Yukimura Sanada

DRAMATIC ROUTE - CAPITULO 11 (1-5)

(Hoy hace mucho sol)

Miré al cielo desde el lomo de mi caballo al galope. El paisaje que me rodeaba era bonito y sereno. No parecía que nos dirigiéramos a una batalla.

HIDEYOSHI- No cabalgues demasiado rápido todavía, MC. Solo estamos a mitad de camino.

MC- Vale, tendre cuidado.

Asentí rápidamente a Hideyoshi mientras cabalgaba a mi lado. Una fuerza de ataque aliada de hombres de Oda, Takeda y Uesugi cabalgaba para enfrentarse a Kennyo. Por ahora me quedaba con la unidad de Hideyoshi.

(Yukimura y Masamune cabalgan al frente. No puedo verlos desde aquí atrás)

Llevaban un ritmo rápido y sospeché que estaban compitiendo entre ellos.

(Han pasado días desde que dejamos Echigo y no he hablado con Yukimura ni una sola vez)

Era todo lo que podía hacer para mirarle a hurtadillas desde la distancia cuando acampábamos cada noche.

(Se supone que somos enemigos. No podemos dejar que la gente se entere de nuestra relación. Lo sé, pero sigo sintiéndome sola).

Entrecerrando los ojos para intentar vislumbrarle, suspiré suavemente para mis adentros.

HIDEYOSHI- ¿Necesitas descansar? Es casi mediodía.

MC- No, no estoy cansada. No te preocupes por mi.

HIDEYOSHI- No te esfuerces más allá de tus límites. Sería un inconveniente.

Acercando su caballo, Hideyoshi me mostró una pequeña sonrisa.

HIDEYOSHI- Si te derrumbas, las tropas perderán la moral.

MC- ¿Y eso por qué?

HIDEYOSHI- ¿No te das cuenta? Desde que salimos de Echigo, has hecho todo lo posible por cuidar de estos soldados cansados de la batalla. Mis vasallos se preguntan si no eres una diosa con forma humana.

(¿Yo, una diosa? Quiero decir, he estado ayudando a preparar comidas y remendar ropas andrajosas, pero eso no es nada extraordinario)

MC- No he hecho nada para ganarme tantos elogios.

HIDEYOSHI- Puede que no lo creas, pero es la verdad. Así que acéptalo. ¿No es así, hombres?

SOLDADOS- ¡Sí!

Los soldados que cabalgaban detrás de nosotros respondieron efusivamente cuando Hideyoshi sonrió por encima de su hombro.

MC- Bueno... gracias.

HIDEYOSHI- Así que, ahora que lo sabes, no te exijas demasiado.

MC- Entendido. Si alguna vez me siento cansada, te lo haré saber.

(Hideyoshi es amable y sus hombres también. La primera vez que me llevaron al castillo Azuchi, no quería estar allí. Pero ahora considero a esta gente como familia. Aún así, cuando esta lucha termine... he decidido vivir con Yukimura. Al elegirlo, me convertiré en su enemigo)

Sabía que Nobunaga y los otros nunca permitirían eso, así que tendría que irme sin despedirme. Ninguna disculpa que pudiera dar a las fuerzas de Oda sería suficiente. Aun así, no vacilaría en mi decisión. Satisfecho con mi resolución, agarré las riendas con fuerza.

HIDEYOSHI- ¿Hm? ¿Qué es eso?

De repente, Hideyoshi frunció el ceño. Seguí su mirada hacia una manada de caballos que levantaban una nube de polvo al acercarse.

(¿Quién es?)

MC- Hideyoshi, ¿es el enemigo?

HIDEYOSHI- No, el enemigo no. No exactamente.

MC- ¿Eh?

Antes de que pudiera preguntarle a qué se refería, reconocí a la persona que lideraba a los recién llegados.

(¡Mitsuhide!)

Mitsuhide dirigió a sus hombres para unirse a nuestras filas.

MITSUHIDE- Hideyoshi, ¿por qué está aquí?

HIDEYOSHI- ¿Eso es lo primero que tienes que decir?

El ceño de Hideyoshi se frunció en cuanto vio a Mitsuhide.

HIDEYOSHI- Está aquí como rehén de la alianza y también está ayudando a cuidar de las tropas.

MITSUHIDE- ¿Estás segura de que no estás causando más problemas de los que vales, MC?

MC- No, la verdad es que no, pero gracias por tu "preocupación".

(Esa sonrisa burlona suya no ha cambiado, pero creo que he empezado a acostumbrarme a ella)

HIDEYOSHI- ¿Por qué te has unido a nosotros?

MITSUHIDE- Pasé por Azuchi para reunir a mis hombres. Resulta que Kennyo tiene más fuerza de la que pensábamos al principio.

HIDEYOSHI- Ya veo.

Los hombres al alcance del oído ponen expresiones severas.

(¿Significa eso que esta batalla será más difícil de lo que imaginábamos?)

HIDEYOSHI- No importa lo grandes que sean sus fuerzas. Eso no cambia nada. Aquellos que intenten dañar a Lord Nobunaga serán arrancados de raíz y exterminados hasta el último hombre.

MITSUHIDE- Sabía que dirías eso. Yo también me uniré. Sé que no nos llevamos bien, pero espero que cooperes conmigo, Hideyoshi.

HIDEYOSHI- Cómo te atreves a sugerir que no lo haría. No dejo que los asuntos personales se interpongan en la batalla. No me traiciones nunca, Mitsuhide.

MITSUHIDE- Si sigues poniendo esa cara de miedo se te quedará, ¿sabes?

HIDEYOSHI- ¡Si te preocupas por mí, deja de decir estupideces!

MITSUHIDE- Está bien, no hace falta que te enfades.

HIDEYOSHI- ¿De quién crees que es la culpa?

MITSUHIDE- Me pregunto... Si tuviera que adivinar, diría que es culpa de tu personalidad.

HIDEYOSHI- Es poco probable. Mi personalidad no es tan retorcida como la tuya.

(Vaya, esos dos no se llevan bien)

Observé nervioso el ceño tenso de Hideyoshi y la sonrisa descarada de Mitsuhide.

SOLDADO 1- Eh, ¿te has enterado? ¡Dicen que ha aparecido un lobo!

Eso desvió su atención.

(¿Un lobo? ¿Aquí?)




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