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Escapando de la muerte II

El sueño acabó y yo desperté. Tomé conciencia de que estaba a orillas de la playa, no me podía levantar y no sabía como el mar me había llevado hasta allí. Esperaba que el cadáver de Edward y John hubiesen tenido una mejor suerte que la mía. Si bien yo no estaba, el inglés me contó bastante de lo que pasó una vez que huyó hacia el bloque.

En las calles de la ciudad...

—Ay Ed, siento decir esto pero sos una carga... Y pesada. — Rio John.

John vio al monstruo saltando por los techos de la casa, supuso que seguía queriendo alimentarse. Ya habían muchas pérdidas en un mismo día, así que decidió correr hacia el bloque Z.

John llegó al edificio y todos lo recibieron con la misma pregunta: ''¿Qué pasó?''. Dio todas las respuestas incluyendo sobre la desaparición de Sant.

Altamirano dio la orden a John y a Marta de buscarme, a John en las costas y a Marta en la ciudad cerca de donde desaparecí. Se les dio las dos radios del bloque Z, luego fueron a buscarme a mí y a Jeremías.

Al otro día en la costa...

—Mierda, Sant. ¿Porque tuviste que hacer eso? Bueno... — Dijo John con un suspiro y continuó — Gracias.

A lo lejos vio algo en el suelo, John sacó su pistola y se dirigió lentamente hacia el objetivo. Desde aquí ya puedo contar con mi propia experiencia, pues aquella entidad que estaba en el suelo no era nada más ni nada menos que yo.

—¿John? — Dije abriendo los ojos.

—Sant. ¡Estas bien! — Se alegró el inglés.

—Me..Ahg.. Me podes levantar?

—¡Oh! Si, lo siento. — Dijo mientras me colocaba en su espalda.

Mientras John hacía el esfuerzo de cargarme, pudo ver a lo que parecía una persona caminando a lo lejos. John me soltó sin dar explicación y desenfundó nuevamente el arma.

— ¡John! Soy yo Jeremías. — Exclamó mientras corría hacia nosotros.

El muchacho estaba intacto, John se alegró de verlo con vida, siempre lo había visto como un hermano menor por más que no se hablasen mucho. El inglés contactó con Idit diciéndole que vuelva al bloque Z, que ya nos había encontrado.

—Devuelta al hogar, Sant. ¡Me alegra que no te hayan hecho trizas esos monstruos! — Dijo Altamirano con cierto tono sarcástico que no me gusto.

—Jaja... Fue difícil pero ya me estoy recuperando.

—Es increíble que ya puedas caminar. Y dime... ¿What you kill 'The Rock'? — Me preguntó el inglés.

—Luego de que el gigantón me persiguiera durante bastante tiempo, me tiré al agua con bicicleta y todo, no sé como mierda no me lastime más que esto. Él también se tiró sin pensarlo, me agarro de la pierna pero ya se estaba ahogando. El agua, es una debilidad... — Dije fingiendo seriedad, no es que haya sido mentira mi historia pero tenía ganas de reirme, pues ni la fuerza de un monstruo gigantesco logró hacerme tanto daño como para que no pueda caminar, obviamente caminar con ayuda.

—Bueno Sant, a la próxima tené cuidado de no fallar y encontrarte un zombie hembra que te quiera matar u otra cosa, en ese caso llámame. — Se rió John.

— Jaja, inglés bastardo...

—La verdad Sant, te encontras todo tipo de especiales. — Miró hacia los alrededores Altamirano.

—Si... No se. — Me reí.

—Como sea... — Dijo Altamirano rompiendo el silencio en el que nos habíamos sumido todos. — Quiero que vos, John y Marta vayan a la ciudad a buscar a ese monstruo negro, investigarlo y de paso traigan suministros.

—Okey, mañana iremos — Dijo Sant abriendo la puerta.

La noche fue difícil, escuchaba las puerta del hotel golpeándose y me daba la impresión de que algo pasaba. Me fijaba en la ventana pero no había nada. Algo iba a pasar y de eso estaba seguro...

Ya de día, John me platicó sobre un amigo de él y su familia, que tenía que ir a un callejón donde anteriormente prepararon cosas por cualquier caso y rescatar a la hija de su preciado amigo. Yo acepté al ir cuando escuche que quedaba cerca de donde vimos al monstruo.

Según el reloj de pared que teníamos, eran las doce del mediodía, momento justo para salir al exterior.

—Sant, ¿No? El ''héroe'' del bloque Z. — Me atacó Marta con la mirada.

—Si, y vos supongo que sos Marta. — Dije ignorando sus palabras y su mirada.

—Genial, ¡Ya se llevan bien! — Dijo John haciendo una mueca de felicidad — Yo voy a llevar la 9mm, Sant el revólver y vos Marta un bate.

Empezamos a caminar con detenimiento, había que ver bien los alrededores. Cuando estábamos por llegar a la esquina de la cuadra donde estaba el callejón John me miró.

—Sant, toma este cuchillo, te va a ayudar. Yo tengo el mio.

—Gracias, John. — Miré hacia el cuchillo y noté que en su mango de madera tenía escrito ''Spe''.

—Do not make noise, in that great is supposed to be.

—No entendí mucho pero creo que no debemos hacer ruido, ¿No es así, Marta? — La miré mientras me reía.




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