Yunopsis "The Legends of guardian"

Doble traidor

Ya a pasado 5 días con respecto a aquel horrible día en que nos arrebataron a un gran amigo, los ánimos aún están bajos pero la mayoría como Yuno se han estado preparando para la lucha contra Exiel. Mis compañeros de Trinity están formando estrategias de combate, yo en mi caso comencé a recordar aquella noche de Navidad en que Miguel me mostró el funcionamiento del pergamino y los vórtices, el traidor probablemente sabía sobre el límite del pergamino y lo uso a su favor ¿Quien es el traidor del cielo? Aún era una incógnita pero yo llegaría al fondo de todo esto.
Faltaban 2 días para partir rumbo al templo Olimpia en Atenas, Grecia pues ya habían pasado la semanas, así que nuevamente se podía abrir el portal y ahí nos estaría esperando Exiel pues a diferencia de los demás Arcángeles caídos Exiel poseía un templo en la islas místicas, la cual se encuentra en la dimensión Astral cosa que no sabíamos la primera vez que partimos, hasta que regresamos y Takasuna nos explicó sobre su templo, como no quería pensar mucho sobre el traidor baje a la cocina del templo Ekoin para disfrutar algo ligero como una manzana con un vaso de agua, se dice que ayuda a pensar mejor las cosas. Al bajar escuché un ruido como si alguien cerrara una puerta así que me apresuré y encontré a Juayo asustado en un rincón.
- Juayo que demonios, donde te habías metido, no sabíamos nada de ti desde que huiste en Las islas Místicas.
- Lo... Siento, teni… tenía miedo — me murmuró Juayo como si estuviera en Shock, parecía que había visto un fantasma aunque era tímido nunca lo había visto en ese estado.
- Tranquilo Juayo, iré a avisarles a los demás — le exclamé con una voz calmada para no alterarlo más y corrí a avisarles a todos, la mayoría se puso contenta al ver a Juayo pues pensábamos que había sido capturado por Exiel, ya que se encontraba en las islas místicas y todo podía suceder, no quiso dar detalles sobre lo que pasó en la dimensión Astral, pero por lo menos sabíamos que no le había sucedido nada malo simplemente se quedó atrapado en la selva. Al día siguiente Yuno nos reunió a todos en su habitación para darnos la noticia de que se habían adelantado los planes y partiríamos hoy mismo, todos nos quedamos anonadados más por que el capitán John estaba de acuerdo en realizar todo con rapidez.
- Pero por que tan repentino el cambio de día — preguntó Rul curioso por la decisión tan alarmante.
- Hoy por la tarde comenzará un eclipse solar que oscurecerá el cielo — respondió el capitán John.
- No le veo nada malo, eso es un fenómeno natural — respondió Andre confundida.
- Eso sería cierto, sino fuera el echo de que la sexta plaga habla sobre un eclipse solar – respondió Yuno.
- Oh demonios — respondió el novato al entender el por que del cambio brusco en el día del ataque.
- Con esto se estiman 6 plagas, si se cumple una mas estaremos perdidos — respondí inquietantemente el capitán John
- Y cuál es la 7 plaga – respondieron Liz y Nan con incertidumbre.
- La muerte — respondió Takasuna entrando por la puerta de la habitación de Yuno.
- Así es, no hay tiempo que perder debemos partir ya — ordenó Yuno y salimos de la habitación a prepararnos para la batalla que nos esperaría en las islas místicas, yo en cambio corrí pero a la cocina nuevamente pues estaba nervioso, era la primera vez que me sentía de esa manera, así que fui por un vaso de agua para beber y tranquilizarme un poco.
- Maldita sea por que estoy tan nervioso, soy un soldado debería estar acostumbrado a esto — me grité a mi mismo intentando tranquilizarme, de pronto, entro Juayo en silencio.
- Que sucede Juayo — le pregunté con incertidumbre.
- Estás nervioso — me susurró con timidez.
- Un poco, pero descuida pronto estaré como siempre — le respondí, de pronto, me volteé bruscamente golpeando una taza de vidrio tirándola al suelo y quebrándose en pedazos al instante.
- Carajos lo que faltaba — grité estresado pero me llevaría la sorpresa de mi vida al agacharme y de los pedazos recoger un sobre blanco.
- Que extraño, es el sobre de azúcar que le pone Gabriel a Miguel en su té pero que demonios estaba haciendo aquí, siempre los pone en la alacena de aquí abajo — le respondí a Juayo mientras ponía el sobre de azúcar en la alacena junto con los demás sin antes por curiosidad abrí el sobre y tome un poco de muestra para investigarlo un poco, acto seguido corrí a mi laboratorio, sin antes con una sonrisa susurrarle unas palabras a Juayo. Comencé a analizar la muestra de repente se escucho la voz de “Chita”.
