Capítulo 30

Zehra vuelve a la cocina nuevamente, aún no podía detener los latidos acelerados de su corazón y se agarraba con fuerza el pecho para apaciguar los mismos.

Su amiga Jenna notó el nerviosismo en ella y le preguntó que le pasaba.

- No es nada.

En ese momento, Jenna le vio la pequeña piedra que llevaba en su cuello.

- Zehra, ¿y ese collar?

Zehra nuevamente se lo agarró con la mano y lo escondió, a pesar de que era pequeño, llamaba la atención, pero Jenna esperaba una respuesta y se notaba que no se daría por vencida.

- Me lo regaló el señor Amir.

- ¿De verdad? - preguntó asombrada.

- Sí, de verdad.

- Es increíble...

- Pero no se lo digas a nadie, ni siquiera a Zaida, mucho menos a Yalisa, ya ves lo que piensa de mí.

- Tranquila que mantendré el secreto, pero muéstramelo.

Zehra nuevamente lo vuelve a sacar y Jenna lo observa con detenimiento.

- Parece una pieza de joyería cara, es increíble que el señor Amir te haya comprado algo tan valioso, tal vez tenga algún interés en ti.

- ¿Qué dices? ¡No digas tonterías!

- No son tonterías, sino... ¿Qué otra explicación hay para que te regale algo tan caro?

- Jenna...

- Está bien, no dije nada. Pero piénsalo y de esa manera te darás cuenta porque Yalisa se siente tan amenazada por ti.

Zehra guardó nuevamente su colgante entre sus ropas y sin tocar más el tema siguieron con sus quehaceres.

***

Era ya la hora de la cena, toda la familia estaba reunida, Ekrem quería lograr que Amir le confesará los sentimientos que tenía por Zehra, así que se le ocurrió una idea.

- Primo ¿Qué te parece si vamos a pasar unos días a la cabaña cuando de niños íbamos? Quisiera visitarla antes de irme.

- Es una buena idea - comentó Nuray -, te servirá hijo para descansar un poco.

- Tengo muchas cosas que hacer en la empresa.

- Amir, no todo en la vida es trabajo. ¿Hace cuánto que no sales?

- Puedo decir que hace mucho.

- ¿Y entonces? ¿Qué es lo que te impide ir? Sabes que Hilda estará bien con Zehra y tu madre, así que eso tampoco es excusa.

Amir se lo pensó un poco y al final aceptó la invitación de su primo.

- De acuerdo... pero solo iremos por unos días, no puedo faltar tanto en la empresa.

- Está bien, que te parece, ¿por una semana?

- Tiene que ser menos.

- ¡Chts! Primo que amargado eres, entonces ¿tres días?

- Ahí me gusta más.

- Bueno, me hubiera gustado estar un poco más pero bueno, peor es nada.

- Yalisa irá a serviros - agregó Nuray.

Nadie se interpuso de esta decisión y en la noche iban a partir.

Pero antes de esto, Zaida le preguntó a la señora si podía ir, Nuray la miró de extrañada y le dijo:

- Zaida, solo son dos personas. No necesitas ir, además debes ayudar a Jenna y también a Zehra.

- De acuerdo señora, solo preguntaba - respondió un tanto afligida.

Y volviendo a la cocina Jenna le dijo:

- No te preocupes Zaida, el señor Ekrem pronto volverá y tendrás de verlo nuevamente, puedes aprovechar antes de que vuelva a su hogar ser más cercana a él.

- ¿Por qué piensas que quiero ser cercana a él?

- No trates de ocultar lo que es obvio - dijo sonriendo Jenna -, te interesa el señor Ekrem, no te hagas la tonta.

Ambas jóvenes vieron como Zaida se ponía colorada por ser descubierta por sus amigas.