Después de unas cuantas horas por fin habían llegado los refuerzos a donde se encontraban Yuno y los demás, inmediatamente fueron llevados al hospital más cercano y de ahí fueron trasladados a Japón. Al llegar al templo Ekoin todos estaban realmente preocupados por su condición pues se habían ausentando varias horas y solo tenían comunicación vía telefónica.
- Yuno qué bueno que estás bien, estaba muy preocupada por ti — gritó Mery entre lágrimas y rápidamente corrió a abrazarlo.
- Lo lamento Mery por haberte preocupado y también a ustedes amigos — respondió Yuno realmente apenado por la situación.
- Es cierto aunque la verdad no fue fácil salir a salvo de ese sujeto, demonios es realmente fuerte — gritó Edi frustrado al sentirse incapaz de poderlo vencer.
- Tranquilo Edi ya hallaremos la forma de derrotarlo — respondió Clayton intentando tranquilizar a Edi.
- Es normal que se sientan así, al fin y al cabo Exiel es el quinto arcángel mas poderoso de todos, aunque sea un arcángel caído.
- ¿El quinto? — respondió Akashi asombrado
- Sí, cuando se creó el primer falló se formó la alianza de los 5 Arcángeles los cuales protegerían el universo, ellos eran Lucifer, Miguel, Abaddon, Gabriel y Exiel cada uno se acercaba al poder del creador, Exiel poseía el 40% Gabriel el 50% Abaddon el 70% al igual que Miguel y por último Lucifer con el 85% del poder del creador, el otro 15% era omnipotente y omnipresente pero en fuerza era igual de poderoso. Ggracias a ese 15% el Creador se dio cuenta de la rebelión y pudo detenerla — respondió Takasuna.
- Pero la leyenda dice que Miguel lo derrotó, no quiere decir eso que Miguel debería ser más fuerte — respondió Amer desconcertada.
- Lo derroté con un arma divina — respondió Miguel de adentro del templo saliendo y acercándose a ellos junto a Gabriel.
- ¿Un arma divina? Se dice que poseen poderes capaz de desafiar las leyes físicas — respondió “Einstein” estupefacto.
- Exactamente y no sólo eso, tiene un poder mágico casi infinito pues fue bendita por el mismísimo creador — respondió Gabriel con una mirada seria.
- Por órdenes del Creador en esa ocasión no eliminé a Lucifer pero lo desterramos y al pasar de los años fue entregada al gran mago Merlín y el se encargó de esconderla en la dimensión Astral. Para poder derrotar a Exiel necesitarán ir por ella. No hay otra salida, el poder de él al lado de ustedes es demasiada diferencia — Exclamó Miguel con un tono serio. Después de esa conversación decidimos descansar un poco.
Pasaron los días y no había señal de Exiel ni de las plagas malditas así que Yuno junto a todos en el patio de entrenamiento del templo Ekoin.
- Que sucede Yuno por que nos reuniste a todos — preguntó “Ojo de halcón” con inquietud pues esperaba alguna noticia sobre Exiel.
- Mañana por la noche se celebra Navidad, pensaba en celebrarla pues después de eso iremos por la espada y posiblemente tengamos el último enfrentamiento con Exiel y tal vez sea la última vez que estemos todos reunidos — respondió Yuno con un rostro de preocupación << En ese momento solo quería estar con ellos, además en una buena historia no debe faltar su capítulo de playa y de Navidad y como ya fue el de la playa, por que no otro cliché >> (Yuno)
- Quita ese rostro Yuno, mientras estemos juntos nadie podrá derrotarnos. Estoy de acuerdo contigo, festejemos Navidad pero no por lo que piensas sino por que Navidad es un día de paz y armonía y no quiero perder eso. Venceremos a Exiel y volveremos todos juntos para que el próximo año volvamos a festejar Navidad — respondió Edi con una enorme sonrisa en el rostro.
- ¡Sí! — gritaron el resto con gran emoción y se pusieron manos a la obra, así que Mery, Amer y “Chita” fueron de compras esa misma tarde por el pavo más grande que encontrarán entre otros alimentos para hacer la cena de ese gran día, así que ingresaron a un supermercado a comprar su enorme pavo.
- Mery observa éste está grandísimo y se ve delicioso — respondió “Chita” alegremente.
- Me parece bien y tú Amer — preguntó Mery indecisa.
- Por mí está bien — Exclamó Amer sin gran ánimo.
- Vamos no seas gruñona — respondió Mery con un tono sarcástico.
- Éste, quiero éste — gritó Amer apuntando un pavo que se encontraba congelado en una vitrina, como si hubiera encontrado la octava maravilla del mundo, cuando de pronto, entraron 3 ladrones con el rostro cubierto por unas mascaras.
