Zehra. Un nuevo comienzo

Capítulo 7

Días después...

– Zehra. – dijo Zaida al salir de la mansión. – Hoy tenemos libre, ¿qué tal si salimos un poco? Vamos a comer un helado.

– Pero, ¿quién nos llevará a la ciudad?

– El esposo de Jenna, pues ella irá con nosotros. No hay problema, ¿verdad?

– Para nada. – dijo sonriendo. 

– Entonces vamos. – expresó con entusiasmo.

 

Zaida estaba contenta de que por fin saldrían un poco, estar todo el tiempo en la mansión era agobiante muchas veces, más teniendo de encargada a una mujer como Yalisa, que observaba desde la distancia como ambas jóvenes se alejaban.

 

Jenna, Zaida y Zehra, junto con el esposo de Jenna, se condujeron a la ciudad y el hombre las dejó cerca de una cafetería.

 

– Yo debo dejarlas por un tiempo, por las dudas que los patrones necesiten mis servicios, al caer la tarde, las vendré a buscar.

 

– De acuerdo. – respondió Jenna y luego contempló cómo su esposo se alejaba.

 

Entraron a la cafetería, pero en vez de pedir helado, se decidieron por unos bizcochos y té.

 

– Jenna, no sabía que estabas casada. – comentó Zehra.

 

– Así es, estoy casada con él hace cuatro años.

 

– Oh, felicidades.

 

– Gracias. – dijo sonriendo.

 

– Los patrones le ayudaron a organizar la boda. – comentó Zaida.

 

– Vaya, son muy amables. – dijo un poco impresionada Zehra.

 

– Sí lo son, la verdad no tenemos nada que decir.

 

Hicieron una pausa y Zehra preguntó:

 

– Lamento preguntar esto, pero tengo curiosidad. ¿Qué ha sido de la vida de la ex esposa del señor Amir? ¿Es como dicen los rumores de que abandonó a su esposo e hija?

 

– Así es. – respondió Jenna. – Yo ya trabajaba aquí cuando sucedió, incluso Zaida. Ingresamos juntas a la mansión con Yalisa, en ese entonces era una más de nosotras.

 

– ¿Cómo es que sucedió?

 

– Un día nos despertamos con un gran revuelo en la casa, el señor Amir quería encontrar a su esposa al notar que no estaba su ropa...

 

Recuerdo...

 

– ¡Madre! ¡¿Dónde está?!

– ¿Quién hijo?

– Celia, ¡¿dónde está?!

– No lo sé hijo, seguramente salió, tal vez a caminar o al pueblo a buscar algo.

– ¡No creo que haya sido así! ¡Su ropa no está en el armario, ella se fue!

– ¡¿Cómo?! 

 

Fin del recuerdo...

 

– Se notaba que el señor Amir estaba enojado.

 

– Pero, ¿qué pasó? ¿Por qué se fue así?

 

– La noche anterior habían tenido una fuerte pelea, parece que ella tenía un amante de hace mucho tiempo y el señor Amir lo descubrió. De nuestras habitaciones, podíamos escuchar su gran discusión. 

 

– ¿Y Hilda dónde estaba? Seguramente esa pelea no le habrá hecho muy bien.

 

– Por suerte no estaba esa noche, si había ido a quedar en casa de una prima, pero al otro día vio que su padre estaba bastante alterado, pero trató de tranquilizarse para que ella no se enterara de lo que estaba sucediendo.

 

– Pero pienso yo que al pasar lo días, seguramente preguntó por su madre.

 

– Así es, pero todos le decíamos que su madre estaba de viaje. Pero se enteró de la verdad y entró en crisis, le dio una depresión y no quería que nadie se acercará a su padre. Tiempo después se enfermó y le declararon asma, desde ese momento ella ha sido muy enfermiza.

 

Zehra realmente se puso muy triste al escuchar eso.

 

– ¿Y qué edad tenía Hilda cuando sucedió eso?

 

– Unos siete años.

 

Era la edad que Zehra había perdido a su madre y le causó un gran dolor su pérdida, así que podía entender de cierta forma el dolor que ella había sentido, que tal vez fue aún peor, pues la abandonó no es que falleció como sucedió con ella. De todas formas, Zehra creía que su dolor había sido similar al suyo, aunque de diferente manera...

Dejando esta conversación de lado, siguieron hablando de otra cosa.

 



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En el texto hay: historia, romance, drama

Editado: 02.06.2024

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