- Akashi ya vamos a partir al templo Olimpia debemos irnos.
- Yo los alcanzó después, estoy preparando un armamento para derrotar a Exiel — le respondí aunque con mentira pues no le podía decir sobre lo que hacía ya que no quería involucrar a nadie, sin molestarme más todos partieron rumbo a Grecia mientras me quedaba analizado la muestra, pero me llevaría una grata sorpresa al descubrir que no era azúcar sino era una fórmula para hipnotizar al individuo que la consumía aunque no conocía la sustancia podía reconocer algunos ingredientes con los que se habían fabricado y sin duda era eso, pues se parecía a un somnífero muy potente que conocía, corrí rápidamente a mi habitación pero al llegar me tope con Gabriel y Juayo.
- Ustedes qué hacen en mi habitación — les respondí hostilmente.
- Vaya, por que no estás con tus compañeros joven “Einstein” — respondió Gabriel mostrando una pequeña sonrisa.
- Ahórrate las palabras maldita traidora, Juayo es mejor que te alejes de Gabriel — le respondí bruscamente.
- Vaya creó que nos han descubierto — respondió Juayo con una voz macabra.
- De que estás hablando — le pregunte a Juayo estupefacto.
- Lo siento, pero cuando me perdí en la selva yo estaba apunto de morir de hambre, de pronto, Exiel me encontró, pensé que era mi fin, pero él me rescató y me llevo ante Gabriel y Abaddon. Me prometieron que viviría, me dijeron que sería perdonado si les ayudaba a derrotar a Yuno, no quiero morir Akashi debes comprenderlo.
- Maldito traidor hijo de puta, nos has traicionado a todos — le exclamé furioso.
- Tú no entiendes, yo sentí el poder de Abaddon no hay comparación, Akashi íbamos a morir si lo enfrentábamos — respondió Juayo intentando demostrar que estaba en lo correcto.
- Prefiero morir antes de vivir como un cobarde — le respondí con indiferencia.
- Pero ahora entiendo todo, usaste el límite del pergamino para abrir los portales y dejar pasar a Zaiko, Mammon y a Exiel, con el somnífero que creaste hipnotizaste a Miguel para que no pudiera descubrir que pasaba y mandaste a Juayo a ocultar el somnífero en las bolsas de azúcar que siempre usabas a la alacena, ese fue el ruido que escuché era el sonido de la puerta, sin embargo, Juayo al oír que alguien se acercaba lo puso en una taza de café y se acurrucó en una esquina para simular un estado de shock pero con todo eso aún así lo descubrí.
- Jajaja debo felicitarte descubriste la verdad, sí yo traicione al cielo, yo fui quién liberó a Mammon y dejé que entrara Zaiko a este universo, claro tuve que hipnotizar al estúpido de Miguel sino arruinaría todo, por el poder que ambos poseemos me es imposible derrotarlo, así que no me quedo de otra más que hacerme de ese plan — respondió Gabriel con gran seguridad de su victoria, de pronto, saque mi celular y con una sonrisa les grité.
- Gracias es todo lo que quería escuchar.
- El grabo nuestra conversación — gritó Juayo drásticamente y sin pestañear Gabriel se abalanzó contra mi dándome una patada en el abdomen mandándome a volar y atravesando la puerta de mi habitación, dejándome en el suelo mal herido. Con las últimas fuerzas que me quedaban agarre mi celular para mandar el mensaje de la grabación a “Chita”, de pronto, apareció Gabriel y me conectó una patada en el pecho hundiéndome contra el suelo atravesándolo y mandándome al sótano del templo dejándome con una herida fatal, con gran dificultad logré girar mi cabeza a donde había quedado el celular y con lágrimas en mis ojos logré ver el mensaje que decía “enviado”.
- Jajaja lo logre Jajaja. Vaya tengo demasiado frío, lo curioso es que ya no me duele nada, pero estoy feliz, pude descubrir la verdad. Creo que hasta aquí llegó el gran “Einstein”. Mierda, por que se me vienen a la mente mi equipo Trinity, fueron grandes compañeros, pasamos por mucho ¿verdad? Me hubiera encantado seguir con ustedes, pero bueno, les dejo el resto, cuídense mucho amigos.
- Por fin ese maldito murió Juayo, creo que es hora de dar el siguiente paso y acabar con todo esto, vamos hay cosas por hacer.




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