- Manos arriba esto es un asalto — gritaron los criminales y rápidamente la gente del lugar se tiro al piso en excepción de Mery, Amer y “Chita” que no prestaron atención a las palabras de aquellos sujetos.
- Que no escucharon insolentes, ¡al suelo! — les gritó el ladrón más alto y fornido de los 3 el cuál para infligir su autoridad le disparó al techo con una pistola de fuego causando que una lámpara cayera estrepitosamente directo a donde se encontraba el pavo rompiendo la vitrina.
- ¡Oh diablos! — respondió Mery un tanto preocupada
- Mi... Mi pavo, mi hermoso manjar — respondió Amer con gran frustración.
- Deberían correr — respondió “Chita” con una sonrisa en su rostro. Mientras tanto “Ojo de halcón” y el Novato caminaban por la ciudad cuando escucharon unos gritos de mujer provenientes de un súper mercado cerca de ahí. Al llegar las puertas se abrieron y frente a ellos Amer muy contenta llevaba consigo un gran pavo congelado.
- Que ocurrió, por que esos gritos — preguntó Clayton confundido.
- Emmm… nada, sólo unos contratiempos — respondió Mery. Confundido el novato ingreso al súper mercado solo para ver a 3 sujetos colgados del techo amarrados por una soga a su ropa interior.
- Oh diablos con que de ahí vienen los gritos — respondió el Novato seguido de un susurro entre los dientes.
- Por eso amo a Miranda.
- Que dijiste Novato — Exclamó “Ojo de halcón” al ver a Benjamín balbucear.
- Emmm… nada, vámonos de aquí — respondió el Novato sonrojado a lo cual Clayton le contestó.
- No crees que debamos bajar a esos sujetos.
- Nah la policía hará eso — exclamó el Novato despreocupado y ambos se marcharon acompañados de Mery, “Chita” y Amer la cual ésta última iba con una sonrisa de oreja a oreja por el pavo que llevaba en sus manos. Mientras tanto “Einstein” se encontraba en el templo sentado en la biblioteca leyendo un libro mientras divagaba en sus pensamientos
- Hay un 40% de probabilidad de que Gabriel sea el traidor y otro 40% de que sea Miguel, la actitud que toma Gabriel al vernos librar cada batalla es como si este estuviera esperando que perdiéramos y por otro lado Miguel…
- Emmm… qué haces — interrumpió Rul drásticamente al ver como divagaba en sus pensamientos aunque sólo alcanzaba a oír murmullos.
- ¿Qué? — respondió Akashi sacado de onda.
- Jajaja nada ”Einstein” sólo te preguntaba que es lo que hacías — respondió Rul burlándose de Akashi por lo distraído que se encontraba.
- Oh lo siento, estoy leyendo esto — Exclamó “Einstein” aún desorbitado mostrándole la portada del libro a Rul.
- Sherlock Holmes, vaya no tenía idea que te gustaba el misterio — Exclamó Rul sorprendido.
- Emmm… es una larga historia — respondió “Einstein” con una sonrisa en su rostro.
- Bueno, buscaba a Edi pero no lo encuentro así que si lo vez le dices que lo ando buscando, nos vemos — respondió Rul y acto seguido salió de la biblioteca dejando a “Einstein” leyendo su libro, después de unos minutos ingreso el arcángel Miguel desesperadamente buscando algo en un escritorio que se encontraba ahí.
- Sucede algo señor — preguntó Akashi sorprendido de la postura en la que se encontraba Miguel.
- No es nada hijo, sólo busco un pergamino mágico que necesito y según Takasuna lo había guardado en éste lugar, diablos lo haré a la manera sencilla no tengo tiempo para esto “Perganus venis a vos” — gritó el arcángel Miguel en una lengua rara extendiendo su mano y rápidamente su mano se rodeó de una aura amarilla y los cajones del escritorio comenzaron a sacudirse bruscamente hasta que uno de ellos se abrió y de el salió un extraño pergamino.
- ¿Magia? — exclamó Akashi con un rostro desconcertado.
- Claro aunque en este mundo ya nadie la utilice aún los arcángeles sabemos utilizarla.
- Entonces las leyendas eran ciertas, antes los humanos manipulaban la materia — exclamó “Einstein” con un rostro de incredulidad a lo cual Miguel con un rostro de nostalgia le respondió.
- Sí, hace mucho tiempo, pero en fin, debo de examinar las aberturas dimensionales que se han echo.
- ¿Aberturas? — preguntó “Einstein” confundido.
