)
SOLDADO- Sanada pide reunirse con Lord Nobunaga uno a uno. Estará esperando al mediodía en el centro del campo, desarmado.
MASAMUNE- ¿Qué está pensando Yukimura?
MITSUNARI- Nuestras fuerzas están igualadas y los soldados de ambos bandos están exhaustos.
Nobunaga miró directamente al soldado arrodillado ante él.
NOBUNAGA- Tú, háblame del mensajero.
SOLDADO- Llevaba una bandera de batalla carmesí, pero no armas. Vestía sólo una armadura básica. Creo que está preparado para morir.
NOBUNAGA- Bien. Dile que acepto la invitación.
HIDEYOSHI- ¡Señor Nobunaga! No podemos estar seguros de que no sea una trampa. No creo que vaya tan lejos para jugarnos una mala pasada.
NOBUNAGA- Y si es una trampa, está bien. Solo haria las cosas mas interesantes.
(Nada molesta a Nobunaga)
NOBUNAGA- Sólo llevaré una pequeña escolta conmigo. Tráeme mi caballo.
MC- ¡Aguanta!
Me lancé delante de Nobunaga sin pensarlo dos veces.
NOBUNAGA- ¿Por qué?
MC- ¡Por favor, llévame contigo!
AMBOS- ¿Eh?
NOBUNAGA- ¿Ah?
(Se que no puedo hacer mucho, pero tal vez pueda evitar que Nobunaga haga algo imprudente. Y si eso significa que puedo volver a ver a Yukimura...)
NOBUNAGA- ¿Tan asustado estabas ayer y ahora quieres jugártela?
Nobunaga me mira con una sonrisa divertida.
NOBUNAGA- Tu curiosidad supera a tu puesto. Me gusta. Vamos, MC.
(¡Sí! Por una vez me alegro de que Nobunaga sea tan arrogante)
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Cuando el sol se acercaba a su punto álgido, seguí a Nobunaga a caballo hacia el lugar de encuentro. Quería ver por mí mismo por qué Yukimura envió a ese mensajero. Y también...
(Soy tan idiota... Más que nada, sólo quiero verle. ¿Qué está pasando por la cabeza de Yukimura ahora mismo?)
Cuando llegamos al centro del campo que aún estaba intacto por la batalla, Nobunaga refrenó a su caballo. A poca distancia, una bandera de batalla carmesí ondeaba en la brisa.
(¡Es Yukimura!)
Haciendo señas a su pequeña escolta para que se quedara atrás, Yukimura se dirigió solo hacia el centro. Sin espada en la cadera, miró fijamente a Nobunaga.
NOBUNAGA- Así que llegó primero para esperarme. Una acción admirable.
Sin su armadura de batalla, Nobunaga bajó fácilmente de su caballo y entregó su espada a uno de sus hombres. Tras ordenar a su escolta que también se quedara atrás, Nobunaga me miró.
NOBUNAGA- Dijiste que querías venir. Pues ven, MC.
MC- ¡Sí, ya voy!
Bajé de mi caballo y seguí a Nobunaga.
(Yukimura...)
Tenía tantas ganas de verle, pero de repente me puse nerviosa al verle la cara.
(¿Por qué?)
Mis pies se sentían pesados mientras me invadía una confusa inquietud.
(Bueno, he llegado hasta aquí. ¡No voy a volverme sin verle!)
Armada de valor, levanté la cabeza para mirar a Yukimura. Justo cuando creía que nuestras miradas se habían cruzado, él apartó la vista sin una pizca de emoción.
(¿Se niega a mirarme?)
Era diferente de cuando se mostraba tímido. Esta vez parecía no verme en absoluto. Nobunaga se detuvo cuando se encontró cara a cara con Yukimura y yo me quedé a medio paso por detrás.
YUKIMURA- Hola, Nobunaga. Me gustaría darte las gracias por venir.
NOBUNAGA- No hay necesidad de formalidades.
Levantando una mano, Nobunaga hizo una señal a su escolta. A esa señal, uno de sus hombres desató las manos atadas del mensajero. Y el hombre corrió de vuelta al lado de Yukimura.
YUKIMURA- Has devuelto a mi hombre de una pieza. Eso es terriblemente indulgente para alguien a quien llaman el Rey Demonio del Sexto Cielo.
NOBUNAGA- Matar una mosca cada vez es más problemático de lo que vale.
YUKIMURA- ¿Así que para ti la vida de un humano no vale más que la de un insecto? Me siento mal por tus hombres.
(El desprecio y odio en sus ojos es inmenso)
El aire estaba increíblemente tenso. Sabía que si alguno de ellos daba un paso más, sus hombres desenvainarían las espadas en un abrir y cerrar de ojos.
NOBUNAGA- No he venido aquí a escuchar tus tonterías. Explícate.
YUKIMURA- Lo digo con reticencia, pero me gustaría proponer una tregua temporal.
Los ojos de Nobunaga se entrecerraron con escepticismo.
(¡Una tregua! ¿Es eso posible?)
Me olvidé por completo de estar nervioso mientras miraba a Yukimura con los ojos muy abiertos.
(Odia tanto a Nobunaga, ¿pero está dispuesto a pedir la paz?).
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YUKIMURA- Me hice pasar por un mercader ambulante en Azuchi para espiar a las fuerzas de Oda. Para que pudiéramos derrotar a nuestro enemigo jurado, Nobunaga, en esta batalla. Para poder reunir los restos de la familia de Lord Shingen y reconstruir el clan Takeda. Y así yo podría finalmente regresar a mi tierra natal. Mi vida es la de Lord Shingen. Sería un honor morir por él en esta batalla.