Zenfrex - El Poder De Mantenerte Con Vida

5. Una cena caótica

—Hijo, ¿Cuál es tu pregunta? —mi padre pregunta a mi hermano.

—Padre, supongamos los siguiente: Estamos en un Tiakam que es habitable para cualquier mikadeano, el agua se puede tomar, podemos respirar sus aires y comer sus frutos. ¿Si llegáramos a encontrar vida con bajo nivel evolutivo... ¿podemos exterminarlos? Podríamos quedarnos con su planeta y habitar Tiakam. La gigante roja ya dejaría de ser un problema para los mikadeanos.

De repente, todos han empezado a hablar. Unos parecen estar a favor de esa idea, otros solo nos quedamos callados esperando que mi padre responda.

—Definitivamente no, eso que sugieres está por debajo de mis principios como ser vivo que ama la vida misma —mi padre responde de forma contundente—. No vamos a arrebatarle el derecho de vivir y avanzar a seres que aún están iniciando una etapa evolutiva. Nunca en la historia un mikadeano ha invadido un planeta a punta de muertes.

»Ahora..., si resultara que el planeta está deshabitado y para nosotros es habitable, sí podríamos aceptar la idea de llevar a todo Mikadea a Tiakam.

»Voy a mencionar los equipos que le corresponderá a cada uno en Tiakam... —mi padre continúa hablando mientras observa el rostro inconforme de Handul—. Equipo de construcciones y estudios del suelo, liderado por Polh, él va a estar encargado de las construcciones de los asentamientos y granjas de cultivos.

»Equipo de astronomía y meteorología liderado por Ashtaria, este equipo va a estudiar el clima y sus pronósticos.

»Equipo de Defensa, liderado por Handul, velará por la seguridad de cada asentamiento y en la nave nodriza.

»Equipo de Salud, liderado por Neefar, aparte de dar servicios médicos, también van a colaborar con los análisis ambientales y cultivos. Neefar y su equipo dará el reporte final de que cosas pueden perjudicar la salud de los mikadeanos en Tiakam.

»Equipo de tecnología industrial, el líder será Brawn, se encargarán de construir las maquinarias de perforación y demolición. En caso de emergencia, también tienen permitido construir nuevas armas.

»Equipo de Naves Mineras. liderado por Kimku. Tú deber asegurar que los recursos pasen de las naves mineras a los almacenes de la nave nodriza.

»En la Nave nodriza va a estar el Capitán Yazu, él nos llevará hasta Tiakam y también será el encargado de que la nave nodriza lleve las reservas a Mikadea.

»Y para terminar, equipo de exploración, liderado por Kiharu, van a explorar el planeta en busca de seres vivos y rarezas.

»Con estos equipos vamos a trabajar en Tiakam, cada uno es experto en su área, seamos cautelosos ante lo desconocido y de encontrar vida, respetémosla.

Después de unas palabras más, mi padre por fin ha terminado con la reunión, y como ya está por acabar el día, algunos regresan a sus casas o se van a hacer algunos otros asuntos personales; mi padre se despide de Ashtaria, de Neefar y de mí; y Handul, quien también sigue aquí, él viene caminando hacia nosotros con palabras dentro de su boca, viene a escupirlas sobre mí.

—Hermano, que suerte tienes, te tocó un trabajo demasiado suave, uno que solo pueden realizarlo los débiles; prácticamente, solo debes pasear por Tiakam y tomar evidencia de lo que ves.

—No creo que sea un trabajo para débiles; además, sabes que te hago buena lucha en combate, no soy nada débil.

—Pero nunca me has ganado.

La burla en sus ojos brilla debido al resplandor de la luz que se refleja en las paredes metálicas y su sonrisa altanera me hace enojar aún más, y eso él lo sabe bien.

—Claro, porque te he dejado ganar, porque no quiero que entres en estado de depresión, hermano. Eres muy orgulloso como para hacerte perder.

—Que mal perdedor eres, Kiharu. Mira las cosas que inventas solo para justificarte —dice sin borrar aquella insoportable sonrisa.

Handul da media vuelta y, con una sonrisa victoriosa, sale del salón del parlamento dejándome a solas con las dos chicas.

Neefar se para al lado mío, parece que tiene algo para decirme:

—Kiharu, yo pienso que tu equipo es el más importante que puede tener la expedición. No hagas caso a las estupideces de Handul.

Neefar es muy considerada.

—No te preocupes, ya es normal que mi hermano siempre quiera fastidiarme.

Luego de un incómodo silencio, Neefar se vuelve a animar a hablarme.

—Bueno, ya me dispongo a ir a mi casa, ¿po-por qué no vienes y me acompañas a cenar? —En su tono de voz se nota que tuvo que sacar valor para invitarme—. Hoy me pasé en las porciones e hice comida de más.

—Oh... Lo siento, Neefar, ya tenía planes —respondo con un gran pesar en mi pecho, me hubiera gustado acompañarla en su cena.

—Kiharu y yo tenemos una cena hoy. —Ashtaria echa más sal a la herida—. Lo siento, Neefar.

—¡Ah!, oh, ok, comprendo. —Neefar agacha su rostro sonrojado—. Entonces será en otro momento.

—Claro, o yo podría invitarte a mi casa, después de todo, vivimos al lado.

—Sí, cierto. —Neefar se sonríe con timidez.

—Kiharu, ¿nos vamos?

—Ah, sí. Vamos —respondo a Ashtaria e inmediatamente me vuelvo a fijar en Neefar—... Nos vemos después, Neefar.

—S-Sí, que les valla bien.

Los tres salimos del salón del parlamento, pero es Neefar quien decide acelerar sus pasos para dejarnos atrás.

 

Al llegar al portal principal del restaurante, veo que Ashtaria ya me está esperando, ella está recostada a un lado del portón metálico que está en la entrada principal del restaurante, la débil brisa le está moviendo sutilmente su lacio y sedoso cabello plateado mientras acicala un perfecto flequillo que alcanza la parte inferior de sus cejas. Lleva puesta una blusa negra, una oscura minifalda de color gris y una translucida túnica rojo vino que llega hasta sus caderas; no es la misma ropa que llevaba en el parlamento, creo que hizo cambios en su nanotraje antes de que yo llegara..., y se ve hermosa.




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