- Sí, gracias a este pergamino se exactamente quien a atravesado una dimensión o un multiverso a otro
- Entonces si tienes eso en tu poder, que no podrías averiguar quién abrió un portal del infierno a la tierra — respondió “Einstein” alegré al creer que abría una nueva pista para poder encontrar al traidor.
- Exactamente mi joven Akashi, sin embargo, no aparece en el pergamino, de echo no aparece cuando ingresé aquí solo cuando Gabriel abrió el portal para regresar.
- No te registró cuando entraste, pero si cuando Gabriel regreso — exclamó “Einstein” pensativo.
- Fue en el mismo momento en el que Gabriel abrió el suyo para regresar al cielo — respondió Miguel y rápidamente Akashi se levantó de su asiento y gritó sobresaltado.
- ¡Es eso! Así es como lo hizo.
- A qué te refieres — preguntó el arcángel Miguel sacado de onda.
- El traidor, mira crees que puedas abrir dos portales al mismo tiempo pero a diferentes dimensiones.
- Emmm… claro que puedo pero aún no entiendo por que, pero si crees que con eso podrás descubrir algo de acuerdo — Exclamó Miguel y extendió ambas manos hacia sus lados e inmediatamente sus palmas. comenzaron a emanar un gran brillo y formarse un circulo con unos jeroglíficos extraños en las palmas de Miguel y a los ojos de “Einstein” aparecieron 2 pequeños vórtices.
- Vaya que es impresionante, ahora rápidamente verifica el pergamino — gritó Akashi y acto seguido Miguel abrió el pergamino quedando estupefacto.
- El vórtice que abrí para la dimensión Astral no aparece sólo aparece la del cielo — rápidamente “Einstein” mostró una sonrisa y exclamó con gran seguridad.
- Correcto, así es como lo hizo, el pergamino no puede registrar 2 portales al mismo tiempo así que registra el primero al abrirse en este caso el de tu brazo derecho ya que es más veloz que tú brazo izquierdo, el que abrió el vórtice para traspasar a Exiel y a Mammon, espero a que abrieras el portal primero e inmediatamente abrió el suyo.
- Increíble no lo había pensado, pero sólo los arcángeles podemos abrir estos portales, en total somos 10, así que aún con todo eso será difícil averiguar quien es — respondió Miguel sorprendido por la gran deducción de “Einstein”.
- Claro, pero ahora estamos más cerca — respondió Akashi motivado.
Llego la noche, era fría pero emanaba tranquilidad pues por fin era la hora de festejar Navidad. Se sentaron todos alrededor de un gran comedor dentro del templo Ekoin incluyendo al capitán John que por fin había salido del hospital después de sus graves heridas causadas por su batalla contra Mammon. Todo era paz y alegría incluso entre risas se les había olvidado por completo su misión que los había tenido realmente estresados.
- Y como se encuentra capitán — preguntó “ojo de halcón”.
- Estar ahí fue una tortura – reprochó el capitán John deseando nunca volver aquel sitio,
de pronto Yuno se levantó de su asiento y levanto una copa de vino y Exclamó entre sonrisas.
- Antes de comer este manjar... — y luego prosiguió — Quiero decirles algo. Son lo más importante del mundo para mi, son mi familia, es cierto que no poseemos la misma sangre ni si quiera somos de misma nacionalidad, pero ser una familia es más que sólo poseer la misma sangre, es protegerse los unos a los otros, darse cariño mutuamente y siempre ser fieles, hemos pasado por tanto, batallas que parecen interminables pero eso se acabará después de esta noche y seremos libres, seremos felices.
- Tienes razón Yuno no lo merecemos, brindemos por nuestra última victoria y la más importante — respondió “Ojo de halcón”.
- Consigamos un final feliz a nuestra historia — gritó Edi levantando su copa.
- Ahora sí Akashi da las gracias para poder disfrutar este delicioso pavo — respondió “Chita” emocionada.
- De acuerdo “Arigatou gozaimasu” — respondió Akashi sonriente juntando sus palmas de las manos haciendo una pequeña reverencia. Después de su cena todos se encontraban satisfechos cuando Mery gritó.
- No tan rápido, aún no abren mi obsequio.
- ¿Obsequios? — respondieron todos al mismo tiempo.
- Sí, aquí están nuestras insignias — Exclamó Mery y de una pequeña caja saco un paliacate rojo y seguido de eso se lo amarró a su brazo izquierdo y les entregó uno a cada uno de sus amigos los cuales hicieron lo mismo.
- Ahora somos los Trinity Warriors — respondió el novato con una sonrisa.
- Jajaja vaya nombre original — exclamó el capitán John.
- Capitán sonrió, creo ahora si es el fin del mundo Jajaja — gritó “Ojo de halcón” con una carcajada de por medio que causó que todos los demás rieran junto con él.
