CAPITULO III

Andrés

     Ahora estoy con el líder de los cazadores de vampiros, el cual ha hecho que esté con la chica que estaba con la inútil de mi hermana.

Cazador1: “¿Os habéis desecho de la puta comecoños?”

Andrés:   “Ahora mismo, creemos que está viviendo con una ricachona…”

Cazador1: “Bueno luego nos desharemos de ambas. ¿has averiguado algo sobre ese clan de vampiros que pueden salir de día?”

Andrés:   “No hay nada. Ninguna de esas sabandijas ha dicho algo…”

Líder C.: “¿Has utilizado a mujeres y niños?”

Andrés:   “Sí mi Señor…”

Líder C.: “De acuerdo, puedes retirarte.”

Líder Cazadores Rebeldes

     Nadie debe saber que soy uno de los pocos supervivientes que tienen la sangre pura, si consigo hacerme con el secreto de poder salir a la luz del sol seré el vampiro más poderoso y nadie podrá detenerme ya que prácticamente soy inmortal, solo necesito encontrar a quien esconde el secreto de la luz del Sol.

     Según la profecía, aquél que quien podía caminar bajo el Sol siendo de los que no podían mostrarse ante el astro rey ayudará a su enemigo mortal para que ambas especies vivan en armonía. Pero yo tengo que impedir esa profecía, los humanos serán nuestros esclavos.

Padre de Andrés y Carlota

     Han desaparecido varias cosas de valor de esta casa, eso ha tenido que ser la ingrata de la niña Carlota, ya no es mi hija. Ojalá pudiera retirarle los apellidos, así que haré lo que debí haber hecho hace mucho tiempo.

P Andrés: “Mamen, llama a Andrés y a su novia. Vamos a denunciar a la ladrona.”

     Por fin haremos algo en contra de esa desagradecida. No tardamos mucho en presentar la denuncia. A partir de ese momento recuperaremos a la ingrata y en cuanto lo hagamos se va a enterar de quien soy yo.

Andrés

     Cuando presentamos la denuncia, se personó la policía en la casa hicieron un registro somero, pero se encontraron con las armas de los cazadores y al no tener ninguno licencia de armas las requisaron, solamente nos indicaron que los dueños legítimos tenían que personarse y justificar por qué las teníamos nosotros.

     Ya habían pasado unos pocos días cuando se presentó nuevamente la policía, pero ahora venían con una orden de registro, y se dirigieron directamente al sótano. Justo en el lugar donde teníamos las cosas de la ingrata de mi hermana, nuestra sorpresa fue mayúscula, todos los objetos que habían desaparecido estaban dentro de las cajas. El jefe de la policía estaba bastante enfadado.

Policía:  “Como la Sra., con la que está la denunciada, se enterase de algo de esto. Les puedo garantizar que el resto de su vida tendrían que estar pidiendo limosna en la calle. Así que haremos como si hubiese habido un error por parte suya y archivaremos la denuncia.”

P Andrés: “¿Cómo ha ocurrido para que todos nuestros objetos más valiosos estén aquí?”

Andrea:   “¿Y las pertenencias de Carlota?”

     Después que mi chica hiciera esa pregunta comenzamos a revisar todas las cajas, y también su dormitorio. Lo único que había quedado de ella eran las fotos de familia y los muebles de su cuarto, el resto de sus cosas habían desaparecido sin dejar rastro.

Andrés:   “Tendremos que tener una charla con ella mañana en el Instituto.”