Yunopsis "The Legends of guardian"

Sospecha creciente

- 1 semana y no hemos descubierto nada, creo que debería investigar a fondo por mis propios medios.
- “Einstein” con quién hablas — me preguntó el novato mientras sin darme cuenta pensaba en voz alta.
- No, no es nada sólo ignórame novato, estaba hablando en voz alta.
- Ok, seguiré viendo la televisión — me respondió y sin más se volteó hacia el otro lado y se quedó hipnotizado con la televisión de nuestra habitación, pues por falta de habitaciones dormíamos 3 personas por habitación en excepción del capitán John y “Ojo de Halcón” que dormían en el hospital mientras se recuperaban, aunque Clayton alegara que el ya se encontraba bien de salud.
- Saldré un momento a tomar aire fresco — le grité en voz baja a Benjamín pues Juayo nuestro otro compañero de habitación estaba dormido, el novato solo levantó su dedo pulgar en señal de que estaba de acuerdo y sin mas salí de la habitación. Me dirigí al patio donde solían meditar los monjes del lugar, era el lugar más alto y tranquilo donde podías respirar el aire fresco sin que nadie te molestara. Me senté en posición de meditación, cerré mis ojos y respiré profundo pero no podía concentrarme puesto que no dejaba de pensar en Miguel y Gabriel.
- Que demonios me sucede, soy “Einstein” uno de los hombres más Inteligentes del mundo y el mejor hacker de todos, sino puedo descubrir la verdad nadie más podrá hacerlo. — me grite a mi mismo y de golpe me levanté y como si no hubiera mañana me infiltre por todo el templo e instalé por la noche cámaras de seguridad minúsculas que incluso ni mis compañeros de Trinity podrían averiguar que estaban ahí. Las programe para que todo lo que grabaran se fuera directamente hacía mi laptop y cada noche recapitulaba toda las grabaciones, así durante 5 días espié  continuamente los movimientos de Miguel y Gabriel cuando se encontraban en el templo Ekoin. Nada parecía fuera de lo común, solo se sentaban todos los días a jugar ajedrez y se tomaban una taza de té cada uno, si continuaba así jamás iba a averiguar la verdad, de pronto, Miguel le pidió  a Gabriel otra taza de té y cordialmente se paró de la mesa y se dirigió a la cocina y agarró un pequeño sobre en polvo y lo depósito dentro de la taza de té de Miguel.
- Que carajo es eso, dudo que sea azúcar, no será que está drogando a Miguel para que esté no se de cuenta de lo que está sucediendo, maldición esa maldita es la traidora — me grite a mi mismo sin cuestionarme nada mientras observaba cautelosamente la grabación, con esto tal vez no podía probar algo pero por lo menos podía plantar una hipótesis, pensé y sin pestañear, salí con la laptop rápidamente pero tan rápido como salí choque contra alguien haciendo caer la laptop y que se partiera a la mitad.
- Maldición — grité con rabieta al ver en pedazos mi laptop al levantarme frente a mi estaba Gabriel.
- Lo siento mucho, no sabía que te encontrabas ahí dentro, espera deja te ayudo a recogerla — me respondió penosamente por lo que había pasado.
- No gracias así está bien Arcángel Gabriel, descuida no tenía nada importante en esa cosa — le respondí amablemente aunque por dentro deseaba arrancarle la cabeza.
- ¿Seguro? Ok te creeré, pero enserio lo siento no fue mi intención.
- Que llevas ahí — le pregunte apuntándole con mi dedo la pequeña taza que llevaba en su mano derecha.
- La taza de té del Arcángel Miguel — de pronto de su mano izquierda dejó caer la extraña bolsa frente a mis ojos
- ¿Y eso? — le pregunté rápidamente mirándolo fijamente para observar sus movimientos al hablar.
- Es azúcar, ya le eh dicho que no consuma tanta pero no entiende, a veces parece uno de ustedes — respondió Gabriel con una pequeña risa y se retiró del lugar, tal vez la estaba juzgando mucho, tal vez no era ella o tal vez eso quería que pensara, de pronto, apareció Lorem de la nada.
- Oye no has visto a Yuno por aquí.
- Creo que salió por un helado con Mery al parque — le respondí con duda.
- Igual lo iré a buscar, gracias — me respondió Lorem y como un cohete salió disparado en busca de Yuno, mientras me quedaba mirando mi laptop partida a la mitad y pensando en que demonios creer si en la tradición posible de Gabriel o que solo era una tonta superstición mía y solo la juzgaba mal, eso debía investigarlo a fondo para encontrar la verdad de una vez por todas.

 




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