- Demonios, donde se habrá metido Yuno, necesito un rival para mi entrenamiento, me siento algo débil sin peleas, ya hasta mi cuerpo se empieza a debilitar.
- Hola Lorem, a quien buscas tan desesperadamente, dudo que lo encuentres en la cocina — me respondió Amer mientras cocinaba algo para comer. La cocina era pequeña pero tenía todo lo necesario, aunque era algo rústica pero para Amer era perfecta, le encantaba la cocina.
- Busco a Yuno no lo encuentro por ningún lado — le respondí desesperadamente.
- De seguro quieres luchar verdad, tu solo vives de la lucha, veme a mi soy la mejor chef del mundo.
- Emmm… ¿la mejor chef? — respondí con algo de asombro.
- Sí, eso dije — respondió Amer furiosa e intimidante, lo cual a mi reacción me fui lentamente hacia atrás y salí huyendo pues si me quedaba más tiempo me asesinaría, ni siquiera yo sería tan poderoso para enfrentarme a esa mujer, corriendo en los pasillos del templo me tope con “Einstein” con una laptop rota.
- Oye no has visto a Yuno por aquí — le pregunté casi de la nada.
- Creo que salió por un helado con Mery al parque — me respondió algo dudoso de él
- Igual lo iré a buscar pero gracias — le contesté y sin mas salí en busca de Yuno, cuando por fin salí del templo pase por el jardín trasero del Ekoin. Ese jardín era hermoso, lleno de flores y arbustos, sin duda hasta mi corazón echo de furia y guerra era débil ante la increíble panorama que se dejaba ver ante mi, sentado en el filo de una roca que dejaba ver el gran paisaje, se encontraba sentado meditando el monje Takasuna.
- Oye Takasuna, te puedo preguntar algo — le grité con voz baja para no interrumpirlo.
- Las aves huyen — me contestó casi de inmediato.
- ¡Cobardes! Emmm... espera ¿de que huyen? — pregunté confundido.
- Parece que algo muy malo está apunto de aparecer, debemos estar preparados para esta tempestad — me respondió con un rostro serio como pocas veces se le había visto.
- No crees que tal vez estas equivocado Takasuna, digo puede ser por muchas cosas por la que los pájaros salgan volando — de pronto se escucho una voz familiar y al darme la vuelta se encontraba Miguel detrás de nosotros.
- Presiento lo mismo y me temo que no eh echo un gran labor como encargado del cielo.
- No diga eso señor, a echo un gran trabajo — respondió Takasuna intentando hacer sentir mejor al Arcángel Miguel.
- Gracias, pero es mentira, se liberó Exiel, hay un traidor en el cielo y no tengo idea de que está apunto de suceder solo se que es malo, muy malo — respondió Miguel un poco deprimido y estresado.
- Descuide pase lo que pase estaremos aquí para detenerlo — le respondí confiado en mis palabras.
- No es tan sencillo, ningún Arcángel sea del cielo o caído debe interferir en esta dimensión si eso ocurre puede romperse un sello — me respondió Takasuna.
- ¿un sello? — pregunté anonadado.
- Sí, deja te lo explico — exclamó Miguel y con su dedo índice me tocó la frente y me transporte rápidamente a lo que parecía un desierto.
- Que es este lugar — le pregunté algo asombrado.
- Es el desierto de Egipto hace siglos, Aquí fue la primera vez que se rompió un sello, claro en esta ocasión fue apropósito — Exclamó Miguel y frente a mi observaba desde las alturas la pequeña ciudad quemándose en llamas, pues del cielo caían bolas de fuego, el agua era de color rojo, el cielo estaba oscuro por un eclipse solar y se percibían hordas de ranas e insectos.
- Estas son, las 10 plagas de Egipto — respondí estupefacto.
- Conoces la historia — preguntó Miguel .
- Claro, es una leyenda muy contada sobretodo en las religiones de Egipto — respondí boquiabierto por lo que miraba.
- De echo solo fueron 7, tal vez exageraron con la cifra, pero lo importante no es eso, mira existen 3 sellos creados después del primer fallo del universo, para evitar que ocurriera otro. El primero al quebrantarse libera las 7 plagas malditas, el segundo liberaría nuevamente a Bahamut y por último todas las dimensiones y multiversos se unirían en uno solo creado otro fallo en el universo y por ende su extinción.
- Tenia información gracias a Yuno que nos contó sobre el multiverso y las dimensiones, pero no sabía que tan grave era todo esto — respondí sorprendido.
- Con la llegada de Exiel presiento que está apunto de quebrantarse el primer sello, debemos detenerlo antes de que ocurra eso, despertarás de este viaje astral pero antes tendrás una visión sobre una de las plagas, ve con Yuno y averigua qué sucede — me respondió Miguel de una forma drástica.
- Espera y que debo hacer ahora.
- Despierta — me susurró Miguel y rápidamente comencé a tener una visión sobre un depósito de desagüe el cual se tornaba de color sangre frente a mi, de pronto, mi vista se nubló totalmente y me desplomé en el suelo.
Mejor día que esté, jamás había tenido en años, mi esposo Yuno, Yo y un día lleno de paz y tranquilidad o eso creí pues, de pronto, frente a nosotros llego Lorem.
- Yuno te encontré al fin y siento molestarte pero creo que te parecerá interesante esto, ven conmigo — rápidamente Lorem salió volando y antes de irse Yuno se despidió con un beso en mi frente.
- Lo sé, lo sé debes salvar al mundo — respondí con sarcasmo.
- Volveré pronto Mery — me respondió y salió volando junto con Lorem mientras que yo satisfecha con mi día regrese caminando al templo. Casi inmediatamente que llegue me tope con Miguel sobresaltado.
- Mery dónde está Yuno — me dijo en un estado casi de shock.
- Emmm… se fue con Lorem, por qué sucede algo.
- Sentí la presencia de Exiel, si los encuentra primero estarán en serios problemas — respondió Miguel agitado.
- ¡Que! Y por que no dijiste nada debemos ir rápido a ayudarlos — grité sobresaltada y rápidamente salimos volando rumbo a donde se habían dirigido Yuno y Lorem, solo esperaba que no llegáramos tarde.
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Editado: 09.08.2023