- Aunque no lo crean tengo sentimientos, aún conservo la capa de mi amigo con gran cariño — respondió el capitán John sacando de su mariconera su increíble capa Vendetta.
- Eso es adorable, nosotras siempre llevamos nuestros botones de amistad — respondieron Liz y Nan felices señalando con su dedo índice su pecho izquierdo donde se encontraban unos botones amarillos en forma de carita sonriente.
- Jajaja típico de ustedes — respondió Mery.
- Enserio son botones, siempre pensé que era una mancha o algo así — respondió Yuno realmente asombrado causando que todos se rieran de él.
- Que es enserio siempre pensé que eran unas manchas, bueno y tú Clayton — reprochó Yuno con humor.
- No tengo nada en especial — respondió a secas.
- Claro que si, vamos Clayton, vamos Clayton — gritó Miranda y rápidamente comenzaron a corear su nombre para animarlo.
- Ya, de acuerdo, es mi guante negro que siempre llevo en mi mano izquierda me da fuerzas en la batalla y gracias a él nunca e fallado ningún disparo — exclamó “Ojo de halcón” y rápidamente fue interrumpido por Lorem.
- ¡Yeah! como mis guantes de pelea que siempre llevo conmigo igual me dan fuerza.
- ¡Yeah! eres como yo dame el puño – gritó Clayton y emocionadamente chocaron sus puños dejando a los demás con un rostro de vergüenza ajena.
- ¿Y tú Mery? Quiero aclarar que el mío es mi pashimina Chedrón aunque en los combates no la uso — exclamó Andre y después de unos segundos de que nadie dijera ni una sola palabra voltearon rápidamente a donde estaba Amer, la cual estaba mordisqueando una pierna de pavo como si de una carnívora se tratara.
- ¿Qué? por que todos me miran — preguntó Amer confundida.
- Lo que pasa es que por lo regular le contestarías algo a Andre — Exclamó Yuno y todos soltaron una carcajada.
- Jajaja bueno pues es algo muy sentimental, es mi moño rojo que mi mamá me dio antes de morir aunque no siempre lo uso y lo cambio debes en cuando para evitar maltratarlo — respondió Mery realmente contenta por la convivencia y armonía que se sentía en el lugar.
- Lo tuyo son tus botas verdad Ben — respondió Miranda con una sonrisa de por medio.
- Claro que sí son mis botas de la suerte nunca las e lavado en mi vida — gritó alegremente el novato subiendo sus apestosas botas negras a la mesa donde comían apestando inmediatamente el lugar.
- Oh que diablos es ese olor — Exclamó inmediatamente Yuno tapándose la nariz con su mano.
- Baja inmediatamente esas botas — gritó el capitán John casi a punto de vomitar del grotesco olor. — Que acaso nos quieres matar — volvió a gritar pero con un tono de humor aunque tapándose la nariz con ambas manos.
- Oh vamos no es tan mal — respondió el novato llevando una de esas botas a su nariz.
- ¡Dag! que asco — gritaron todos al ver la acción del Novato sólo para que rápidamente quedará noqueado por su propia aroma.
- Oh mierda, sí lo es — acto seguido en el cielo aparecieron hermoso fuegos artificiales que deslumbraron a Yuno y sus amigos.
- Miren todos, son hermosos — gritó Mery exaltada de alegría.
<< si lo sé, otro cliché, hay eres bien quejumbroso >> (Yuno)
- Creo que por fin es Navidad — gritó Andre entusiasmada.
- Deben pedir un deseo — gritó “Chita” emocionada mirando junto con sus amigos los fuegos artificiales que deslumbraban el cielo, mientras Yuno los miraba con una sonrisa pues todos parecían muy felices y dentro de él pedía al cielo que ese día nunca llegará a su fin, de pronto, Mery se le acercó por la espalda y le susurró al oído.
- Oye Yuno sabes que deseo.
- Emmm… que deseaste Mery quiero escuchar — respondió Yuno alegremente.
- Un bebé, cuando todos esto acabé quiero tener un bebé — respondió Mery sonrojada, Yuno al verla rápidamente le dio un gran abrazo y le susurro cálidamente.
- Te lo prometo — acto seguido Edi gritó sacando de onda a todos.
- ¡Que demonios! — al voltear al cielo se quedaron boquiabiertos pues estaban cayendo miles de fragmentos de meteoritos a la tierra, dentro de Yuno recorrió un gran escalofríos pues algo muy malo estaba a punto de suceder.
<< No seas malo y dime qué demonios esta pasando, porque está ves no tengo idea, ¡Enserio! Tampoco sabes. Creó que está ves si tendremos problemas >> (Yuno).
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Editado: 09.08.2023